Azerbaiyán
Así es Azerbaiyán, donde el “risitas” arrasa entre los jóvenes e Iniesta sigue siendo el rey
Breve retrato de un país joven bendecido -y condenado también- por sus inmensas reservas de petróleo y gas
Azerbaiyán, una nación del Cáucaso encastrado entre Rusia, Georgia, Irán y Armenia, es un pequeño país lleno de contrastes y sorpresas. Pero sorprende que varias de ellas lleven apellido español.
-En primer lugar, por sorprendente, nos tomamos la licencia de destacar el “fenómeno risitas”, el cómico que se hiciera famoso hace veinte años de la mano de Jesús Quintero en España, vuelve a lo más alto. Literalmente, arrasa entre los más jóvenes, que se desternillan de risa con sus vídeos y utilizan su imagen constantemente para hacer montajes o bromas sobre cualquier acontecimiento. Más de 2.000 “gifts” y memes circulan por las redes. “Es uno de nuestros personajes más divertidos -nos dice Riad-, no podemos dejar de reírnos cuando lo vemos. Y además, también arrasa en Georgia y Rusia. Es una bomba”, declara a LA RAZÓN.
Su imagen es objeto del culto más divertido, y con él hacen bromas constantemente. Se le puede ver como el Papa, Supermán o James Bond.
-Una sociedad tradicional anclada a la familia. El clan es lo más sagrado y toda la vida gira en torno a él. El poder político y económico se concentra en menos de una decena de ellos.
-La Liga española se juega en Bakú y Iniesta es “dios”. Hay verdadera pasión por nuestro fútbol. Y no solo por la máxima categoría. Los azerbaiyanos de las nuevas generaciones hablan con soltura de Messi, Florentino Pérez o Yago Aspas. Y conocen las crisis por la que atraviesa el Deportivo de La Coruña, el nombre del campo del Villarreal o las hazañas del Mirandés. Pero por encima de todo está Iniesta, que ha sido adoptado como héroe nacional. El gol que supuso el Mundial para España lo recuerdan jóvenes que tienen 18 o 20 años, que confiesan, como Anar, son fieles lectores del “Marca” y el “As” y siguen programas como “El Chiringito” o “El larguero”.
-Bakú, la “ciudad de los vientos” en español, y su extrarradio concentran a unos tres millones de personas, un 30% de la población, que es de diez millones. El nombre podemos asegurar que responde a la realidad. La atraviesan vientos helados de origen polar en invierno que convierten algunas de sus calles en un erial. Los veranos son muy calurosos y es frecuente que las temperaturas alcancen los 40 grados.
-La ciudad vieja de Bakú fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en 2000. Es un recinto amurallado totalmente rehabilitado. Esta distinción incluye el Palacio de los Shirvanchahs y la Torre de la Doncella, que según los investigadores data del siglo XII.
-La superficie del país es de 86.600 kilómetros cuadrados, casi idéntica a la de Andalucía (87.200 km 2). La caída del precio del petróleo de los últimos años ha hecho que la renta de sus ciudadanos se redujera a la mitad, pasando de 8.000 dólares a 4.100. Los andaluces superan los 19.000, según estadísticas oficiales.
-Casi el 80% de los ingresos del Estado provienen del petróleo y el gas. Así, según datos del ICEX, los cerca de 30 millones de toneladas de petróleo crudo que exportó Azerbaiyán en 2018 supusieron unos ingresos a unos 16.000 millones de dólares (14.100 millones de euros, aproximadamente). Ahora el Gobierno trata de impulsar el turismo y la agricultura para diversificar los ingresos.
-Las mujeres no suelen llevar velo, sobre todo en la capital, y es habitual que viajen siempre en el asiento de al lado del conductor. Es una costumbre “obligatoria”, y es difícil verlas conducir. Las jóvenes empiezan a cobrar protagonismo en la universidad y también en la política. Varias han sido elegidas este pasado domingo para ocupar un escaño en el Parlamento.
-Modernísimas infraestructuras, muchos coches nuevos y conductores peligrosos. Las carreteras y el aeropuerto de Bakú son impresionantes, construidos con todos los medios de los petrodólares y las últimas tecnologías. Para renovar el parque móvil, está prohibido comprar coches de segunda mano anteriores a 2013. Los conductores se dividen en dos bandos, los respetuosos con las leyes y los “delincuentes”. En la capital es frecuente ver, sobre todo de noche, especies de carreras de coches deportivos de alta gama. Tampoco es extraño encontrarse coches en dirección contraria.
-Un país “moderno” que presume de tolerancia. Los políticos locales insisten una y otra vez en la modernidad y la apertura de miras de su país. Azerbaiyán fue el primer país del mundo islámico en proclamarse república secular, en 1918. También su capital acogió la primera ópera, teatros e incluso orquestas filarmónicas. La ocupación soviética y las guerras mundiales truncaron esa tradición, que ahora se recupera.
-Los edificios y museos más modernos están en la Dubái del Cáucaso. Hay para todos los gustos, porque sobra dinero para construirlos y mantenerlos. Empezando por el Haydar Aliyev Centre, dedicado al padre de la patria y del actual presidente, Ilham Aliyev. También está el de las alfombras, el de los instrumentos musicales, los minilibros, el arqueológico, el de literatura o el de historia. Aparte, las torres de grandes arquitectos se reparten por toda la ciudad.
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