Reino Unido
¿Quién hará el trabajo que no quieren los británicos?
El sector servicios, hortícola, cuidado de mayores y la construcción serán los más afectados por la nueva medida
Desde el triunfo del Brexit, la inmigración de la UE ha disminuido, aunque todavía llegan más comunitarios a Reino Unido de los que se van. En cualquier caso, según las estimaciones oficiales del Ejecutivo, se espera que alrededor del 70% de los 200.000 comunitarios que se mudan aproximadamente cada año al suelo británico queden excluidos ahora con el nuevo sistema migratorio, lo que significaría alrededor de 140.000 personas cada año.
El nuevo sistema introducirá la llamada “visa de talento global”, que reemplazará la ruta actual de “talento excepcional” y eliminará el límite de 21.700 entradas al año para hacer frente a la actual escasez, por ejemplo, de doctores en el Sistema Nacional de Salud, que atraviesa ahora una de las peores crisis de su historia. Asimismo, el umbral medio de 30.000 libras anuales que se llegó a plantear en los tiempos de Theresa May se reduce ahora a las 25.600 libras (alrededor de 30.000 euros).
Los empresarios habían hecho campaña para reducir el umbral salarial advirtiendo que eso dificultaría la contratación. En este aspecto, se muestran satisfechos. Sin embargo, han mostrado una vez más su preocupación ante el hecho de que se vaya ahora a cerrar las puertas a los inmigrantes poco cualificados.
Carolyn Fairbairn, directora general CBI, la principal patronal de Reino Unido, advierte que el sector servicios, hortícola, cuidado de mayores y construcción serán los más afectados. “Muchos se preguntarán ahora qué van a hacer para reclutar a sus empleados”, matiza.
Son precisamente estos sectores donde miles de inmigrantes del bloque han encontrado trabajo en los últimos 16 años desde que la UE se expandió para acoger a ocho estados de Europa del Este, como Polonia, Bulgaria y Rumania.
El Gobierno insiste en que los 3,4 millones de comunitarios actualmente residentes en Reino Unido llenarán ahora las vacantes, pero los empresarios tienen sus dudas. Kate Nicholls, directora ejecutiva de la asociación de comercio de la hostelería de Reino Unido, señala que si bien el sistema de puntos ayudará en la contratación de gerentes de hoteles y restaurantes, no aliviará las vacantes para trabajos menos cualificados, como como empleados del hogar, camareros y cocineros.
“Tenemos ya problemas para suplir estas vacantes así que a partir de ahora no se abrirán tantos restaurantes nuevos y muchos de los actuales tendrán que reducir sus horarios por la falta de personal”, matiza.
Por otra parte, el Ejecutivo ha tratado de satisfacer las preocupaciones de la industria hortícola sobre el reclutamiento de trabajadores para recoger frutas, verduras y flores. El año pasado, la escasez ya provocó el desperdicio de productos. Más de 1.000 toneladas de manzanas, por ejemplo, quedaron sin recoger.
En este sentido, el Gobierno se ha comprometido a permitir que alrededor de 10.000 inmigrantes poco cualificados puedan venir cada año durante un periodo de seis meses para las cosechas. De momento, es tan sólo un programa piloto, aunque los ministros prometen analizar cómo se pueden satisfacer las necesidades del sector.
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