Yihadismo

Al Qaeda saca de quicio al Estado Islámico por negociar en Mali y Afganistán

La banda de Hashimi pone en marcha todo su aparato mediático con el mensaje de que la lucha es el único camino

Ibrahim Hashimi
Ibrahim Hashimilarazon

Isis (Estado Islámico y Daesh) está de los nervios. La negociación habida entre los talibanes afganos y los Estados Unidos; y la que tiene lugar en Mali, entre Al Qaeda y las autoridades de ese país, bajo el auspicio de Francia, le coloca como los representantes del yihadismo más irracional, sanguinario e incapaz de establecer un diálogo con nadie, algo que no les debe molestar mucho porque es verdad, pero que les retrata ante la comunidad musulmana.

La banda de Ibrahim Hashimi, sucesor de Bagdhadi, pretende ser la punta de lanza del Islam para que el mayor número de personas, en especial los jóvenes, se apunten a la organización terrorista y, los de occidente, se conviertan en actores (lobos) solitarios.

Para ofrecer su propia visión del asunto, Isis ha puesto en marcha todo su aparato mediático con los mensajes de que el terrorismo es la única vía y que los que negocian son unos traidores y unos apóstatas.

“Después del escándalo talibán, el acuerdo para expulsar los restos de Al Qaeda y luchar contra el Estado Islámico, están haciendo lo mismo en Malí y pronto seguirán en Somalia, Yemen y Pakistán (...) Esta religión sólo honra a Dios con la victoria”, sentencian.

El Estado Islámico aprovecha para sacar pecho y asegurar que los intentos para desmantelar su aparato mediático han fracasado. “Los servicios de inteligencia de los cruzados anuncian de vez en cuando que han logrado eliminar nuestros materiales y detener a quienes los publican”. “Saben con certeza del regreso de los muyahidines a su actividad anterior; y que nuestros costos son insignificantes en comparación con los grandes costos materiales y humanos que están haciendo para restringir los medios del Estado Islámico”.

“Pretenden infligir una derrota psicológica a los muyahidines que trabajan en los medios para que los abandonen y dejen de emitir materiales sobre la yihad”, agregan.

“Los medios de yihad continúan publicando sus noticias, lo que es una buena noticia para los musulmanes”, concluyen.

La reacción airada de Daesh pone de manifiesto su megalomanía y fanatismo. Los mensajes han estado acompañados en los últimos días de la difusión de vídeos en los que se recogen supuestas victorias del grupo en distintas partes del mundo.

Los de Hashimi, en estas circunstancias, se convierten en aún más peligrosos si cabe, porque van a intentar demostrar su operatividad y, si pudieran, con atentados espectaculares en occidente.