Coronavirus

Día dos en la UCI: Boris Johnson permanece “estable”, pero necesita oxígeno

El último parte médico asegura que el “premier” respira por “sí mismo” y que se encuentra con “buen ánimo”

La pandemia por Covid-19 está causando estragos en los Gobiernos a ambos lados del Atlántico. Pero en Reino Unido la situación es aún más excepcional al tener al inquilino del Número 10 en la UCI y, por tanto, un vacío de poder que plantea varios dilemas en uno de los momentos más críticos a nivel global en la historia reciente.

Según el parte ofrecido este miércoles por Downing Street, Boris Johnson continuaba en la unidad de cuidados intensivos del hospital público de St Thomas, en Westminster, centro de Londres, pero está “respondiendo al tratamiento” y se encuentra “con buen ánimo”. El líder tory está recibiendo oxígeno, pero respira por sí mismo y no ha requerido de ningún “método invasivo” que haya obligado a sedarle o entubarle.

“Estamos profundamente agradecidos por los mensajes de apoyo que el primer ministro ha recibido. Creo que la respuesta de la población ante el coronavirus ha sido fantástica y eso ha quedado manifestado en los aplausos que ha dado al personal del NHS [Sanidad británica} cada semana”, subrayó el portavoz.

En esta crisis Downing Street está ofreciendo información con cuentagotas lo que da más pie a la especulación. Según el parte médico del lunes, el premier no tenía al cierre de esta edición neumonía, un punto realmente importante. En cualquier caso, según “The Times”, al líder tory le habían tenido que suministrar 4 litros de oxígeno. A los pacientes de la UCI se le puede suministrar un máximo de 15 litros.

El portavoz del Número 10 también recalcó que el “premier” había pasado “estable” la noche del lunes al martes y que se mantenía con “buen ánimo”. “Estamos siendo todo lo transparentes posible teniendo en cuenta la excepcionalidad de las circunstancias”, matizó la misma fuente, que también explicó que Johnson no había hablado ayer con el titular de Exteriores, Dominic Raab, la persona que se encuentra ahora al mando del Ejecutivo.

El responsable de la diplomacia británica ha tomado ahora las riendas. Pero, en la práctica, cualquier decisión debe ser consensuada por el Gabinete. Y en este sentido, la situación es bastante tensa porque hay división de opiniones respecto a la duración que debe imponerse al confinamiento.

La actual cuarentena está fijada hasta el próximo lunes, pero se da prácticamente por hecho que se ampliará por otras tres semanas endureciendo incluso más las medidas, ya que con el buen tiempo, muchos británicos están abusando del poder salir una vez al día a realizar ejercicio al aire libre. El pico de la pandemia se espera para finales de esta semana o principios de la próxima. El martes se había registrado nuevo récord de fallecidos en hospitales en las últimas 24 horas: 786 víctimas. Al cierre de edición, el número total de fallecidos ascendía a 6.159.

Con todo, el ministro del Tesoro, Rishi Sunak, ya ha mostrado su preocupación ante los efectos económicos y advierte que si el confinamiento se alarga más allá de junio, podría acabar siendo peor el remedio que la enfermedad.

Precisamente ayer fue cuando comenzó a llegar los hogares británicos la carta que envió el primer ministro a todos los ciudadanos pidiéndoles que se quedaran en casa “para proteger al Sistema Nacional de Salud y salvar vidas”. El párrafo que llama ahora más la atención es donde recalca que “las cosas empeorarán aún más antes de mejorar”.

Lo cierto es que nadie se mostró realmente preocupado cuando el pasado 27 de marzo, Johnson reveló por primera vez que había dado positivo por Covid-19. El “premier” lo comunicó personalmente a través de sus redes sociales con un video en el que mostraba buen aspecto. “Hola chicos” -relató con su habitual carisma- He desarrollado síntomas leves del coronavirus”.

Pero a los pocos días hubo otro video y el declive era evidente. El pasado jueves fue la última vez que se le vio públicamente cuando salió a la puerta de su residencia a aplaudir por los sanitarios y su cara era ya la de una persona enferma.

Finalmente, el pasado domingo por la noche fue ingresado en el hospital público de St Thomas, en Westminster, tras no presentar mejoría. Y lunes por la noche era trasladado a cuidados intensivos.

La situación es grave y tremendamente preocupante para su familia, entre ellos, su prometida Carrie Symonds, de 32 años, que está embarazada y también ha desarrollado síntomas leves por Covid-19 aunque no se ha realizado las pruebas.

El responsable de Sanidad, Matt Hanock, de 41 años, se contagió por el virus, pero logró superar la enfermedad tras siete días de aislamiento, al igual que el heredero, el príncipe Carlos, de 71 años. Sin embargo, al primer ministro, de 55 años, quien además no presentaba ninguna patología previa, se le ha complicado la situación.

Por su parte, el ministro del Gabinete del Reino Unido, Michael Gove, se tuvo que poner ayer en cuarentena en su domicilio después de que un miembro de su familia mostrara síntomas “leves” de coronavirus, aunque continúa trabajando con normalidad.

El todo poderoso estratega del “premier”, Dominic Cummings, y otro de sus asesores, Sir Eddie Lister, también están aislados en casa, por lo que el escenario político es tremendamente excepcional estos días.

En el Reino Unido, la población está conmocionada. Pero en un país que no cuenta con Constitución escrita la pregunta que inevitablemente se plantea ahora es qué ocurriría si se produce el peor de los desenlaces.

En el sistema político británico no hay una figura clara que sucede al primer ministro si éste queda incapacitado o fallece como sí ocurre en los Estados Unidos con el vicepresidente.

Por lo tanto, en caso extremo, la reina Isabel II, de 93 años -que se encuentra confinada en el Castillo de Windsor- tendría que seleccionar al candidato que le presentara el Partido Conservador para liderar el Gobierno.

La soberana, como Jefa de Estado, está siendo actualizada en todo momento de la situación. Con motivo ayer del Día Mundial de la Salud, la soberana agradeció en la cuenta oficial de Twitter de la Casa Real el “compromiso desinteresado y la diligencia” del personal sanitario del Reino Unido y el resto del mundo, que trabaja a diario para combatir la pandemia.

“La dedicación al servicio de innumerables enfermeras, matronas y otros trabajadores de la salud, en estas circunstancias tan desafiantes, es un ejemplo para todos nosotros”, afirmó.

Según Palacio, la monarca también mandó un mensaje de apoyo a la familia del “premier” y a su prometida deseando una pronta recuperación, deseos a los que se han sumado líderes de todo el mundo.