Coronavirus

Disuelto el enésimo motín en una cárcel argentina

Los presos de las prisiones de Argentina protestan por el hacinamiento y el riesgo al contagio de Covid-19

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La pandemia ha hecho “saltar por los aires” la ya de por sí delicada situación de las cárceles argentinas, convertidas en “mataderos”, centros de hacinamiento en condiciones insalubres donde los enfrentamientos y motines son comunes. El virus fue la mecha que encendió “la pólvora” de un conflicto latente. El último capítulo de esta “guerra entre paredes”: ayer, tras más de ocho horas de tiros y pedradas, los presos de la cárcel de Villa Devoto –en Buenos Aires-, determinaron levantar el motín en reclamo de prisión domiciliaria por temor a contagios de coronavirus Covid-19, después de firmar un acuerdo con las autoridades de diversas áreas de Gobierno.

La revuelta, que dejó como saldo once penitenciarios heridos, comenzó alrededor de las 9:20 del viernes cuando el grupo de presos, cerca de 40, de la Unidad 1 del penal tomó el control del sector y comenzaron a subir a los techos, tirando piedras hacia la calle. Escenas dantestas con reos empuñando de forma amenazante las facas –cuchillos artesanales-, afiladas.

Los presidiarios aseguraron que uno de los oficiales de seguridad dio positivo esta semana, por lo que temen por una eventual extensión del nuevo virus dentro de los pabellones.

Amotinados, los reclusos colgaron una bandera con el siguiente mensaje: “Nos negamos a morir en la cárcel”. Sacaron las chapas del techo con palos y arrojaron piedras y proyectiles a los alrededores. Además prendieron fuego colchones.

Cárceles, el infierno y la peste

El 20 de abril de 2019, en el sistema penitenciario federal se encontraban detenidas 14.157 personas, excediendo en más de un 20% por ciento la capacidad. Desde que comenzó la pandemia en marzo ha habido al menos seis motines en cinco cárceles –dos en Villa Devoto-. El más sangriento en la provincia fue en Santa Fe, con un saldo de cinco muertos. Si bien los presos reclaman mejores condiciones, también protestan porque las visitas y las salidas han sido paralizadas.

Además plantean como solución, indultos masivos que otros países como Perú o Bolivia ya están tramitando. Por tanto el motín de la cárcel de Villa Devoto es solo “la punta del iceberg”. Las prisiones de Argentina son una olla a presión y seguirán ardiendo.

Presos amotinados en Buenos Aires
Presos amotinados en Buenos AiresAGUSTIN MARCARIANReuters