Internacional

Líbano aprueba un plan de rescate y pedirá 10.000 millones de dólares al FMI

El primer ministro, Hasan Diab, implementará además una serie de reformas económicas para recuperar la confianza de la comunidad internacional

Lebanese President Michel Aoun heads council of ministers meeting
Hasan Diab, primer ministro libanés, durante una rueda de prensaDALATI AND NOHRA HANDOUTEFE

En medio de la peor crisis económica que sufre el Líbano en 30 años, con una deuda pública que supera los 90.000 millones de dólares; es decir el 170% del PIB, y con una población que ha montado en cólera, el gobierno ha aprobado hoy de urgencia un plan de rescate económico prevé un recorte financiero y reforzar los débiles cimientos del sector bancario para proteger los ahorros de los libaneses.

Con una devaluación del 60% de valor de la lira libanesa frente al dólar, el ejecutivo de Hasan Diab quiere equiparar el valor de la Libra Libanesa al cambio real con el dólar, que se maneja en las casas de cambio y no el oficial de los bancos que mantiene el valor estático de 1,500 LL por un dólar desde hace más de 20 años.

En un discurso a la nación, el primer ministro Hasan Diab anunció que su gobierno pediría más de 10 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI), además de implementar una serie de reformas económicas con la finalidad de recuperar la confianza de la comunidad internacional y desbloquear los 11 mil millones de dólares prometidos en la conferencia CEDRE de París en 2018.

Pese al confinamiento y el toque de queda nocturno impuesto para frenar la pandemia de COVID-19, que ha dejado hasta la fecha 725 contagiados y 24 muertos, las protestas se reanudaron en los últimos días tras varios meses de parón por la emergencia sanitaria.

La crisis económica ha obligado a un 45% de la población libanesa a situarse bajo el umbral de la pobreza. La curva del hambre ha crecido en estos meses previos por el confinamiento preventivo lo que ha llevado a muchos libaneses a perder su trabajo. Desde hace cinco noches, muchos libaneses desafiando el toque, han salido a la calle a protestar por el deterioro de sus condiciones de vida. Las protestas han sido especialmente violentas en Trípoli (norte) y Sidón (sur), acompañadas

de actos vandálicos como la quema de entidades bancarias y cajeros automáticos con cocteles molotov y enfrentamientos con el ejército que ha utilizado fuego real contra los manifestantes. Más de 40 civiles han resultado heridos y cerca de un centenar de militares en esta nueva ola de protestas por el encarecimiento de la vida y el alto índice de desempleo.

El paquete de reformas económicas está previsto implementarse en los próximos cinco años. Los libaneses se han cansado de esperar y hoy volverán a salir a las calles de todo el país en una marcha convocada como el día de la ira.