Covid-19

Corea y China batallan para frenar un rebrote de los contagios

Un joven que salió de bares el 2 de mayo es se ha convertido en el nuevo “paciente cero” de Seúl mientras Wuhan y Shulan encabezan la tasa de infección china

Quarantine workers spray disinfectants at night spots of Itaewon neighborhood, following the coronavirus disease (COVID-19) outbreak, in Seoul
Empleados del Gobierno desinfectan este lunes las calles del distrito de Itaewon, zona de ocio donde se han registrado nuevos focos de contagioYONHAPReuters

El Covid-19 no da tregua. Ni siquiera a los países que, hasta la fecha, han gestionado mejor su respuesta a la epidemia. Esto es lo que ha sucedido en Corea del Sur, una nación asiática que había logrado controlar la propagación del virus y que, a las puertas de retornar a las aulas y seguir reactivando la economía, su capacidad para contener el virus vuelve a ponerse a prueba. La causa de este repunte tiene que ver con un joven infectado que salió de marcha el pasado 2 de mayo por varios locales de la zona de Itaewon.

Desde entonces, las autoridades han confirmado 94 casos y están tratando de contactar con más de 5.500 personas que visitaron los locales nocturnos de este popular distrito entre el 24 de abril y el 6 de mayo. Según informaron las autoridades surcoreanas, 2.400 personas de esa lista ya han sido contactadas, pero todavía no se ha podido llegar a otras 3.000. De estas últimas, se cree que proporcionaron información falsa o están evitando ser identificadas.

Una de las razones podría ser que varios de los locales en los que ocurrieron los contagios son frecuentados por la comunidad LGTB, la cual está todavía muy estigmatizada en el país. Con el fin de preservar su identidad, el alcalde de Seúl, Park Won-soon, indicó que se ofrecerán pruebas anónimas y gratuitas.

De los 94 casos relacionados con el joven de Itaewon, 63 son visitantes de los clubes y 23 son miembros de sus familias y amigos con los que tuvieron contacto. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea del Sur (KCDC, según sus siglas en inglés) no especificó sobre los 8 casos restantes. Más de la mitad de ellos se concentran en Seúl, y el resto se reparte en otras seis provincias.

El repunte ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias, que temen una segunda oleada de contagios en un momento en el que Seúl comenzaba a relajar unas restricciones que habían ayudado a frenar la propagación del patógeno.

Entre ellas, pruebas masivas y rastreo de contactos, el uso de mascarillas, el distanciamientos social y otras medidas más drásticas en los lugares más críticos, además de la cooperación de los ciudadanos.

Con las 35 infecciones adicionales de ayer, la mayor cifra diaria desde el 9 de abril, el total de casos en el país asciende a 10.909 y a 256 fallecidos. Ante tal incremento y el temor a que el patógeno llegue a colectivos de riesgo, las autoridades de Seúl ordenaron el sábado el cierre de bares y clubes de ocio en la capital y pospusieron la fecha de vuelta a las aulas de mañana a, como mínimo, el 20 de mayo.

“Debemos impedir que el virus llegue a un grupo de alto riesgo y les cause daños graves”, afirmó la directora del KCDC, Jeong Eun-kyeong, quien alertó de la posibilidad de un “alto riesgo de contagios comunitarios” al haberse producido el brote entre personas jóvenes que, a veces, no muestran síntomas y continúan llevando una vida normal.

Para evitarlo, Son Young-rae, estratega epidemiólogo en la sede central de gestión de desastres del Gobierno surcoreano indicó que están ejecutando “un sistema de monitoreo y detección constante en toda nuestra sociedad para evitar que explote rápidamente en cientos o miles de casos como tuvimos en el pasado". Aún así, considera que “una segunda oleada de contagios es inevitable”.

Precisamente, en China, donde la semana pasada se redujo el nivel de alerta en todo el país tras tres semanas consecutivas sin muertes y apenas casos, dos brotes separados de Covid-19 han aumentado los temores de una nueva oleada de infecciones. El primero, en Shulan, una ciudad de la provincia de Jilin, donde se han registrado 14 casos en los últimos dos días relacionados con una mujer de 45 años que fue diagnosticada con el patógeno el pasado jueves.

El segundo, en Wuhan, la capital de la provincia de Hubei y epicentro de la pandemia, donde se confirmaron seis nuevos casos entre el sábado y el domingo, los primeros desde que las estrictas medidas de confinamientos y bloqueo de la ciudad se levantaran hace un mes.

Estos dos focos han puesto en alerta de nuevo a las autoridades chinas, que elevaron el nivel de riesgo tras informar ayer de 17 nuevos casos confirmados, con 7 casos importados y 12 nuevos pacientes asintomáticos. "Debemos tener en cuenta siempre que hay que controlar tanto los casos importados como los casos locales para mantener a raya un posible resurgimiento del Covid-19″, insistieron.