Unión Europea

España, a la cola en la reapertura del espacio Schengen

Sánchez insiste en retrasarlo al 1 de julio, mientras la mayoría de países de la UE lo hará el 15 de junio. Madrid y Roma piden ayuda a Bruselas para no ser discriminados en el levantamiento de los controles fronterizos

Italy allows free movement across the country following the coronavirus outbreak in Milan
Viajero protegidos con mascarilla esperan en los andenes de la estación central de MilánFLAVIO LO SCALZOReuters

España quedará en el furgón de cola en la apertura de las fronteras interiores europeas dentro del espacio Schengen. Mientras la mayoría de los Estados europeos habrán levantado sus restricciones de viaje a partir del 15 de junio, España figurará en el grupo de los rezagados junto a los países del Este, que rechazan fijar una fecha concreta.

Ayer, se reunieron los ministros del Interior de la UE, en una cita telemática, con el objetivo de coordinar este tipo de medidas y de no repetir los mismos errores cometidos durante la primera fase de implantación de los controles en las fronteras. Una etapa inicial en la que primaron las decisiones unilaterales, el caos y el sálvese quién pueda, ante los intentos de frenar el coronavirus. «Existe un acuerdo con la mayoría de los países Schengen para reabrir las fronteras internas a partir del 15 de junio. Hay una serie de excepciones a esto, incluida España, que establece como fecha el 1 de julio», escribió en Twitter el ministro belga de Interior, Pieter De Crem.

A pesar de la dificultad de establecer una fecha común, la Comisión Europa confía en que el 1 de julio se produzca la vuelta a la normalidad y la ausencia de controles interiores dentro del espacio sin fronteras Schengen se convierta en la nota dominante. Aunque Bruselas intenta liderar este proceso, la facultad de cerrar o abrir fronteras sigue siendo una competencia nacional.

Por eso, mientras Italia decidió terminar con las restricciones el pasado tres de junio como modo de reactivar el turismo y adelantarse en la carrera, otros países como Francia, Alemania o Bélgica han anunciado que seguirán sus pasos el día 15. «Personalmente, creo que regresaremos al pleno funcionamiento del espacio de Schengen para finales de junio», aseguró la comisaria de Interior, Yvla Johansson, tras la videoconfencia.

El Ejecutivo comunitario recuerda que la apertura de fronteras debe realizarse de forma no discriminatoria, sin primar unas nacionalidades sobre otras, y basándose en criterios de salud pública. En la estrategia presentada a principios de mayo como modo de salvar la temporada turística de verano, Bruselas recomienda la apertura gradual de fronteras en tres fases y entre regiones con un nivel epidemiológico similar.

En el caso de España, la ministerio de Industria y Turismo, Reyes Maroto, anunció la apertura de fronteras el 22 de junio, pero las discrepancias con Portugal, que no había sido avisada de esta medida, obligaron a una rectificación pocas horas después. Tras este incidente diplomático, el Gobierno español mantiene que abrirá las fronteras el 1 de julio.

A pesar de que otros países ya han dado este paso o lo harán próximamente, Madrid y Roma han comprobado que vecinos como Austria, Alemania o Francia han decidido discriminar a los nacionales italianos y españoles, ya sea por las dudas sobre el avance de le epidemia al tratarse de países especialmente castigados ,o por represalias a la cuarentena impuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez, como es el caso de Francia.

Esto ha propiciado que los dos Gobiernos hayan decidido enviar una misiva a la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von de Leyen, en la que piden su intervención en aras de evitar este tipo de sucesos. «Para que la recuperación sea efectiva y armoniosa, el levantamiento de las restricciones de nuestras fronteras interiores debe llevarse a cabo de forma coordinada y no discriminatoria y basado en criterios epidemiológicos comunes, claros y transparentes», asegura la carta. Según fuentes diplomáticas, en la reunión de ayer no se abordaron estos hechos concretos, sino la situación general.

Además, este encuentro sirvió para abordar la apertura de las fronteras exteriores europeas con el objetivo de permitir los viajes a territorio comunitario de ciudadanos extracomunitarios. Hasta ahora, tan solo está permitida la vuelta de nacionales atrapados en terceros países o trabajadores esenciales como diplomáticos, investigadores o médicos. El cerrojazo a cal y canto de las fronteras exteriores europeas supone un hecho sin precedentes en la historia del club comunitario. Ni siquiera tras los atentados del 11 -S se planteó una decisión tan drástica.

Esta prohibición expira el próximo 15 de junio y una mayoría de países aboga por una nueva extensión de, al menos, dos semanas más. El objetivo reside en que la apertura de las fronteras interiores europeas preceda cualquier decisión sobre las exteriores. El Ejecutivo comunitario ha adelantado que presentará la próxima semana una nueva propuesta de una «prorroga corta» que vendrá acompañada de una serie de criterios que respondan a la diferente situación epidemiológica en el mundo.

Aunque hay capitales como París que están presionando para que la apertura de fronteras exteriores sea una realidad el 1 de julio, hay un grupo de Estados que no saben si podrán tomar una decisión para esta fecha. Según reconoció Johansson, hay diferencias entre las cancillerías europeas sobre qué criterios deben utilizarse para permitir la entrada de nacionales de terceros países. La coordinación, una vez más, no resulta fácil.