Jair Bolsonaro
Los periodistas demandarán a Bolsonaro por poner en riesgo su vida al anunciar positivo
El presidente de Brasil, quien ha minimizado los efectos de la pandemia, volvió a hacer de las suyas durante la rueda de Prensa para informar sobre su contagio
Al final el coronavirus llegó al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Desde que la pandemia comenzó a expandirse por todo el mundo fue uno de los principales líderes en oponerse a tomar medidas para cuidar a su población. Finalmente el Karma existe.
Por medio de una conferencia de prensa improvisada a las afueras del Palacio da Alvorada resumió: “Simplemente dio positivo. Estoy bien hasta tengo ganas de dar un paseo”. De hecho, habló a pocos centímetros de distancia de los periodistas y la única medida de protección fue una de esas mascarillas descartables que siempre despreció en público.
Desafiando todas las normas pre-establecidas por la OMS, da apenas unos pasos hacia atrás, se quita la máscara para agradecer a quienes rezaron por su salud. Al mismo tiempo, aceptó las críticas por su posición frente a la pandemia, pero defendió su postura. Volvió a remarcar que con las restricciones el pueblo va a morir igual, pero de hambre.
De hecho, horas después, la Asociación Brasileña de Prensa (ABI) anunció que presentará una demanda ante la Corte Suprema contra el presidente del país, Jair Bolsonaro, a quien acusa de “poner en peligro” la vida de los periodistas que acompañaron el anuncio de su positivo al nuevo coronavirus.
“A pesar de saber que estaba infectado con la COVID-19, el presidente Jair Bolsonaro continúa actuando de forma criminal y poniendo en peligro la vida de otras personas”, dijo el presidente de la ABI, Paulo Jerónimo de Sousa, en un comunicado.
Según recoge Efe, De Sousa denunció que el mandatario “rompió el aislamiento recomendado por los médicos” y “recibió a periodistas de medios de comunicación que considera afines” a sus políticas para “informarles personalmente” de que está infectado con el patógeno.
“La vida continúa”
“Como presidente, estoy en primera línea”, expresó. Bolsonaro continuó subestimando a la COVID-19 que solo en Brasil alcanzó más de 1,6 millones de contagios y más de 65 mil muertes. Con un tono de desdén, dijo que “la vida continúa y es necesario cuidar a los ancianos, pero no hay necesidad de entrar en pánico”.
Sin embargo, el pueblo brasilero está segundo en el puesto de los países con mayores casos por coronavirus, superado solo por Estados Unidos. El modelo a seguir, según el propio Bolsonaro.
“Si no se trabaja, la situación va a estar complicada y el efecto colateral de la economía va a ser peor que la pandemia”, explicó. Para el jefe de Estado brasileño esta fue la oportunidad perfecta de seguir mostrando que está a la cabeza. Comandando el país y enviando un mensaje claro a la oposición “aquí estoy yo”.
El análisis político da cuenta que utilizará esta situación para su conveniencia. Podrá hasta inclusive hacer de mártir y seguir calificando a una enfermedad que azota al mundo como sólo una “gripecita”. La decisión de hacer público los resultados es parte de la jugada. “Yo no huyo de mis responsabilidades”, puntualizó.
De acuerdo con los informes médicos, el presidente brasileño se realizó hizo el test el lunes luego de empezar el domingo pasado con una “seria indisposición”. El cuadro se había agravado con “malestar, cansancio, un poco de dolor muscular” y 38 grados de fiebre. Destacó su buen estado físico y que tiene los pulmones “limpios”.
Alargando su diálogo con los periodistas que miraban de reojo lo cerca que les hablaba defendió el uso de la cloroquina, una droga para la malaria con la que se había experimentado para el tratamiento. Aunque los médicos no lo recomiendan para el coronavirus. Tras una segunda toma aseguró sentir una mejoría.
Hábil para convertir cualquier situación en lo que él considera una victoria, evitó ser el foco de atención durante mucho tiempo y en todo momento trató de cambiar la temática. Ante la insistencia de los periodistas, Bolsonaro tomará medidas establecidas en el protocolo para evitar contagiar a terceros.
Dijo que había recibido el resultado del test hacía una hora y que decidió hacerlo público para que no hubiera ninguna duda sobre su estado: “Estoy en el frente de combate. Yo no huyo de mis responsabilidades”.
La actitud del líder del Partido Social Liberal siempre consideró las cuarentenas como un “crimen” porque llevarían a la ruina económica. En medio de la emergencia ha ido a marchas en contra del aislamiento social, paseándose por barrios de Brasilia, conversando con vecinos casi siempre sin mascarilla donde su uso es obligatorio.
Este fanatismo lo llevó a participar de manifestaciones a favor del “cierre” del Congreso y el Parlamento mediante una “intervención militar” para consolidar su poder y provocar aglomeraciones.
Por otra parte, la mitad de la comitiva que lo había acompañado a Estados Unidos, formada por unas 40 personas, dio positivo para covid-19. Su hijo Eduardo y su esposa Michelle de Paula también se realizaron exámenes.
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