Brasil

Bolsonaro, positivo en coronavirus

El presidente de Brasil se ha hecho la prueba de covid-19 tras encontrarse mal y tener fiebre. El mandatario se está tratando con hidroxicloroquina

El fantasma del coronavirus persigue al presidente brasilero, Jair Bolsonaro: Tiene fiebre y podría estar contagiado. El mandatario dijo que tiene 38 grados, 96 por ciento de oxígeno en la sangre y está tomando hidroxicloroquina. Es lo que los santeros brasileños denominan Karma.

Bolsonaro, anunció que se sometería a un nuevo test del coronavirus tras realizar una consulta médica. “Vengo del hospital, me hicieron una radiografía del pulmón, está limpio, voy a hacer el examen de la covid de aquí a poco, pero está todo bien”, dijo el jefe de Estado a un grupo de seguidores al llegar al Palacio de Alvorada.

El resultado de la nueva prueba de la COVID-19 a la que fue sometido el presidente de Brasil, uno de los pocos líderes mundiales negacionistas sobre la gravedad de la pandemia, se esperaba conocer hoy después de que el presidente presentase síntomas.

Finalmente, los resultados han dado positivo, según confirmó AP.

Bolsonaro ya se sometió a dos tests que dieron negativo en marzo tras una visita a Estados Unidos cuando más de 20 ministros y asesores contrajeron la enfermedad. La semana pasada declaró que pudo haberse infectado, pero no tuvo síntomas, además reiteró su oposición a la cuarentena y a otras medidas para contener el contagio.

Decreto contra las mascarillas

Al mismo tiempo, firmó un decreto que veta el uso de mascarillas en las cárceles donde alojan cerca de 750.000 presos, una medida cuestionada por representantes de los funcionarios de prisión. El ultraderechista también desestimó el uso obligatorio de las máscaras faciales contra la covid-19 en comercios, iglesias y escuelas.

Un decreto publicado en el Diario Oficial eliminó de un proyecto de ley aprobado por el Parlamento un punto en el que se establecía “la obligatoriedad del uso de máscaras de protección individual en los establecimientos penitenciarios y de cumplimiento de medidas socioeducativas”.

En el caso de las máscaras en lugares cerrados, el Gobierno ha alegado que la obligación de uso podía incurrir en una “posible violación de domicilio” contraria a la Constitución. Argumentado que el proyecto del Congreso suponía que esa prevención debería ser extensiva a todas las residencias y los ámbitos privados.

Brasil es desde hace semanas uno de los epicentros globales de la pandemia. Según los últimos balances oficiales, suma hasta ahora casi 65.000 muertos y más de 1,6 millones de personas contagiadas.

Los datos sobre la incidencia del coronavirus en el sistema de prisiones, uno de los más poblados y hacinados del mundo, afirman que han registrado unos 5.000 casos confirmados y 70 muertes, sin embargo no son actualizados regularmente.

Los vetos de Bolsonaro a las normas sobre el uso de mascarillas aún serán analizados por el Parlamento, que podría dejarlos sin efecto. De todas maneras, no anularían las medidas adoptadas por gobernadores y alcaldes que han impuesto ese tipo de prevención en casi todo el país.

En cuanto a la hidroxicloroquina, el medicamento en el Bolsonaro insiste en confiar y con el que se está tratando, la OMS ya rechazó su efectividad. El presidente determinó autorizar la prescripción del remedio siempre que el paciente firme un documento en el que asume los riesgos de su consumo.