Beirut

Un rescate con zancadillas en Beirut mientras el gobierno se tambalea

Equipos internacionalesse quejan de obstáculos de la autoridad local en la investigación y salvamento. El hangar 12 pudo almacenar pólvora junto al nitrato de amonio. Dimiten varios ministros

Aftermath of Beirut protests
Beirut vivió este domingo una segunda jornada de protestas masivas por la explosiónWAEL HAMZEHEFE

Nuevas informaciones han surgido en las ultimas horas sobre esta tremenda explosión de Beirut, que ha dejado más de 150 muertos y más de 5.000 heridos. El diario británico «The Guardian», citando fuentes portuarias, ha revelado que en el almacén 12 del puerto de Beirut no solo estaban almacenados este fertilizante altamente explosivo, sino que además se habían trasladado allí «entre 30 a 40 bolsas de nailon de fuegos artificiales».

Según el testimonio de uno de los trabajadores del puerto al que le ordenaron almacenar las bolsas de fuegos artificiales, éste dijo que intentó alertar a las autoridades de la peligrosidad de juntar pólvora con nitrato de amonio, pero sus advertencias no fueron atendidas.

Yusuf Shehadi, ex empleado portuario, dijo que unos trabajadores estaban intentando arreglar una puerta fuera del almacén 12 con un soldador antes de la explosión. «Esto fue a las 5 de la tarde, y después de 30 minutos vieron humo. Llegaron los bomberos y también la seguridad del Estado. Todos murieron. Creo que este trabajo de reparación condujo a esta catástrofe», relató a «The Guardian».

Pero las autoridades libanesas siguen sin querer tomar responsabilidades por la explosión. El gobierno libanés esta aceptando a medias las ofertas internacionales para ayudar a encontrar a supervivientes e investigar las causas del desastre y alguno de los equipos de rescate internacionales se han quejado de que su trabajo se ha visto entorpecido y denuncian que en el lugar donde fue la explosión llegaban ambulancias y camionetas sin identificación e ingresaban repetidamente al lugar, lo que hace sospechar que Hizbulá haya enviado a su gente allí. Un equipo holandés se quejó de que cuando llegaron las autoridades libanesas no permitieron a perros rastreadores que traían con ellos entrar, porque no esta permitido.

Más protestas con ira

Por segundo día consecutivo, los manifestantes han regresado a la Plaza de Los Mártires de Beirut para protestar por la negligencia de las autoridades al haber permitido que 2.750 toneladas de nitrato de amonio estuvieran almacenadas en el puerto en un hangar sin ningún tipo de medida de seguridad. Al caer la tarde, los manifestantes se enfrentaron con ira contra las fuerzas del orden, tirándoles escombros de la explosión y algunos intentaron de nuevo entrar a la Plaza de la Estrella, donde se ubica el Parlamento libanés.

«Que se vayan ya y nos dejen a nosotros, que podemos manejarlo sin ellos. No confío que vaya a ver elecciones anticipadas. Llevo oyendo esto desde que nací y siempre a sido más de lo mismo. No creemos nunca más en sus promesas», explicó Raya, que ha perdido su casa y a varios seres queridos. «Es duro decir que estamos acostumbrados a perder a los nuestros. No sé, creo que mi alma murió hace tiempo», agregó con determinación.

A pocos metros de ella, Mariam, se colocaba la máscara de gas a la espera de que la policía antidisturbios empezara a disparas botes de gas y pelotas de goma contra los manifestantes. «No confiamos en ellos. Estamos gobernados por señores de la guerra, capos de la mafia y asesinos. Queremos elecciones nuevas y un gobierno elegido por el pueblo. Llevamos pidiendo esto desde octubre y todavía no lo han entendido», advirtió esta manifestante.

El Gobierno libanés empieza a hacer aguas y los primeros en abandonar el barco han sido los ministros de Información y Exteriores y ayer los de Medioambiente y de Economía presentaron su dimisión en la reunión de urgencia organizada por el primer ministro Hasan Diab. Además, al menos seis miembros parlamentarios han presentado su renuncia y el embajador del Líbano en Jordania ha dimitido de su puesto diplomático.

Para que se disuelva el Gobierno se necesita que al menos 7 de los 20 ministros renuncien, y al finalizar el encuentro, sus socios de gobierno, Hizbulá y La Corriente Patriótica Libre del presidente Michel Aoun, le aseguraron a Diab que el gobierno no caerá. Pero en la calle se siente lo contrario y se toman la venganza ocupando ministerios. Un grupo de manifestantes saqueó y incendió el Ministerio de Obras Públicas, cuya competencia es, precisamente, la de supervisar el puerto del que surgió la enorme explosión.

El Líbano está viviendo las protestas más violentas y masivas desde que empezó el movimiento de la revolución en octubre, con una ira desbordada que no parece tener fin, después de haber enterrado a 150 muertos y todavía cerca de un centenar siguen desaparecidos.