Unión Europea

La UE castigará a Rusia por el «caso Navalni»

Los Veintisiete ultiman la lista de personas sancionadas por el envenenamiento del líder opositor

Vladimir Putin, junto al ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu (dcha) y el viceministro de Defensa, Valery Gerasimov (izda.), en septiembre de 2020
Vladimir Putin, junto al ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu (dcha) y el viceministro de Defensa, Valery Gerasimov (izda.), en septiembre de 2020MICHAIL KLIMENTYEV / SPUTNIK / KEFE

Todos los caminos llevan a Moscú, pasando por Minsk. Los Veintisiete decidieron este lunes dar luz verde a la ampliación de la lista de sancionados por el envenenamiento del opositor ruso Alexei Nalvani. A pesar de que no hubo dudas a la hora de dar este paso político, fuentes diplomáticas explican que aún es necesario más tiempo de trabajo para acotar esta lista y el secretismo es máximo a la hora de dar pistas sobre las personalidades finalmente sancionadas.

En enero de 2019, los Veintisiete aprobaron otra batería de sanciones contra Moscú que se sumaron a las existentes por la anexión de Crimea en 2014 y que incluyeron los dos máximos dirigentes del servicio de inteligencia ruso (GRU) y los dos sospechosos del ataque químico de Salisbury (Reino Unido) contra el ex espía Sergei Skripal.

La investigación independiente de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ha avalado que el opositor ruso fue envenenado siguiendo el mismo «modus operandi» que contra Skripal. Se espera que las personalidades involucradas en este nuevo ataque con sello del Kremlin sufran la congelación de sus activos en suelo europeo y la prohibición de visado.

Esta decisión fue ayer posible tras la presión proveniente del eje franco-alemán, que acudió al encuentro de los ministros de Exteriores de la UE con esta propuesta bajo el brazo y que ya había anunciado sus intenciones un día después de conocer el resultado de las pesquisas de OPAQ.

Todo indica que el endurecimiento del tono de Berlín ha sido clave en esta ocasión, ya que Alemania ostenta la presidencia rotatoria de la UE. De hecho, el titular de Exteriores germano, Heiko Maas, también acudió con la propuesta de incluir al líder bielorruso, Alexander Lukashenko, dentro de la lista de sancionados por la celebración de los comicios fraudulentos del 9 de agosto y la posterior represión contra las fuerzas opositoras. Hasta el momento, los Veintisiete habían dudado sobre este paso al frente, ya que esto supone romper toda posibilidad de diálogo con el considerado el último dictador de Europa. La principal líder de la oposición, Svetlana Tijanovskaya, había pedido encarecidamente a los Veintisiete que Lukashenko fuera incluido en la lista y se desplazó a Berlín para ver a Angela Merkel.

En 2016, la UE levantó gran parte de sus sanciones contra Bielorrusia después de que Lukashenko anunciara a liberación de los disidentes políticos presos en las cárceles y se alejara de Rusia tras la anexión de Crimea. Los miedos al expansionismo ruso hicieron que la UE albergara esperanzas de un acercamiento con Minks, pero todo indica que Bielorrusia vuelve a acercarse peligrosamente a la órbita rusa.

El texto consensuado hoy asegura que «de acuerdo con el enfoque gradual de la UE, la Unión está dispuesta a tomar más medidas restrictivas, incluso contra entidades y funcionarios de alto rango, incluido Lukashenko». El máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, fue más explícito y no dudó en anunciar que las cancillerías europeas han avalado la inclusión del líder de Bielorrusia en la lista de castigados. Este acuerdo político debe recibir la luz verde oficial de las cancillerías europeas y entrará en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial de la UE.

Asimismo, los Veintisiete apoyaron los esfuerzos de Borell, para «seguir facilitando el diálogo» entre régimen y oposición en Venezuela después de que la misión diplomática enviada a finales de septiembre no consiguiera el aplazamiento de las elecciones del 6 de diciembre y que no cuentan con el aval de los Veintisiete. A pesar de esta renovación del mandato, la ministra de Exteriores española reconoció ayer que «la ventana de oportunidad se va estrechando más».

La semana pasada, Borrell debió enfrentarse a las críticas del Partido Popular, Ciudadanos y Vox en el hemiciclo europeo. Según estas fuerzas políticas, con esta misión diplomática Borrell intentó “blanquear” al régimen de Maduro.