Elecciones en EEUU 2020
Trump rico, Trump pobre: los hábitos del presidente de Estados Unidos
El mandatario se levanta a las 5 de la mañana y se acuesta a la 1. Cada día trabaja unas 16 horas. No suele desayunar. Estas son las principales costumbres del magnate, algunas propias de millonario, otras de persona pobre
En muchos rincones de Florida, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es el nuevo mesías de la clase trabajadora. Y su perfil como empresario resulta de lo más atractivo para sus votantes. Le ríen las gracias, le jalean, le admiran como presidente, como persona seria y, sobre todo, les fascina su papel de “patrón”, el líder de un valioso imperio inmobiliario que crea puestos de trabajo. La mayoría de sus votantes coinciden en este argumento: toda la bonanza económica del país es gracias al presidente empresario. Los malos resultados de este año, son culpa del coronavirus, un mal global que afecta a todo el mundo.
El escritor Tom Corley, especializado en grandes fortunas y en cómo hacerse rico ha compartido con LA RAZÓN el perfil que meticulosamente ha trazado sobre el presidente Donald Trump durante los últimos años. Corley, que ha escrito libros como “Riqueza sin esfuerzo” o el best-seller “Rich habits: The Daily Success Habits of Wealthy Individuals”, es decir, “Hábitos de ricos: las costumbres exitosas diarias de las personas adineradas”, nos cuenta las claves del día a día de Trump.
Así, según Corley, Trump se levanta a las 5 de la mañana y se acuesta a la 1. Cada día trabaja unas 16 horas. No suele desayunar, pero ocasionalmente toma huevos con bacon. A la hora de comer, si está en la oficina -o ahora en la Casa Blanca-, toma un sándwich, si no, come en un restaurante. Para cenar, suele recurrir a los restaurantes: cena fuera de casa al menos cinco días a la semana.
De acuerdo con el exhaustivo inventario de Corley, su comida favorita son los huevos con bacon. Y su deporte, el golf. Pasa menos de una hora viendo televisión de entretenimiento, Trump se decanta más por programas informativos como Fox News, Fox Business y Morning Joe.
Entre sus hobbies está el golf y pasar tiempo con la familia.
Su modo de vestir de diario son trajes a medida. Por la noche, siempre según Corley, duerme con ropa interior y una camiseta.
En cuanto a las palabras que más usa, cabe recordar que en inglés los adjetivos no tienen género, son: “abrazo”, “grande”, “increíble”, “tremendo”, “asqueroso”, “rápido”, “empresario”, “moneda”, “agradable”, “desgracia” y “precioso”. Lo cierto es que en el mitin del presidente de este domingo en Opa-locka las mencionó casi todas. Personalmente, añadiría “bueno”, “mejor”, “economía” y “récord”.
Lee tres horas por la mañana y algo por la noche. Suele leer el “Wall Street Journal”, blogs económicos, artículos de internet y material sobre el mercado inmobiliario y crecimiento personal. Es más, de acuerdo con Corley, suele leer tres libros al mes. Su género preferido son las biografías, las novelas históricas, políticas, filosóficas y la autoayuda.
Seis horas al teléfono
Pasa al teléfono unas seis horas al día. “Desde que se ha convertido en presidente habla una hora con la familia y cinco sobre asuntos relacionados con el Gobierno”, explica Corley.
Su rutina por la mañana es levantarse a las 5 de la mañana, leer unas tres horas y prepararse para el trabajo. Por la noche, su rutina es trabajar, ver la televisión y leer un libro.
Trump no bebe alcohol. Tampoco medita. Lo que sí hace es una lista de cosas qué hacer. Antes se hacía la suya propia, ahora se la hacen.
Los fines de semana trabaja y lee. Cuando no está de viaje, juega al Golf o pasa tiempo con la familia. Se comunica a diario con miembros de su familia, gente de la Administración o por motivos gubernamentales y colegas empresarios.
Le gusta mucho la comida basura, tanto los snacks como la comida rápida.
¿Qué hábitos tiene el presidente de persona pudiente y cuáles no?
Como gurú de los hábitos de los ricos, Corley ha pasado por su escáner al presidente Trump.
Con una fortuna valorada en más de 2.000 milliones de dólares (ha sufrido un fuerte varapalo por la pandemia), Corley asevera que uno de los hábitos que el presidente tiene de no pudiente es que tiene sobrepeso. “Trump pesa unos 110 kilos. Lo ideal para un hombre que mide 1,91 m es no pesar más de 80 kilos. Por lo que Trump tiene un sobrepeso de 30 kg. Esto puede acarrear numerosos problemas de salud. Queremos que nuestro presidente esté sano”.
Vayamos a una costumbre de rico: “Compromiso con el trabajo duro. Trump trabaja 16 horas al día. Es una bestia de carga. No debe extrañar que sea tan exitoso. Él trabaja con más ahínco que sus competidores”.
¿Un hábito de pobre? El sueño inapropiado del mandatario. “Trump duerme cuatro horas al día. Dormir cuatro horas al día es muy poco sano. Significa que no logras entrar en suficientes ciclos de sueño (cuatro es lo mínimo)”, explica Corley. “Puede que Trump sea uno de esa casta única que es capaz de lograr cuatro ciclos de sueño de 60 minutos cada día. Para el resto de las personas, el ciclo dura 90 minutos. Dormir es importante para la salud del cerebro y la formación de memoria y retención. Dormir permite al cerebro hacer limpieza, deshacerse de los radicales libres y basura que se acumula dentro y en las células del cerebro mientras estás despierto. La falta de sueño puede resultar en la construcción de una placa amiloide, que se asocia con la enfermedad de Alzheimer”, indica Corley.
Otro hábito de no pudiente es que no práctica suficiente ejercicio. “Trump no hace deporte a diario”. Además, cuando juega al golf usa el carrito, con lo que reduce el ejercicio y contribuye a su exceso de peso. Si caminara, el golf se convertiría en ejercicio, que es un hábito de pudiente.
Según Corley, un rasgo que tienen los millonarios es que leen para aprender cada día. “Trump pasa alrededor de 4 horas leyendo para aprender todos los días. Su género de libros también es un hábito de rico: Trump lee para crecer y aprender, un rasgo común de todos los millonarios que se hicieron a sí mismos y que descubrí en mi investigación sobre hábitos ricos”.
Abstemio
Otro hábito de pudiente es que no consume alcohol. “Beber demasiado alcohol es un mal hábito. Evitar el alcohol por completo es un hábito de rico”, argumenta Corley.
Sin embargo, un hábito que comparte con la gente pobre es una mala alimentación. El presidente “come bacon con frecuencia, lo cual no es saludable. También come demasiada comida basura, comida basura y bocadillos. Comer más de 300 calorías no es saludable y es un mal hábito”, según descubrió Corley en su Rich Habits Research.
La lista de prioridades/tareas pendientes. “Planificar el día es una costumbre de rico que tienen en común los millonarios hechos a sí mismos”, manifiesta Corley. “Trump tenía este hábito, incluso antes de convertirse en presidente”.
Madrugar y familia
Otra costumbre de rico es madrugar. De acuerdo con Corley y tal y como escribrió en su “Rich Habits Study”, los millonarios que se hicieron a sí mismos se despertaron al menos tres horas antes de comenzar su trayecto a su trabajo habitual.
Por último, Corley destaca que la familia es un hábito de persona pudiente. “Trump está dedicado a su familia, como lo demuestra la cantidad de tiempo que pasa con ellos”.
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