covid-19
Detenciones, aislamiento e insalubridad: así son las cuarentenas forzosas en Argentina
Se critican las medidas tomadas por considerarlas injustas, excesivas y privativas de libertad
Pese a la ratificación de la gestión sanitaria que se ha llevado a cabo para frenar la ola de contagios en la provincia de Formosa, el número de denuncias en contra de los gestores sanitarios de la localidad ha aumentado por mantener confinadas a personas desde hace más de dos semanas pese a haber tenido ya resultados negativos en sus PCR.
Mario Arce, diputado del partido Unión Cívica Radical, acusó al gobernador Gildo Insfrán por violación de derechos humanos por el funcionamiento del Estadio Cincuentenario. Además, señaló que lo que ocurre en ese lugar se repite en otros sitios de Argentina, así como casos de violación de domicilios o detenciones forzosas en comunidades aborígenes.
“No es muy diferente a lo que sucede en el resto de las localidades del interior, donde se registran situaciones de violación de domicilio, abuso de autoridad y detenciones forzadas contra ciudadanos, que también son privados de su libertad y llevados a lugares que no reúnen las condiciones adecuadas”, señaló al diario La Nación.
Otros cargos públicos argentinos han denunciado el caso y reclaman la libertad de estos individuos que están recluidos en centros de aislamiento para, supuestamente, evitar el contagio de covid, pero que finalmente están impedidos de su libertad de una forma arbitraria.
A este escenario se suma la protesta de Héctor López Cano, un médico que trabaja en el Hospital Central de la ciudad de Formosa en las áreas de urgencias y de terapia intensiva y que lleva cinco días en huelga de hambre por la “arbitrariedad” de su aislamiento.
López Cano explicó a La Nación que para salir de su provincia le realizaron tres test. “Con tres PCR negativos que cubrían el tiempo de vida del virus me debía ir a mi casa o, al menos, hacer cuarentena en mi casa”, se quejó. Sin embargo, la autoridades provinciales determinaron que debía aislarse por dos semanas.
“No quise ir a un centro comunitario por cómo están; me dieron la opción de un hotel, que pago. A los 20 días sin el virus pedí que me dieran cuarentena domiciliaria: me la negaron e inicié la huelga de hambre.
Más denuncias por las detenciones
“Efectivos policiales fueron a casa y tocaron el timbre. Nos quedamos shockeados, estábamos durmiendo con nuestros hijos de 7 y 8 años”, relata Laura Rodríguez una psicólogo cuyo esposo dio positivo por coronavirus. Luego de esto, fueron enviados a un centro de aislamiento municipal.
“Hay medidas arbitrarias y que bordean lo represivo. Me sentí muy vulnerada y muy ultrajada”, contó Rodríguez.
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