Debate de las armas

Al menos nueve muertos y varios heridos tras un tiroteo en una estación ferroviaria en San José (California)

El atacante, identificado como Samuel Cassidy de 57 años, falleció tras ser abatido. Era un empleado del depósito ferroviario donde tuvieron lugar los disparos

Estados Unidos amaneció de luto este miércoles con una nueva masacre atribuida a un pistolero que dejó al menos ocho muertos. La nueva matanza tuvo lugar en unas instalaciones de la Autoridad de Transporte del Valle de San José, California. El tirador -identificado como Samuel Cassidy de 57 años- habría sido declarado muerto, según informó el portavoz de la oficina del sheriff local, Russell Davis.

Davis también añadió de que la policía sospechaba que podía encontrar bombas dentro del edificio. Mientras los servicios de emergencia atendían a los heridos y los artificieros buscaban los posibles explosivos, el alcalde de San José, Sam Liccardo, expresó el dolor «por las familias y los compañeros de trabajo, porque sabemos que muchos están sintiendo profundamente la pérdida de sus seres queridos y sus amigos. Es un momento para que nos repongamos, para entender lo que sucedió, para llorar y para ayudar a curar a los que han sufrido».

Cassidy era un empleado del depósito ferroviario donde tuvieron lugar los disparos, al igual que varias de las víctimas. VTA es una entidad pública que ofrece además servicios de autobuses y de otros transportes suburbanos y que cuenta con unos 2.000 trabajadores. El supuesto atacante se habría disparado en el lugar de los hechos después de tirotear a sus compañeros, según señalaron fuentes policiales citadas por medios estadounidenses.

Aproximadamente 100 trabajadores del VTA, en su mayoría hombres y algunos miembros de la familia, fueron escoltados desde la Oficina del Sheriff a un auditorio más grande al otro lado de la calle.

La policía también investiga un incendio que se produjo en una casa en San José que pertenece al hombre abatido en el tiroteo. Las autoridades dijeron que la vivienda se incendió antes de que comenzaran los disparos. En la casa no había nadie, pero sí se han encontrado grandes cantidades de cartuchos de munición y bidones de gasolina.

Más de 230 tiroteos en lo que va de año

Hasta la fecha, entre el 1 de enero y el 26 de mayo de 2021, han tenido lugar 231 tiroteos masivos en Estados Unidos, aquellos en los que el número de víctimas -sin contar con el atacante- es de 4 o más personas. El número de fallecidos en estos incidentes durante los primeros cuatro meses del año asciende a 206 muertos y 693 heridos. En total, en 2021, Estados Unidos acumula ya 14 incidentes calificados como asesinatos masivos, con 4 o más muertos además del asesino.

Según datos recopilados por la página web Gun Violence Archive y el periódico New York Times, en 2020 hubo 600 tiroteos masivos y 417 en 2019. Lejos de amortiguar el fenómeno, la pandemia y los confinamientos habrían procurado una explosión en el número de incidentes. Por supuesto faltan datos en las series estadísticas y falta perspectiva para relacionar la violencia armada con los encierros, igual que, de momento, nadie sabe qué pudo motivar al asesino de San José a cometer su masacre.

Una portavoz de la Casa Blanca, la subsecretaría de prensa, Karine Jean-Pierre, explicó que el gobierno de Joe Biden estaba siguiendo la situación y transmitió sus condolencias a las víctimas.El alcalde Liccardo, por su lado, comentó que la ciudad prepara una serie de medidas, trabajadas durante «durante el último año y medio», para «asegurarnos de que nunca volvamos a ver una tragedia horrible como esta en San José».

«Estamos en un momento muy oscuro», ha dicho Liccardo, «Vamos a hacer todo lo posible para apoyar a las familias de los que han perdido a sus seres queridos». Por su lado Glenn Hendricks, presidente de la junta directiva de la Autoridad de Transporte del Valle de Santa Clara, dijo que la empresa «es una familia», añadió, «La gente conoce a todo el mundo. Esta es una tragedia terrible, y haremos todo lo posible para ayudar a la gente a superar esto». «Aún no conocemos todos los detalles», ha añadido la subsecretaria de prensa del gobierno, «pero lo que está claro, como ha dicho el presidente, es que sufrimos una epidemia de violencia armada en este país, tanto en tiroteos masivos como en las vidas que se están cobrando la violencia armada diaria que no aparece en los titulares nacionales».

Suma y sigue en la sucesión ininterrumpida de tiroteos. El 15 de abril un hombre asesinó a ocho empleados de la empresa de mensajería FedEx. En Boulder, el pasado 22 de marzo, un hombre mató a 10 personas en un centro comercial, incluido un policía. En Atlanta otro asesinó mató a 8 personas en tres salones de masajes. La portavoz, Jean-Pierre, ha instado al Congreso a tomar todas las medidas legislativas necesarias para conseguir reforzar las verificaciones de antecedentes y salud mental previas a la compra de armas de fuego. Una medida que, dijo, cuenta con «el respaldo abrumador del pueblo estadounidense».

Hace apenas un mes, después del tiroteo en Boulder, Colorado, el presidente Biden habló de usar «todos los recursos a mi disposición como presidente para mantener al pueblo estadounidense a salvo de la violencia armada». «Pero el Congreso puede hacer mucho más para ayudar», dijo, «y puede hacerlo ahora mismo». «Los miembros del Congreso han ofrecido muchos pensamientos y oraciones», lamentó, «pero no han aprobado ni una sola nueva ley federal para reducir la violencia armada». Los tiroteos «se ha vuelto demasiado normal y sucede todos los días en algún lugar de nuestra nación», dijo, al tiempo que subrayó que «la violencia armada es una epidemia en Estados Unidos».