Defensa

Estados Unidos abandona Afganistán después de veinte años obligado por el avance de los talibanes

El ejército afgano se hará cargo de Bagram como parte de su lucha continua los talibanes

Bagram fue un símbolo del impulso del ejército norteamericano como venganza de los ataques del 11S, hace casi veinte años. AP
Bagram fue un símbolo del impulso del ejército norteamericano como venganza de los ataques del 11S, hace casi veinte años. APRahmat GulAP

Estados Unidos llegó a Bagram hace casi veinte años. Fue un símbolo del impulso del ejército norteamericano como venganza de los ataques del 11S. Ahora, los últimos soldados estadounidenses abandonan el aeródromo que fue el corazón del poder militar en Afganistán.

El ejército afgano se hará cargo de Bagram como parte de su lucha continua los talibanes, pues temen que sea una nueva erupción de caos. El ejército norteamericano había sido el segundo país invasor de Afganistán después de la Unión Soviética, quien construyó el aeródromo en la década de los cincuenta y se retiró a finales de siglo.

Cuando Estados Unidos y la OTAN heredaron Bagram en 2001, la encontraron en ruinas, destrozada por las batallas con los talibanes. En estos veinte años, Estados Unidos logró con sus aliados reconstruir esta pequeña ciudad, con estructuras permanentes que luego se volvieron fijas, ensanchando la ciudad a más de 30 kilómetros a la redonda y con un crecimiento notoriamente explosivo.

Ahora los talibanes están regresando y eso ha provocado que las tropas estadounidenses tengan que abandonar Bagram. El reciente armamento de decenas de miles de civiles en Afganistán, como parte de los esfuerzos para hacer frente a una ofensiva insurgente mientras las tropas internacionales se retiran del país, ha hecho que los talibanes aseguren que se va a agravar el conflicto.

La mayoría de los civiles armados están bajo el mando de antiguos “señores de la guerra”, los líderes que pelearon contra la invasión soviética en la década de los 80 y durante la guerra civil de los años 90, mientras que el Gobierno afgano ha anunciado su apoyo con material militar.

“No pudisteis hacer nada cuando las fuerzas armadas de cincuenta países luchaban a vuestro lado y tampoco ahora podréis hacer nada”, denunció uno de los líderes de los talibanes, el mulá Amir Khan Mutaqi.

Por otro lado, miles de traductores afganos ahora se enfrentan a quedarse fuera por la retirada de las tropas de Estados Unidos, ya que aún no han sido aceptados para una visa especial de inmigrante en Estados Unidos. Concretamente, alrededor de 18.000 traductores e intérpretes están bajo el temor constante de los ataques mortales de los talibanes y han sido expulsados de sus hogares debido a su apoyo al gobierno estadounidense durante las últimas dos décadas.

Los insurgentes controlan ahora 140 de los 407 distritos del país asiático. Este avance sin precedentes de los talibanes coincide con el proceso de retirada oficial de las tropas estadounidenses y de la OTAN, que comenzó el pasado 1 de mayo y prevé completarse a mediados de septiembre.

Ex líderes yihadíes como el excomandante tayiko Atta Mohammad Noor, el líder uzbeko Abdul Rashid Dostum, o el líder hazara Muhammad Mohaqiq se han mostrado dispuestos a movilizar a sus combatientes en la lucha contra los talibanes.