Conflicto

Afganistán como lugar de vacaciones: el británico que quería conocer el país más peligroso del mundo

Miles Routledge, de 21 años, aterrizó en el país el pasado viernes cuando todo el mundo trataba de salir

Miles Routledge, de 21 años
Miles Routledge, de 21 añosLa Razón

De todos los destinos del mundo para ir de vacaciones, a Miles Routledge, de 21 años, no se le ocurrió otro que Afganistán. Mientras que todo el mundo intenta escapar del país ante el dominio de los talibanes, este estudiante británico de física aterrizó allí el pasado viernes y ahora se ha convertido en viral contando todas sus experiencias a través de redes sociales.

Reconoce que el plan “no ha salido exactamente como había pensado” y es consciente de que ahora puede morir “en cualquier momento”. Pero no se arrepiente lo más mínimo de su decisión. Eso sí, viendo cómo está ahora el panorama, asegura que “hubiera deseado meter más calcetines en la maleta”.

Pese a la gravedad de la situación, en las redes sociales, no faltan los bromas con sus miles de seguidores. Aunque en la intimidad, reconoce luego a este periódico que las cosas están siendo muy complicadas. “Tengo mis momentos altos y bajos. No está siendo fácil. Y como católico tengo mi conflicto interior. Pero si muero no quiero que mis amigos se queden con la sensación de que pasé mis últimos momentos solo y asustado. Por eso intento hacer bromas”, añade.

Como futuro trabajador de banca que quiere ser al terminar la carrera, señala que siempre le ha gustado el riesgo. Realizó su primer viaje al extranjero en 2019 para visitar Chernobyl, Ucrania, el lugar del peor desastre nuclear de la historia. Si no fuera por la pandemia, también le hubiera gustado visitar Corea del Norte este año. Fue en abril cuando buscó los “diez lugares más peligrosos del mundo” y sacó billete de avión para el primero de la lista: Afganistán.

En los meses posteriores la situación fue empeorando y como no le devolvían el dinero, el pasado viernes se metió en el avión “con todas las consecuencias”. En sus primeros videos, es como si estuviera vendiendo Kabul como mejor atracción turística. “La comida es increíble y está todo baratísimo”, relata. El plan era estar allí hasta este jueves y luego volar a Albania. Creyó que llevaría meses a los talibanes hacerse con la capital. Pero todo ha cambiado en las últimas horas.

“El domingo me fui al aeropuerto. Me puse un burka para hacerme pasar por una mujer. Pero el calor era insoportable y me lo acabé quitando. Los talibanes me pararon. Les dije que venía de Gales porque no creo que lo ubiquen y era más seguro que decir que era británico. Me dejaron pasar. Pero fue imposible encontrar vuelo”, señala.

Fue hasta la embajada británica pero no había absolutamente nadie. Tampoco contestaban sus llamadas. Finalmente ha podido contactar con el consulado, donde le han advertido que podrían tardar hasta dos semanas en poder sacarle del país.

“Este viaje siempre trató de ayudar a la gente y comprender su mundo. Si algo tiene que salir de esto, quiero que la gente done a organizaciones benéficas para ayudar a los afganos. Todo el mundo me está prestando atención a mí. Pero es la gente normal y corriente de Afganistán la que está en problemas. Yo vine aquí sabiendo los riesgos y no me he quejado. Pero ellos están atrapados aquí de por vida”, señala.

De momento, está en un `compound´ en Kabul de las Naciones Unidas donde también se alojan otras 50 personas, incluidos británicos, estadounidenses y turcos. Desde hace tres años no se habla con su familia. Pero su novia sí está preocupada. Espera poder verla pronto. “Odio estar tumbado en la playa, así que quería hacer algo un poco diferente. Después de graduarme, tendré un trabajo de tiempo completo y tal vez una familia, por lo que no tendré la oportunidad de volver a hacer cosas como esta. Sin lugar a dudas, está siendo toda una experiencia”, concluye.