Juicio

Irmgard Fuchner, colaboradora nazi a la fuga con 96 años

La anciana, acusada de haber sido cómplice de la muerte de 11.000 presos en el campo de Stutthof, no compareció en su juicio. Fue detenida horas más tarde

Irmgard Fuchner es una nazi acusada de haber sido cómplice de la muerte de 11.000 presos del campo de concentración de Stutthof, cerca de Danzig, que huyó horas antes de comenzar un juicio en su contra. Furchner, de 96 años, fue arrestada por la policía después de no presentarse a la vista oral en la ciudad de Itzehoe en el estado de Schleswig-Holstein. La antigua secretaria del campo de concentración está siendo examinada por un juzgado de menores, ya que cuando se cometieron los hechos no alcanzaba la mayoría de edad en sentido jurídico al tener 18 y 19 años.

Se la acusa de haber ayudado al director del campo, entre junio de 1943 y abril de 1945, a matar de forma sistemática a los reclusos. Por sus manos pasaron todas las órdenes de asesinar a los presos que llegaban desde Berlín y ella no solo sabía lo que ocurría en el centro, a diferencia de otros acusados como algún vigilante que alegaba no saber todo lo que ocurría en los campos. Ella no habría hecho nada en contra, según la fiscalía.

La mujer había huido en un taxi de la residencia en la que vive en Quickborn, cerca de Hamburgo, en dirección a una estación de metro, según informa el diario «Bild» y no apareció en el juicio al que estaba citada. Alrededor de las dos de la tarde, la policía conseguía localizarla y detenerla, después de que la declarasen en busca y captura. Al parecer, según el diario «Die Welt», la mujer habría anunciado en septiembre que no se presentaría al juicio.

En una supuesta nota escrita a mano por la mujer el 8 de septiembre, habría asegurado que no asistiría al juicio «por motivos de mi alta edad y de mis limitaciones corporales». Asimismo pedía que su abogado la defendiese sin tener ella que estar presente. «Quiero ahorrarme el bochorno y no convertirme en el hazmerreír de la humanidad», habría escrito la mujer. Pero el juzgado había decretado que ella está en condiciones de salud para poder declarar.

El juzgado ha alquilado una nave industrial para poder oír a todos los testigos que se presentarán en el juicio. El superviviente Abba Naor, que vive en Múnich, explicaba a la televisión pública NDR que tuvo que «vivir toda la vida con ese dolor, eso fue otro martirio, peor que ser disparado, colgado o encarcelado». El hombre fue deportado con su familia al campo de Stutthof en 1944. Tuvo que ver cómo su madre y sus hermanos iban en fila hacia las cámaras de gas el 26 de junio. «Por desgracia el atentado contra Hitler, que fue el 20 de junio, fracasó, sino, tal vez viviría mi madre todavía», explica el anciano.

El juicio comenzó, pero no se pudo leer la acusación. La próxima cita para juzgar a una de los últimos responsables del holocausto con vida será el próximo 19 de octubre. El juzgado ha asegurado que tomará las diligencias necesarias para que la anciana aparezca en el juicio y la acusación pueda leer los hechos que se imputan. El Comité Internacional de Auschwitz, que representa a los supervivientes y a sus familiares en el juicio, declaró el jueves a través de su vicepresidente Christop Heubner que con su actitud Irmgard Fuchner «ha demostrado un desprecio increíble al estado de derecho y a los supervivientes».