Entrevista

«El nuevo Gobierno alemán será flexible, pero sin olvidar la responsabilidad fiscal»

Wolfgang Dold, el embajador de Alemania en Madrid, considera que “el legado de Merkel es haber mantenido la cohesión europea frente a las crisis de estos 16 años»

Tres palabras se repiten durante nuestra entrevista con Wolfgang Dold (Arlington, Virginia, 1958), embajador alemán en Madrid desde 2018: cohesión, unidad y estabilidad. La fórmula que practicó la canciller Angela Merkel durante 16 años y tratan de emular ahora sus sucesores para acelerar la formación de Gobierno tras las elecciones. Ante el relevo en la Cancillería, el diplomático subraya que las excelentes relaciones bilaterales entre España y Alemania no dependen ni de «personas ni de partidos».

¿Cuál es el legado de Angela Merkel?

La responsabilidad de nuestro país junto a nuestros socios de mantener la cohesión europea ha sido algo muy importante durante los últimos 16 años ante al gran número de desafíos: crisis financiera, de la deuda, migratoria, Fukushima, el Brexit y la pandemia.

Los jóvenes alemanes han votado mayoritariamente a verdes y liberales, mientras los más mayores lo han hecho por socialdemócratas (SPD) y conservadores (CDU/CSU). ¿El bipartidismo ya no sirve para representar a las nuevas generaciones?

Es quizás un poco pronto para llegar a esa conclusión, pero sí es verdad que en estas elecciones casi la mitad de la población no ha querido apoyar a uno de los dos grandes partidos. Una gran parte de la población ha preferido elegir algo nuevo.

En campaña, los cuatro principales partidos han competido por el centro e incluso se han presentado como los sucesores de Angela Merkel. ¿Esta moderación política contribuirá a acelerar las negociaciones para formar una coalición?

Creo que en Alemania las mayorías se encuentran en el centro político. El centro moderado es el lugar más cómodo para todos los votantes. Habrá que ver si esto contribuirá a un entendimiento más rápido entre los partidos. Aún hay una perspectiva bastante diferente entre liberales y verdes, por ejemplo. Tienen un punto de vista bastante similar sobre las necesidades del próximo Gobierno, sin embargo muy diferente sobre los métodos.

El mapa electoral es muy diferente entre el oeste y el este de Alemania. La ultraderecha obtiene sus mejores resultados en los «Länder» de la antigua República Democrática Alemana (RDA). ¿La reunificación está incompleta?

Hay gente que considera que Alternativa para Alemania (AfD) se está convirtiendo en un partido regional porque su atención se centra en los intereses de la población del este de Alemania. Hablar de las diferencias entre este y oeste es algo bastante popular, pero creo que 30 años después las diferencias no son tan grandes. En todo caso, no es una ley natural que todos en el este voten a AfD, como hemos visto en Mecklemburgo-Antepomerania.

¿Los «ossies» aún se sienten como alemanes de segunda?

Sobre este debate, creo que cada alemán tiene su propia opinión. Creo que, treinta años después, podemos decir que cada vez más tenemos una situación de igualdad entre el este y el oeste. Hay también diferencias entre el norte y el sur de Alemania, pero no se habla mucho de estas diferencias. Pienso que la diversidad de Alemania es también algo que permanecerá.

Los partidos confían en formar un Gobierno antes de Navidad. ¿Comparte este optimismo?

Hay un sentido general de que no hay que perder tiempo. Que necesitamos un Gobierno cuanto antes. Por eso, podría ser que esta vez veamos el fin de la negociación antes de Navidad, pero eso depende desde luego del entendimiento sobre los detalles del futuro acuerdo de coalición.

¿Cómo ha percibido el enorme interés en los medios españoles por las elecciones alemanas?

Un interés enorme debido al hecho que, después de 16 años, vamos a ver a otra persona al frente del Gobierno alemán. Estas elecciones, por lo tanto, tienen también un carácter de despedida. El cambio podría parecer incluso algo histórico, visto que mucha gente no conoce a ningún otro canciller alemán. Hemos hablado del legado de Angela Merkel. Teniendo eso en cuenta, es importante ver quién desempeñará este cargo en los próximos años que no serán nada fáciles. Mantener la cohesión no es solo la función de un canciller alemán. Claro está que trabajamos estrechamente con nuestros socios, especialmente Francia, pero también con España que tienen esta visión europeísta del mundo.

¿Mejorarán las relaciones bilaterales hispano-alemanas con un canciller socialdemócrata?

Las relaciones entre nuestros dos países no dependen de los rostros, las personas o los partidos. Hay una solidez institucional de las relaciones entre dos países con intereses comunes. No veo ningún cambio de fondo, aunque pueda haber matices. Como vimos entre Felipe González y Helmut Kohl, la afiliación a un partido no desempeña un papel importante.

¿Veremos una Alemania más flexible en política fiscal?

Teníamos que aceptar más flexibilidad debido a la pandemia y sus efectos sobre la economía. Vamos a hablar sobre la reforma del Pacto de Estabilidad, por lo que tendremos que buscar soluciones más ajustadas a la situación actual, pero yo no sobrestimaría la voluntad de un Gobierno alemán de abandonar la concepción de la responsabilidad fiscal. Entre los Veintisiete tenemos una visión muy diferente en cuanto a los posibles cambios del Pacto de Estabilidad y Crecimiento en el norte, el sur y el este de Europa. Se tratará aquí también de buscar algo que sea aceptable para todos.

La flexibilidad dependerá también de quién sea finalmente el ministro de Finanzas, el verde Robert Habeck o el liberal Christian Lindner...

Sí, pero creo que el ministro de Hacienda alemán seguirá siendo el ministro de Hacienda alemán, independientemente de su nombre.

Alemania se muestra más reticente que Francia en avanzar en una política europea de defensa al margen de la OTAN y EE UU. ¿Podemos esperar cambios en política de seguridad?

Necesitamos más soberanía estratégica en Europa sin descuidar las relaciones transatlánticas. Vemos que nos tenemos que hacer cargo sin depender demasiado de otros países. La cooperación transatlántica será central en nuestra política exterior, pero la búsqueda de un papel más independiente, más autónomo, más soberano, estará también en el centro de nuestra política, y ahí tenemos más o menos la misma perspectiva con nuestros amigos franceses.

@AlemaniaDiplo