Opinión

Estabilidad con Portugal

En especial, a Extremadura le interesa mucho que se continúe estrechando la colaboración con Portugal, tal y como se contiene en su Estatuto de Autonomía

El primer ministro de Portugal, Antonio Costa y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), comparecen en rueda de prensa, en la XXXI Cumbre Hispano-Portuguesa, a 28 de octubre de 2021, en Trujillo
El primer ministro de Portugal, Antonio Costa y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), comparecen en rueda de prensa, en la XXXI Cumbre Hispano-Portuguesa, a 28 de octubre de 2021, en TrujilloJorge ArmestarEuropa Press

Se acaba de celebrar en la ciudad de Trujillo, un lugar emblemático y repleto de historia y también de futuro, la XXXII Cumbre Ibérica que, como una grata letanía, se viene repitiendo desde que tuvo lugar la primera reunión en la ciudad portuguesa de Sintra en 1983. El hecho ha coincidido con el rechazo por el Parlamento portugués de los presupuestos presentados por el Gobierno de Lisboa y que, con bastante probabilidad, traerá consigo el adelanto electoral en el país vecino.

Sin embargo, nada empaña las excelentes relaciones que, desde hace mucho tiempo, mantienen los dos países y ni tan siquiera es preciso que los primeros ministros de España y Portugal pertenezcan a la misma línea ideológica para que se aborden temas de interés común y, sobre todo, se proporcionen soluciones comunes a las cuestiones que preocupan a ambos lados de la frontera. Uno de los rasgos más característicos de la política exterior española desde la llegada de la Transición democrática será los sólidos vínculos que se han tejido con Portugal. En la actualidad, las relaciones hispano-lusas no dependen solo de la pertenencia de los dos países a la Unión Europea.

En realidad, se ha constituido un rico acervo de cooperación bilateral en materias que interesan en la comunidad internacional y que se deciden precisamente sobre la base de posiciones comunes y compartidas. En la Cumbre de Trujillo se han tratado temas de gran interés, pero fundamentalmente se ha definido una estrategia global de desarrollo fronterizo que está destinada a hacer efectivos los acuerdos que ya existen entre los dos Estados y también la abundante práctica trasfronteriza de los Gobiernos centrales y de los gobiernos autonómicos y regionales, y municipales.

En especial, a Extremadura le interesa mucho que se continúe estrechando la colaboración con Portugal, tal y como se contiene en su Estatuto de Autonomía y, en el fondo, como aconsejan las buenas relaciones entre esta Comunidad Autónoma y las regiones fronterizas de Portugal y también con el Gobierno central portugués. Desde luego, España no debe descuidar en modo alguno los lazos que le unen con Portugal y, para ello, deberá avanzar rápidamente en la cooperación en energía, turismo, cultura y lucha contra la delincuencia organizada, entre otros campos. Las relaciones con Portugal aportan estabilidad a los dos Estados.