Conmoción por la muerte de una niña de cuatro años que apareció calcinada en su casa

Zoe vivía con sus abuelos paternos hasta el pasado mes de febrero. Según decían sus familiares más cercanos a los periódicos locales, su madre la tenía descuidada completamente cuando solo tenía solo seis meses, por lo que fueron ellos los que la cuidaron. Pero por aquellas fechas, la progenitora volvió y se la llevó a La Rioja. El pasado domingo, la pequeña de cuatro años fue encontrada calcinada.

La menor fue encontrada en el fondo de una casa de esta localidad de Argentina, junto a una moto que también había sido quemada. Pese al Secreto de Sumario que se pedía, la indignación popular ha resonado alto. Los familiares paternos y vecinos se manifestaron con carteles que, en su mayoría, pedían justicia junto a una fotografía de la joven.

“Queremos que se haga justicia. Justicia por Zoe”, decía su abuelo, en declaraciones recogidas por los medios locales. “A la chiquita la criamos nosotros, yo, mi mujer y mi hija. Estamos destrozados”. La madre, Gimena Córdoba, fue detenida junto a otras tres personas, una de ellas el dueño del vehículo. La niña no tenía el apellido de su padre, por lo que el juez de Menores dictaminó que la madre “era dueña de dejarla donde quisiera” cuando hace nueve meses se quedó con la custodia de la menor. Ahí empezó el calvario del suceso, que menos de un año después, ha terminado en tragedia.

La jueza que lleva el caso ordenó la realización de distintos cargos de rigor, como la investigación de evidencia, secuestro de elementos de interés para la causa y levantamiento de muestras. También se ha registrado la casa de la madre, el dueño de la moto (un pastor evangélico) y otro hombre y otra mujer relacionados con el caso cuya identidad no se hizo pública.