Narcotráfico

La audiencia de Estados Unidos sentencia hoy a Emma Coronel, esposa de “El Chapo” Guzmán

Coronel, el pasado mes de junio, se declaró culpable de tres cargos, que incluían distribuir heroína, cocaína, marihuana y metanfetamina para su importación al país norteamericano

Emma Coronel Aispuro tenía 17 años cuando conoció a “El Chapo”
Emma Coronel Aispuro tenía 17 años cuando conoció a “El Chapo”ALEXANDRIA SHERIFF'S OFFICEvia REUTERS

Joaquín “el Chapo” Guzmán fue el narcotraficante más perseguido de México, el hombre más buscado del país. Fue detenido, extraditado, fugado (hasta dos veces) y encarcelado. Después de una espera de varios años, su juicio se celebró en 2018, y al año siguiente, se le acusó de diez delitos de narcotráfico, uso de armas de fuego y lavado de dinero, y lo condenaron a cadena perpetua más 30 años de prisión.

Guzmán llevó una vida en la que disfrutó de todo, entre ello, dinero, poder y mujeres. Una de ellas fue Emma Coronel Aispuro, “el amor de su vida” y quien también fue protagonista en el juicio del narcotraficante. Coronel, el pasado mes de junio, se declaró culpable de tres cargos, que incluían distribuir heroína, cocaína, marihuana y metanfetamina para su importación a Estados Unidos, conspiración para lavar instrumentos monetarios y participación en transacciones y tratos de una importante organización extranjera de narcotráfico designada. Este martes 30 de noviembre, será sentenciada.

Hasta antes de su declaración de culpabilidad, se hablaba de una posible participación de Coronel en el Cartel que lideraba su esposo. Pero no fue acusada entonces de ningún delito. Su representación legal desestimó todos los señalamientos y siempre había negado estar involucrada en actividades ilícitas, aunque luego el Departamento de Justicia estadounidense le formuló cargos de conspiración para distribuir drogas ilícitas en este país, de lo que se declaró culpable en junio de 2021.

Coronel enfrenta cargos de conspiración por distribuir un kilogramo o más de heroína, cinco kilos o más de cocaína, una tonelada o más de marihuana y 500 gramos o más de metanfetaminas, de acuerdo con el Departamento de Justicia. Según su abogada, en ningún momento cooperó por miedo al cartel de su esposo, pues los magistrados de la pareja reiteraron que su clienta no quería tener cuentas pendientes con una organización criminal que no perdona a quienes bridan información a las autoridades.

El matrimonio era, para muchos, a prueba de balas y también de otras mujeres. Emma Coronel Aispuro tenía 17 años cuando conoció a “El Chapo”. Se cree que el narcotraficante había contraído matrimonio con otras dos mujeres: Alejandrina Salazar Hernández primero y Griselda López Pérez después, y se calcula que tiene entre 12 a 13 hijos.

Crímenes contra los cooperantes

Estados Unidos pide cuatro años de prisión para Emma Coronel, así como un millón y medio de multa a pagar a las autoridades estadounidenses, pero podría enfrentar una pena que iría de los 10 años hasta cadena perpetua y una multa de hasta diez millones de dólares. Para la Administración norteamericana, Coronel se benefició de los negocios ilícitos de Guzmán e incluso cuando este se encontraba en prisión, “poseía y controlaba residencias pagadas con los ingresos del tráfico de drogas de Guzmán, que incluían tanto propiedades residenciales como propiedades comerciales”.

Como parte de su acuerdo de culpabilidad con los fiscales, Coronel admitió haber actuado como mensajero entre Guzmán y otros miembros del cartel de Sinaloa mientras estaba detenido en la prisión del Altiplano de México después de su arresto en 2014. Guzmán usó esas comunicaciones para planificar su fuga de 2015 de la prisión, al norte de Toluca, México, a través de un túnel subterráneo construido por el cartel que conduce a la ducha en su celda. El capo de la droga fue recapturado en enero de 2016 y extraditado un año después a Estados Unidos. Fue condenado en febrero de 2019 por tráfico de drogas, conspiración, secuestro, asesinato y otros cargos, y luego sentenciado a cadena perpetua.

De confirmarse la causa estadounidense, quedaría en libertad a principios de 2025, tras su arresto en febrero pasado en el aeropuerto de Washington-Dulles. El memorando de sentencia del gobierno norteamericano fue enviado por Arthur G. Wyatt, jefe de la Sección de Estupefacientes y Drogas Peligrosas del Departamento de Justicia, así como Anthony J. Nardozzi y Katherine A. Wagner, subjefe y subdirectora adjunta de la misma dependencia en su División Criminal.

Varios ex miembros del Cartel de Sinaloa que testificaron contra Guzmán ya estarían bajo el resguardo de los alguaciles. Dos de ellos estaban en la cúpula de esa organización criminal: Vicente Zambada, quien era operador financiero, y su tío, Jesús Zambada, quien ya no está en una prisión federal. Otro fue Dámaso López, su “compadre” y quien habría sido el testigo estrella en el caso penal contra la pareja del narcotraficante. Casi todos los que traicionaron a Guzmán han salido libres o se desconoce cuál es su paradero.