Sobornos

Indulto por Navidad a Park Geun Hye, ex presidenta de Corea del Sur

La ex mandataria, de 69 años y con problemas de salud, cumple una condena de 20 de prisión por soborno y abuso de poder

La que fuera primera mujer presidenta de Corea del Sur fue elegida en 2012 en medio de una oleada de nostalgia conservadora por su difunto padre dictador, Chung Hee
La que fuera primera mujer presidenta de Corea del Sur fue elegida en 2012 en medio de una oleada de nostalgia conservadora por su difunto padre dictador, Chung HeeYONHAPEFE

Una amnistía especial ha derivado en un inesperado regalo navideño para la ex presidenta de Corea del Sur Park Geun Hye, que ha sido indultada por su sucesor, Moon Jae In, en un movimiento que podría influir en los votantes de las próximas elecciones presidenciales para las que faltan apenas tres meses. A sus 69 años, cumplía una condena de 20 años de prisión por soborno y abuso de poder, y otros dos años más por infracción de la ley electoral.

El Gobierno liberal de Moon aseguró que el perdón pretende promover la unidad nacional frente a las dificultades que ha traído la pandemia. No obstante, algunos observadores apuntan a que el actual mandatario pretende con esta medida aliviar las críticas conservadoras derivadas de los problemas de salud de Park, o incluso utilizarla para dividir a la oposición de cara a las elecciones presidenciales de marzo.

«Debemos superar el dolor del pasado y avanzar hacia una nueva era», exclamó Moon, que fue impulsado al poder en 2017 tras la reacción pública contra Park y su partido conservador.

«Teniendo en cuenta los muchos desafíos a los que nos enfrentamos, la unidad nacional y la humilde inclusión son más urgentes que cualquier otra cosa», dijo y añadió que el deterioro de la salud de Park también había sido un factor, dado que esta ha sido hospitalizada tres veces por un dolor crónico en el hombro y la espalda, además de haber sido operada.

De esta forma, será liberada e incluida en la lista de la indulgencia especial concedida a 3.094 reclusos para el nuevo año, por lo que esta no tardó en mostrar su agradecimiento . «Expreso mi profunda gratitud al presidente y a las autoridades que han decidido conceder la amnistía a pesar de las dificultades».

La historia que precede al indulto presenta analogías con Macbeth de Shakespeare, donde un ambicioso general escocés asesina al rey para despejar el camino hacia su propia coronación, solo para descubrir que su reino robado se desmorona en una espiral de paranoia y venganza. En este caso, Moon Jae In no llegó a la Presidencia de la nación asesinando a nadie, el camino hacia el poder se despejó con la destitución de quien ya estaba sentada en la Casa Azul presidencial.

La que fuera primera mujer presidenta de Corea del Sur fue elegida en 2012 en medio de una oleada de nostalgia conservadora por su difunto padre dictador, cuyo régimen de 18 años estuvo marcado tanto por un rápido crecimiento económico como por enormes abusos de derechos humanos.

Su progenitor, Chung Hee, fue monje budista, líder de un culto religioso y pastor cristiano en diferentes momentos. Fue abatido por un amigo íntimo y jefe de la Agencia Central de Inteligencia en 1979, cinco años después de que su esposa falleciese en un intento de asesinato que estaba dirigido a él mismo.Park Geun Hye ocupó el cargo de primera dama tras la muerte de su madre.

En los últimos meses de 2016, un escándalo político sin precedentes sacudió al país. La presidenta y su Administración se vieron abocadas a una crisis política después de que se descubriera que Soon Sil Choi, su amiga íntima, estaba involucrada de lleno en las políticas del Gobierno.

Este escándalo en el que se vieron implicados Choi y su estrecho beneficiario, Eun Taek Cha, provocó la indignación de la opinión pública, que se tradujo en manifestaciones multitudinarias para exigir la dimisión inmediata de Park. La crisis llegó a su punto álgido con su destitución por parte de la Asamblea Nacional el 9 de diciembre.

Una prueba de democracia

En 2017, la entonces líder fue sometida a un juicio político, y posteriormente condenada por cargos relacionados con el tráfico de influencias, soborno y corrupción. Fue sentenciada a un total de 33 años de prisión por ello, por lo que el izquierdista Moon al igual que el «rey» Macbeth, hizo suyo el reino al anular el imperio de la ley.

Los fiscales acusaron a la mandataria de confabularse con un confidente para extorsionar a grandes empresas, recibir un soborno de una de ellas y cometer otras irregularidades. Los hechos llevaron al clamor público que culminó en un rugido ensordecedor de más de dos millones de manifestantes que protestaron en las calles todos los sábados durante varias semanas, antes de que fuera impugnada en diciembre y el Constitucional dictaminara en marzo su destitución formal.

La rapidez con la que el Gobierno coreano respondió a las demandas del público supuso un aparente triunfo de la democracia liberal y del ejercicio del poder legítimo del pueblo para influir en su Gobierno elegido.

Esto convirtió a Park en la primera líder elegida democráticamente del país en ser obligada a abandonar su cargo desde que la democracia llegara a este país a finales de los años ochenta.