El asesino de una mujer francesa en Marruecos dice a la Policía que estaba poseído por el demonio y que oía voces

“Me lo ordenó el demonio, estaba poseído por el maligno”. El autor de la muerte de una ciudadana francesa en Marruecos no encuentra otra explicación para justificar su crimen ante la Policía. No se puede descartar, según han informado a LA RAZÓN fuentes marroquíes, ninguna hipótesis, ni la yihadista, pero se recuerda que el individuo en cuestión, queatacó a otra mujer extranjera, de nacionalidad belga, estuvo en tratamiento psiquiátrico.

El crimen fue cometido en un mercado de la ciudad de Tiznit, al sur de Marruecos, y el detenido repite y repite lo de las voces demoníacas que le habrían ordenado atacar a ciudadanos occidentales. Tras el crimen de Tiznit, se trasladó a Agadir, donde atacó a una mujer belga, que resultó gravemente herida.

Todo parece indicar, según las citadas fuentes, presenta todos los síntomas de un trastorno mental grave. Ante los investigadores de la policía judicial, el acusado, A. B,de 31 años, hizo declaraciones calificadas de “delirantes”. No contento con lo del demonio, invocó otras voces, estas provenientes de mandatarios occidentales, que también le habían poseído.

Puede ser un ardid para ocultar su finalidad yihadista, ya que habló de que tenía previsto suicidarse y que Alá le había llamado para seguir una vida en soledad.

En 2012, intentó quitarse la vida y, recientemente, había pasado un examen psiquiátrico que había aconsejado su internamiento durante algunas semanas. De hecho, en el registro que le realizaron, fueron encontradas recetas extendidas por un especialista. Como conclusión, los investigadores no logran sacarle de su historia de voces, demonios y dirigentes extranjeros.

Los ataques fueron perpetrados el pasado día 15. La Dirección General de la Seguridad Nacional (DGSN) explicó que el agresor atacó a la mujer francesa con una hacha cerca de un local comercial en Tiznit, situada a 550 kilómetros al sur de Rabat, tras lo que huyó a la ciudad turística de Agadir, a unos 100 kilómetros del lugar del primer crimen. A su llegada a esta ciudad, asaltó a varias personas que estaban sentadas en un café en el paseo marítimo de la ciudad e hirió a la ciudadana belga, que fue trasladada al hospital para ser atendida.

El agresor no tiene antecedentes penales pero había estado ingresado el año pasado durante un mes en el pabellón psiquiátrico del Hospital Hasán I de Tiznit.