“Occidente, con su indiferencia, ha permitido la expansión de China y su capitalismo autoritario”

China cumple 20 años desde que entrara en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y según un informe de la Fundación Disenso junto al Center for Study of Contemporary Open Societies (CESCOS), el gigante asiático se ha dedicado “a incumplir sistemáticamente las reglas de la institución”.

El informe, que destaca que el auge de China es el “principal hecho geopolítico de la historia reciente”.

Cabe recordar que Xi Jinping asumió como presidente de la República Popular China en marzo de 2013. Asimismo ejerce como secretario general del Partido Comunista Chino desde noviembre de 2012 y es también, desde entonces, el presidente de la Comisión Militar Central de China.

La Fundación Disenso junto a CESCOS denuncian que a pesar de que Pekín haya incumplido los procedimientos de la OMC, Occidente no se ha posicionado claramente en contra. Es más, enfatizan que “China ha aprovechado su entrada en la OMC como instrumento para legitimar su modelo económico y político y para consolidar y acrecentar su poder, violando los derechos humanos”.

De acuerdo con Jorge Martín Frías, director de la Fundación Disenso, “Occidente, con su indiferencia, ha permitido la expansión de China y su capitalismo autoritario”. Martín Frías añade que“las democracias deben defender más que nunca su actual estilo de vida, que está en riesgo ante la imparable expansión de este país”.

Y es que para la Fundación Disenso, un laboratorio de ideas presidido por el líder de Vox, Santiago Abascal, China representa, la mayor amenaza actual para el mundo libre y anima a los ciudadanos a “defender la Libertad, la Democracia y Estado de derecho en permanente riesgo ante la expansión de este tipo de países”.

A lo largo del informe se puede leer como algunos actores relevantes del mundo libre juegan a favor de Pekín, con su consecuente enriquecimiento. Titulado: “El ingreso de China en la OMC 20 años después. El fracaso del orden liberal frente al gigante totalitario”, pone como ejemplo algunas inversiones de democracias capitalistas “con una particular voracidad para consumir bienes baratos producidos en China” o “la pasividad de las élites burocráticas” que residen en Bruselas o en Nueva York.

En ese sentido, el informe asevera que instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI)deberán forzosamente cambiar su aproximación a China si quieren evitar que el actual orden mundial sea desafiado.

Finalmente, en las páginas del documento se refleja que “China ha demostrado su capacidad para desestabilizar a las sociedades occidentales, con el beneplácito de todos estos actores, lo que fomenta la deriva autoritaria que se vive ya en varias partes del mundo”.