Boric anuncia su nuevo Gobierno con mayoría de mujeres

Presidente milenial que se respete saca provecho de las redes sociales. La confirmación de la hora en que Gabriel Boric anunciaría los nombres de su primer equipo de Gobierno en Chile, que entrará en funciones en marzo próximo, vino a través de la cuenta de su perro, Brownie Boric. «Un pajarito me contó que mi humano ha tenido que armar un equipo que lo acompañe en la travesía de liderar el país», decía parte del mensaje.

A las 9:13, hora local de Chile, Boric publicó un hilo de Twitter con las fichas de sus 24 seleccionados para su primer equipo de Gobierno. Siete minutos más tarde, en el Museo de Historia Natural de Santiago de Chile, el presidente electo de 35 años hizo la presentación oficial del Gabinete, con mayoría de mujeres.

Tendrá 14 ministras y algunas hacen historia por ser las primeras en su rol, o por el legado que portan. Es el caso de Izkia Siches, próxima ministra del Interior y primera mujer en ocupar el cargo en la historia de Chile. Es una médico que no milita en partidos políticos, pero sí manifiesta sus ideas de izquierda, y su voz ha tenido gran relevancia durante la pandemia de covid-19. Fue, además, su jefa de campaña.

También el de Mara Fernández, diputada socialista y nieta de Salvador Allende –hija de Beatriz Tati Allende, la hija más cercana del ex presidente chileno derrocado en 1973–, quien asumirá el Ministerio de Defensa. Y asimismo el de la abogada Antonia Urrejola, que asumirá como nueva ministra de Exteriores en marzo, la segunda en la historia, tras haber integrado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos entre 2018 y 2021, haberla presidido en su último año, y desde allí haber tenido unas posturas frontales ante los conflictos democráticos de la región, particularmente, la dictadura de Nicaragua, encabezada por Daniel Ortega.

A ellas se suma Alexandra Benado, ex jugadora de la selección chilena de fútbol que fue capitana en la Copa América 2010 y trabajó en la organización del Mundial de Francia 2019 para ahora ser anunciada como ministra del Deporte. Y también Marcela Ríos, socióloga y ex representante asistente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que será ministra de Justicia. De las mujeres incluidas en el listado, una de las más expuestas hasta ahora ha sido Camila Vallejo, la diputada del Partido Comunista, que asumirá como portavoz del Ejecutivo.

Pero el Gabinete de Boric será más bien de corte socialdemócrata, con varios integrantes de grupos políticos que formaron parte de la Administración pública tras la caída del dictador Augusto Pinochet como parte de la recordada Concertación chilena. Allí se incluye al más veterano de los nombrados, Mario Marcel, actual presidente del Banco Central y ex ministro de Michelle Bachelet, que volverá al despacho de Hacienda siendo considerado uno de los arquitectos de la disciplina fiscal que le ha dado estabilidad macroeconómica a esta nación.

De esta manera, se asegura de ampliar su base política, dado que su propia coalición Apruebo Dignidad, solo cuenta con 37 diputados (de un total de 155) y cinco senadores (de un total de 43). Al incorporar a representantes de grupos moderados, hace partícipe de sus políticas a tres ministros del Partido Socialista (PS), y un representante del PPD, otro del PR y otro del PL, todas fuerzas que le ayudarán a consolidar un respaldo parlamentario.

El promedio de edad del Gabinete es de 49 años, combinando figuras de la universidad como Marco Antonio Ávila, el primer profesor de la educación pública –además con experiencia en regiones pobres– en asumir como ministro de Educación, y de la política tradicional como Carlos Montes, que irá a Vivienda.

«Sepan que hemos conformado este equipo de trabajo con personas preparadas con conocimiento y experiencia, comprometidos con la agenda de cambios que el país necesita y con la capacidad de sumar miradas, distintas perspectivas y nuevas visiones», dijo Boric al terminar el nombramiento.

Boric pidió a sus ministros trabajar «de cara a las personas, como aspiro trabajar yo mismo en mi condición de presidente. Necesitamos que dialoguen, que escuchen el doble de lo que hablen». Anunció que el equipo comenzará a ordenar una transición «impecable y transparente». Algo que el presidente saliente, Sebastián Piñera, ratificó quiere lograr, en respuesta a lo dicho por quien será su sucesor.

El próximo mandatario chileno admitió que tendrá desafíos importantes, no solo en lo económico sino en lo político, con una nueva Constitución que se está redactando y que llamó a que sea «la casa de todos y todas de quienes habitan en este país» a diferencia de la actual «impuesta a sangre y fuego en los momentos más oscuros de la patria». Dijo que desde su gestión «cuidarán» el proceso constituyente otorgándole todas las facilidades, pues quiere ser visto como un «aliado» de la Convención Constituyente. Además, reconoció desafíos al sur del país, donde se han suscitado hechos de violencia étnica con los territorios mapuches.

A su Gabinete, que tomará posesión de los cargos el 11 de marzo, les dijo: «Van a venir momentos difíciles de alta exposición y arduo trabajo. Tengo la convicción de que un buen presidente no es el está encima de sus ministros respirándoles en la nuca, sino el que los permite brillar».