América Latina

Maduro libera a dos estadounidenses tras conversaciones con la Casa Blanca

Los acercamientos entre Caracas y Washington se producen en el marcó de la guerra de ucrania y la búsqueda de alternativas de Estados Unidos frente al petróleo ruso

Fotografía cedida por la oficina de prensa del Palacio de Miraflores donde se observa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante un acto de gobierno, hoy, en Caracas (Venezuela).
Fotografía cedida por la oficina de prensa del Palacio de Miraflores donde se observa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante un acto de gobierno, hoy, en Caracas (Venezuela).Prensa MirafloresPrensa Miraflores / EFE

El gobierno de Nicolas Maduro dio un nuevo acercamiento a la “paz” de Venezuela con Estados Unidos, al liberar este martes a dos estadounidenses encarcelados, entre ellos un ejecutivo petrolero retenido junto a varios compañeros desde hace más de cuatro años, con el fin de mejorar sus relaciones con el gobierno de Joe Biden en plena guerra de Rusia en Ucrania.

Del mismo modo, se produjo una segunda liberación, en este caso respecto a Jorge Fernández, arrestado el año pasado por delitos que Washington describió como “cargos falsos”. La liberación se produce tras una visita secreta al país de altos funcionarios del gobierno estadounidense, entre ellos el principal funcionario de la Casa Blanca para América Latina y el principal negociador de rehenes del Departamento de Estado.

“Estos hombres son padres que han perdido un tiempo precioso con sus hijos y con todos sus seres quedos, y sus familias han sufrido cada día de su ausencia”, afirmó el presidente Biden.

Tras el encuentro de los funcionarios de ambas naciones, Nicolás Maduro, manifestó abiertamente su interés por mejorar las relaciones con Estados Unidos, en medio de la invasión rusa a Ucrania y la preocupación en Washington por el aumento de los precios de la gasolina.

Las autoridades estadounidenses no han señalado otros resultados específicos de las conversaciones, pero apuntaron que las liberaciones reflejaron meses de trabajo para la construcción de una relación entre las dos naciones, especialmente por parte de Roger Carstens, el enviado presidencial especial para asuntos de rehenes.

En este sentido, el ejecutivo de Biden la describió el encuentro como “la primera visita de un funcionario de la Casa Blanca al país” desde que Hugo Chávez tomó las riendas a finales de la década de 1990s. Uno de los funcionarios dijo que fue “un diálogo constructivo, diplomático pero muy sincero” que permitió al gobierno estadounidense compartir su “visión del mundo” con el mandatario venezolano.

En Venezuela, hay otros tres estadounidenses están detenidos en el país: dos exboinas verdes, Luke Denman y Airan Berry, quienes fueron arrestados por su participación en un confuso complot para derrocar a Maduro, y el exmarine estadounidense Matthew Heath, detenido por cargos de armas.

Las conversaciones del fin de semana se produjeron poco más de tres años después de que Estados Unidos rompiera relaciones con Maduro y reconociera al líder opositor Juan Guaidó como gobernante legítimo de Venezuela.

El impulso para el acercamiento con Maduro, que ha sido sancionado y está imputado en Nueva York por cargos de narcotráfico, adquirió mayor urgencia tras la invasión de Rusia a Ucrania y las consiguientes restricciones de Estados Unidos.

De esta manera, se hace evidente que la crisis ucraniana promete reacomodar las alianzas mundiales y sumarse al aumento de los precios de la gasolina que impulsa la inflación, que ya se encuentra en su nivel más alto en las últimas cuatro décadas.

En Estados Unidos, la semana pasada, importantes legisladores demócratas y republicanos empezaron a manifestar su apoyo a la prohibición de las importaciones de petróleo y gas natural de Rusia como siguiente paso para castigar al presidente ruso Vladimir Putin por la invasión.

No obstante, se producen también oposiciones al encuentro. El senador federal Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que los intentos de Biden por unir al mundo contra Putin “no deben ser socavados al apuntalar” a Maduro, cuyo gobierno es investigado por la Corte Penal Internacional por posibles crímenes de lesa humanidad cometidos contra manifestantes en 2017.

Por su parte, la subsecretaria para Asuntos Políticos del Departamento de Estado, Victoria Nuland, aseguró que Washington no ha cambiado su política hacia Venezuela tras la visita del pasado fin de semana.

Desde el Comité de Relaciones Exteriores del Senado americano, Nuland dijo que la reunión del lunes en Caracas, se dio con el objetivo fue sostener encuentros con el Ejecutivo de Maduro sobre “seguridad energética” y abordar la situación de los seis exdirectivos de Citgo (filial de la petrolera estatal venezolana PDVSA) detenidos en Venezuela, de los que cinco son ciudadanos estadounidenses y uno residente permanente en EE.UU.

En ese sentido, remarcó que la Administración estadounidense cree que si Maduro acepta regresar a las negociaciones sería algo bueno para los objetivos de la oposición.

En los últimos días, los medios estadounidenses han asegurado que la Administración de Biden evalúa la posibilidad de levantar parte de las sanciones petroleras a Venezuela con el objetivo de que el país latinoamericano aumente su oferta de crudo, lo que podría ayudar a aliviar las presiones al alza sobre el precio del barril en los mercados internacionales.

Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump (2017-2021), impuso duras sanciones económicas a Venezuela en 2019, como a las exportaciones de petróleo, el principal motor económico venezolano, que Biden mantiene desde su llegada a la Casa Blanca, en enero de 2021.