Energía

¿Ha llegado el momento de retomar el Midcat, el gran gasoducto español que “inundaría” Europa de gas?

Moncloa celebra que la atención esté ahora puesta en las interconexiones energéticas, algo en lo que España viene insistiendo desde hace mucho tiempo pero que países como Francia no veían prioritario

La invasión rusa a Ucrania ha supuesto un autentico terremoto internacional. La decisión de Estados Unidos y de Reino Unido de prohibir las importaciones de gas ruso ha dejado en una situación incómoda a la Unión Europea, que desearía seguir la senda del veto, pero su dependencia energética de Moscú es demasiado grande aún, especialmente algunos países como Alemania.

En un debate sobre la situación energética durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE en Versalles (Francia), Von der Leyen ha detallado que baraja constituir un grupo de trabajo especial para diseñar un plan de abastecimiento para el próximo invierno en una operación coordinada entre Estados miembros así como para elaborar una propuesta de política para el almacenamiento de gas a nivel europeo.

Además, Von der Leyen ha señalado que en mayo la Comisión Europea presentará su propuesta del plan RePower EU para terminar con la dependencia de la UE de los combustibles fósiles rusos en 2027.

A finales de 2022, el Ejecutivo comunitario se ha marcado como objetivo diversificar el suministro de gas de tal manera que 60.000 millones de metros cúbicos provengan de otros proveedores de gas a través de gasoducto o metaneros, otros 10.000 millones de metros cúbicos adicionales serán sustituidos por hidrógeno y 17.000 millones de metros cúbicos por producción europea de biometano, según ha informado Von der Leyen.

La hoja de ruta de Bruselas incluye también una propuesta legislativa, que la Comisión Europea pretende presentar en abril, para establecer que las reservas de gas comunitarias deben estar al 90% de su capacidad a fecha 1 de octubre de cada año. Una propuesta que implicará coordinación y control de los niveles de aprovisionamiento bajo el principio de solidaridad entre Estados miembros.

Cabe destacar que España no se ve afectada en gran medida en esta dependencia europea. Nuestro país, incluso, podría jugar un papel interesante si la crisis avanza por la falta de soluciones en el conflicto convirtiendo a España en un actor primordial del gas en Europa gracias al proyecto Midcat.

Al respecto, Sánchez recordó que España considera esencial el impulso de las interconexiones, que no han contado hasta ahora con la colaboración de Francia, aunque reconoce que esta no es una solución que resuelva los problemas de forma inmediata. Pero sí a medio y largo plazo.

Sánchez dijo que “no es de recibo que la Península Ibérica sea una isla energética”, máxime cuando aseguró que podría estar contribuyendo a que Europa tuviera una menor dependencia de Rusia por la capacidad de regasificación de España y la capacidad de producción de energías renovables junto a Portugal.

“Esas interconexiones se tienen que hacer. Es el momento de que las pongamos en marcha”, reiteró el presidente del Gobierno, quien defendió hacer compatibles las interconexiones del gasoducto con las de energías renovables como el hidrógeno verde.

Tras asegurar que España y Portugal están firmemente comprometidos con ellas, dejó claro que las infraestructuras para su viabilidad deberían ser financiadas por la UE.

Qué es el proyecto Midcat

Esta macroinfraestructura permitiría llevar el gas procedente de Argelia y que se almacena en España a otros países de la Unión Europea. Así, este proyecto ayudaría en gran medida a la dependencia energética que el continente tiene con Rusia y que en estas semanas se está convirtiendo en todo un problema que ya ha provocado decisiones relevantes.

El proyecto supuso todo un reto lleno de intenciones por parte de la UE. Este trataba de unir Cataluña con Francia gracias a un conducto de dimensiones mayores a los actuales que atravesaba los Pirineos gracias a la gran capacidad de nuestro país de almacenar gas.

España cuenta en la actualidad con seis plantas dedicadas a convertir el gas desde su estado líquido para que pueda ser utilizado como fuente energética. Junto a otra planta en Portugal el número asciende a siete en la península que superan en gran medida a las tres en Francia, por ejemplo.

Llegados a este punto, la escasez de gas puede ser una realidad si el conflicto se mantiene algo que ha provocado que muchos reclamen retomar el proyecto que lleva detenido años. Distintos problemas reguladores y económicos han impedido el avance del proyecto que en los últimos días ha recibido mensajes como el del presidente de Fomento del Trabajo, Josep Sánchez Llibre.

Por qué no se construye el Midcat

Aunque el proyecto ha recibido desde su inicio alrededor de 500 millones de euros desde el 2018 se encuentra detenido a raíz de una serie de problemas. El primero se debe a la falta de rentabilidad debido a que su construcción podría demorarse alrededor de unos 10 años, algo que provocaría ingresos lejanos para los promotores.

Además, tanto España como Francia han decidido no continuar las regulaciones correspondientes. Por distintos motivos no ha existido la posibilidad de encontrar puntos comunes que cerrasen el acuerdo, hecho que ha dificultado su avance en gran medida.

Por último, el Midcat encuentra el gran problema de ser una energía que no cuenta con el respaldo de fondos europeos. En la línea marcada contra el cambio climático por la UE estas infraestructuras quedan desplazadas por otras como las renovables y hacen que estos proyectos se estanquen o mueran.

También hay motivos ecologistas de por media, tanto en la propia España como a nivel internacional. Así, la organización ecologista rechazó que se retomen proyectos como la regasificadora de El Musel, en Gijón, o la inversión en nuevas infraestructuras de gas, como el MidCat, que pasaría por los Pirineos conectando Francia con España.

En cualquier caso, en Moncloa celebran que la atención esté ahora puesta en la importancia de las interconexiones energéticas, algo en lo que España ha venido insistiendo desde hace mucho tiempo pero que países como Francia no veían prioritario, lo que explica que el MidCat no se haya materializado.

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, advirtió este martes de que para acometer la ampliación de Medgaz y su conexión con Francia a través de MidCat lo importante es que no termine en un “callejón sin salida”. Así, previno de que esto tardaría cinco o seis años y es fundamental que haya una conexión adecuada del otro lado de la frontera.

Asimismo, el Gobierno sostiene que si el plan sigue adelante hay que hacerlo ya con vistas de futuro y que las tuberías sirvan no solo para transportar gas, sino también gas natural mezclado, gas renovable, biometano e incluso hidrógeno renovable.

Por otra parte, Ribera ha sostenido este miércoles que puesto que de lo que se está hablando ahora también es de solidaridad en el plano energético y de ayudar a los países del centro y el norte de Europa, más expuestos por su dependencia de Rusia, entonces el Gobierno considera que no debe ser “ni el contribuyente ni el consumidor de gas español” el que pague la factura de materializar la interconexión.