Análisis

“Es muy poco probable que EE UU suministre a Ucrania armas ofensivas”

La investigadora Marina Mirón asegura que la posibilidad de una escalada nuclear en Ucrania “no debe excluirse nunca, por mínima que sea”

Miembros de la diáspora iraní asisten a una protesta contra los drones de fabricación iraní suministrados a Rusia, en la Plaza de la Independencia de Kiev,
Miembros de la diáspora iraní asisten a una protesta contra los drones de fabricación iraní suministrados a Rusia, en la Plaza de la Independencia de Kiev,SERGEY DOLZHENKOAgencia EFE

La doctora Marina Mirón, investigadora en el Departamento de Estudios de Defensa en el King’s College de Londres, explica a LA RAZÓN cómo afectará la llegada del invierno al desarrollo de los combates en el este de Ucrania, donde las fuerzas locales avanzan hacia la ciudad de Jersón tomada por los rusos a principios de la invasión en el mes de febrero. Mirón también analiza el contenido de la doctrina nuclear de Rusia de 2014, en la que “se reserva el derecho a utilizar armas nucleares si la supervivencia del Estado está en peligro o si Rusia es atacada con armas de destrucción masiva o armas nucleares”. La investigadora cree que el uso de armas nucleares por parte de Rusia no implicaría ninguna ganancia para Moscú, pese a ello sostiene que “la posibilidad no debe excluirse nunca, por mínima que sea”.

¿Puede cambiar algo la evolución de la guerra con la llegada del invierno y del frío a Ucrania?

Por supuesto, el invierno tendrá su impacto tanto sobre el terreno, es decir, en el campo de batalla, como a nivel global. En primer lugar, las bajas temperaturas y la falta de infraestructuras civiles adecuadas dificultarán mucho más las operaciones de las tropas. Por un lado, los soldados necesitarán más suministros para poder sobrevivir durante el invierno, y por otro lado será más difícil realizar maniobras durante esta época (por ejemplo, los vehículos militares pueden quedar atrapados en el barro, etc.), por lo que la movilidad se verá reducida. Ambas partes tendrán que asegurarse de que sus redes logísticas están en funcionamiento.

Rusia está atacando las infraestructuras eléctricas civiles en Ucrania para dejar sin electricidad a la población. ¿Cómo puede afectar al curso de la guerra?

Dado que Rusia está apuntando a las centrales eléctricas de toda Ucrania, las consecuencias para las tropas serán nefastas, ya que los días serán muy cortos y las tropas necesitarán comunicaciones e inteligencia adecuadas. Sin electricidad y con el servicio de internet Starlink sufriendo apagones, las tropas ucranianas correrán un gran riesgo. El invierno será mucho más difícil para Ucrania tanto en el campo de batalla como lejos de él. A este problema se suma el hecho de que los precios de la energía en Europa se han disparado, lo que supondrá un reto para los líderes europeos, ya que algunos países pretenden volver a la energía nuclear. Dada la grave situación financiera, habrá que ver con cuánta ayuda puede contar Ucrania, tanto en términos de equipamiento militar como de ayuda humanitaria. Precisamente por eso, Putin declaró que no tenía prisa. El próximo invierno pondrá a prueba el compromiso de ayudar a Ucrania. Y sabemos que Ucrania no puede sobrevivir sin el apoyo de Occidente.

¿Existe la posibilidad de una escalada nuclear en Ucrania?

La posibilidad no debe excluirse nunca, por mínima que sea. El intento de la OTAN de disuadir a Rusia de utilizar armas nucleares se está materializando en las maniobras Steadfast Noon hasta el 30 de octubre. Dicho esto, a juzgar por la historia, ni Rusia ni EEUU (ni la OTAN en este caso) están interesados en una escalada nuclear. La Doctrina Militar Rusa de 2014 establece que Rusia se reserva el derecho a utilizar armas nucleares si la supervivencia del Estado está en peligro o si Rusia es atacada con armas de destrucción masiva o armas nucleares. Desde esta perspectiva, la doctrina justificaría el uso de armas nucleares en caso de emergencia absoluta como medida defensiva/de represalia. Si la historia sirve de guía, el concepto de MAD (destrucción mutua asegurada, que surgió durante la Crisis de los Misiles de Cuba) sigue siendo válido. Por lo tanto, sería suicida que Rusia utilizara armas nucleares estratégicas (que se lanzan con misiles balísticos intercontinentales); las armas nucleares estratégicas se utilizan para disuadir a EEUU y a la OTAN debido a su alto rendimiento (1 megatón o más y largo alcance). Sin embargo, existe la posibilidad de utilizar armas nucleares tácticas de bajo rendimiento (hasta 50 kilotones) en Ucrania. Sin embargo, ¿tendría sentido que Putin lo hiciera? El daño relativo que puede generarun arma de 50 kilotones es considerable, sin embargo, hay otras formas de destruir al enemigo sin arriesgarse a la contaminación. Esencialmente, el uso de armas nucleares tácticas crearía un terreno baldío y causaría la expansión de la radiación, lo que posiblemente pondría en peligro tanto a las tropas de Putin en Ucrania como a la población rusa en la proximidad del ataque. Por lo tanto, incluso si la OTAN no respondiera, sigue siendo imprudente que Putin utilice armas nucleares tácticas debido al peligro que éstas representan para sus propias fuerzas armadas que operan en Ucrania y para la población civil, tanto en Ucrania o en los territorios bajo control ruso como en las regiones de Rusia fronterizas con Ucrania.

Guerra Ucrania
Guerra UcraniaAntonio Cruz

¿Los drones iraníes son mejores que los rusos? ¿Por qué Rusia no tiene una industria desarrollada de drones y recurre a Irán?

La razón por la que Rusia importa drones de Irán no es por su sofisticación tecnológica, sino por su precio y disponibilidad. Rusia tiene su propia industria de drones. Sobre el papel, Moscú cuenta con toda clase de drones, desde el Orlan hasta los Ojotnik. Sin embargo, tanto la producción como las pruebas de los drones han sufrido muchos problemas. Por ejemplo, el Ojotnik todavía está en fase de pruebas, y lleva así varios años, por lo que no podrá ser desplegado en el campo de batalla en breve. El segundo problema está relacionado tanto con el coste de producción como con las piezas (por ejemplo, los microchips), que escasean tras el inicio de la “operación militar especial” de Rusia. Y, por supuesto, los costes de producción de los drones de fabricación rusa siguen siendo más elevados que los importados de países como Irán. Al principio, Rusia utilizaba drones civiles chinos de la marca DJI, que fueron adaptados para su uso militar para evitar los problemas asociados a la producción. Y quizás otro problema importante de los drones de fabricación rusa es el hecho de que no cumplen los requisitos del Ministerio de Defensa (tanto en términos tácticos como técnicos), dado que muchas piezas internas son importadas desde el extranjero.

¿Cuáles son los objetivos más habituales de los drones enviados por Rusia a Ucrania?

Los drones iraníes ofrecen una solución barata al problema existente. La brecha de capacidades ha sido identificada al principio del conflicto, sin embargo, no ha podido ser cubierta hasta hace poco, aunque las conversaciones sobre la exportación de drones iraníes a Rusia fueron reveladas en julio de 2022 (mucho antes de los reveses militares de Rusia). En este momento, esta es la opción más viable para Rusia, ya que los Shahed-136 (drones kamikazes) ofrecen muchas ventajas; por ejemplo, el ahorro de recursos, la protección de las tropas y el cumplimiento de los objetivos fijados, que en este momento parecen ser la destrucción completa de la infraestructura energética de Ucrania, posiblemente para hacer la guerra aún más costosa tanto para Ucrania como para sus partidarios, es decir, la OTAN.

¿Acabará EEUU suministrando a Ucrania armas ofensivas, ya sean baterías Patriot o cazas de combate?

Es muy poco probable que EEUU suministre a Ucrania armas ofensivas. El riesgo de provocar a Rusia es demasiado alto. Esta es también la razón por la que EEUU no quiso suministrar sistemas de misiles ATACMS (con un alcance de 300 km) que permitiría a las tropas ucranianas golpear en territorio ruso. La segunda razón por la que Estados Unidos y otros países podrían ser reacios a suministrar este tipo de armas (aparte de su coste) es la falta de confianza de base entre el gobierno ucraniano y los países que apoyan a Ucrania. Según el Índice de Riesgo de Venta de Armas 2021 (creado por el Instituto CATO), Ucrania obtuvo 66 puntos en una escala de 0 a 90, en la que 0 representa el “menor riesgo” y 90, el “mayor riesgo”. Este índice se calcula en base a factores como la corrupción, el historial de derechos humanos internos, los conflictos y la estabilidad. Esto significa que Ucrania debe tener una puntuación alta en uno o varios de los factores mencionados para ser considerada en el lado más arriesgado con respecto a otros países. De hecho, los informes sobre el comercio ilegal de armas procedentes de Ucrania se remontan a principios de la década de 2000. La corrupción ha sido otro problema visceral que ha asolado al país. Por tanto, en conjunto, existe el riesgo de que las armas ofensivas no sólo se utilicen para atacar a Rusia, sino que también se vendan en el extranjero. Y si alguna vez acaban en manos de Rusia, lo más seguro es que sean objeto de ingeniería inversa para que Rusia pueda copiarlas de forma efectiva y también ajustar sus propios sistemas de defensa para adaptarse a tipos de armas específicos.