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Un centenar de cazas F-35 de EEUU aterrizan en Corea del Sur para las mayores maniobras aéreas

Seúl ha desplegado 140 aviones en medio de las tensiones con Corea del Norte y la amenaza de una nueva prueba nuclear

Un avión de combate F-35 en el barco USS Essex
Un avión de combate F-35 en el barco USS EssexUS NAVYREUTERS

Corea del Sur y Estados Unidos, dos de los países con las mayores flotas del caza f-35, han comenzado este lunes sus maniobras militares aéreas de mayor escala en cinco años con el despliegue de más de 240 aeronaves, entre ellos cazas de última generación, para reforzar su poder disuasorio en el actual contexto de tensión con el Norte.

La maniobras Vigilant Storm, que se prolongarán hasta este viernes 4 de noviembre sobre la península coreana, se producen ante la posibilidad de que Pionyang pueda llevar a cabo su primer test nuclear en un lustro y tras el reciente aumento de las pruebas de misiles del régimen norcoreano.

Recientemente, las autoridades coreanas aprobaron un refuerzo presupuestario de 2.970 millones de dólares para la compra de 20 Lockheed Martin F-35A adicionales, cuyas entregas se esperan para el 2028. El Comité de Promoción de Proyectos de Defensa de Corea del Sur aprobó un proyecto de, aproximadamente 1.000 millones de dólares, para desplegar un número indeterminado de helicópteros CH-47F Chinook fabricados por la empresa estadounidense Boeing, para 2028.

Un avión de ataque electrónico EA-18G Growler despega en la base aérea de Osan, en Pyeongtaek, a 65 kilómetros al sur de Seúl
Un avión de ataque electrónico EA-18G Growler despega en la base aérea de Osan, en Pyeongtaek, a 65 kilómetros al sur de SeúlDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Para las maniobras Vigilant Storm, Seúl ha desplegado unos 140 aviones, entre ellos cazas furtivos F-35A y aeronaves F-15K y KF-16, mientras que Washington ha enviado alrededor de un centenar de aviones, entre ellos cazas F-35B con base en el archipiélago japonés de Okinawa, y EA-18, la versión del cazabombardero F-18 adaptada para escenarios de guerra electrónica, además de aviones cisterna KC-135 y aviones de reconocimiento U-2.

Es la primera vez que Estados Unidos despliega cazas F-35B en territorio surcoreano, según las fuerzas aéreas sureñas, que prevén coordinar más de 1.600 despegues de aeronaves durante los ejercicios, que incluyen una simulación continuada durante 24 horas de operaciones de interceptación y defensa aérea.

Corea del Sur es uno de los más de una docena de aliados y socios de Estados Unidos en todo el mundo que operan con los aviones construidos por Lockheed Martin, y hasta la fecha ha adquirido un total de 40 de los modelos F-35A.

Las fuerzas aéreas australianas también participan en esta ocasión en las maniobras, con el aporte de un avión cisterna KC-30A.

Un avión de ataque electrónico EA-18G Growler despega en la base aérea de Osan, en Pyeongtaek
Un avión de ataque electrónico EA-18G Growler despega en la base aérea de Osan, en PyeongtaekDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

La movilización de activos en la península envía a Corea del Norte un mensaje inequívoco de fuerza en un momento en que el régimen continúa realizando pruebas de proyectiles a un ritmo inédito hasta ahora, la última el pasado viernes.

Estas maniobras tienen su origen en Vigilant Ace, unos ejercicios aéreos combinados que arrancaron en 2015 y se suspendieron en 2018 ante el acercamiento temporal entre Seúl, Washington y Pionyang. Los ejercicios conjuntos fueron condenados por Corea del Norte como un “ensayo para la invasión y prueba de las políticas hostiles de Washington y Seúl”.

La península coreana vive un nuevo momento de tensión similar al experimentado en 2017, marcado por los repetidos lanzamientos norcoreanos, y se teme que las maniobras que se celebrarán durante cinco días motive algún tipo de respuesta por parte de Pionyang, que ve este tipo de ejercicios como una amenaza para su soberanía.