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Suecia se distancia de la milicias kurdas sirias para complacer a Turquía

El “premier” sueco se reúne hoy con Erdogan para desbloquear la adhesión a la OTAN

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el viernes en el Bósforo
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el viernes en el BósforolarazonAgencia AP

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, viaja este martes a Ankara para entrevistarse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al que confía en convencer para desbloquearla adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN. Turquía y Hungría son los únicos 30 socios de la Alianza Atlántica que aún no han ratificado el ingreso en la organización militar.

Desde que la derecha asumió el Gobierno en Suecia tras ganar las elecciones del 11 de septiembre, ha tratado de distanciarse de la milicia kurda sirias YPG, una de las exigencias de Ankara para dar luz verde a su ingreso en la OTAN. “Creo que es importante que haya una distancia entre esta organización y el lado sueco”, declaró el sábado el ministro de Exteriores, Tobias Billström, a Radio Suecia.

Tras la invasión rusa de Ucrania en febrero, los dos países nórdicos abandonaron su histórica política de no alineamiento militar en busca del paraguas de seguridad de la OTAN, en concreto su artículo 5, que garantiza la defensa colectiva en caso de un ataque a uno de sus miembros.

El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha combatido al Estado turco con atentados que se han cobrado decenas de miles de vidas. Por ello, el PKK es considerado designado como organización terrorista no solo por Turquía, sin por Estados Unidos y la Unión Europea. Pero la rama siria del grupo, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), ha sido un actor importante en la alianza internacional liderada por Estados Unidos para combatir el Estado Islámico (EI) en Siria.

“Existe un vínculo demasiado estrecho entre estas organizaciones y el PKK, que es una organización terrorista incluida en la lista de la UE”, explicó Billström.

Si bien Suecia ha expresado en el pasado su apoyo al YPG y su brazo político, el Partido de la Unión Democrática (PYD), el nuevo Gobierno parece haber dado un giro a la postura que mantenía la ex primera ministra socialdemócrata Magdalena Andersson.

En declaraciones al diario suco “Aftonbladet”, Billström llegó a señalar que las conversaciones de la OTAN con Turquía son mejores que las del Gobierno socialdemócrata anterior y que el proceso avanza con mayor fluidez.

“No tenemos una agenda en forma de contacto con el PKK y el YPG. Esta situación también es conocida por el Gobierno turco. Está fuera de discusión que el Ejecutivo, que actualmente gobierna Suecia tenga un acuerdo con los simpatizantes del PKK/YPG”, explicó el jefe de la diplomacia sueca.

Ya en septiembre, el país nórdico aceptó la petición turca de levantar el embargo en la venta de armas. La Inspección de Productos Estratégicos (ISP) volvió a conceder permiso para la exportación de productos clasificados como equipo militar de Suecia a Turquía. Se trata de entregas de seguimiento y es un efecto directo de la solicitud de membresía de Suecia en la OTAN.

El ISP enfatizó que no ha habido ni hay un embargo de armas contra Turquía. Pero en octubre de 2019, la inspección retiró los permisos de exportación de material militar a Turquía que existían. Desde entonces no se habían vuelto a emitir permisos.

“La solicitud de membresía de Suecia en la OTAN fortalece en gran medida las razones de la política de defensa y seguridad para permitir la exportación de equipos militares a otros Estados miembros, incluida Turquía”, explicaba el ISP.

La entrevista de hoy entre Kristersson y Erdogan servirá para conocer si estas concesiones suecas satisfacen las demandas turcas. El pasado viernes, tras entrevistarse con Jens Stoltenbeg, el secretario general de la OTAN, Erdogan aumentó la presión al asegurar que Suecia no había hecho lo suficiente para cumplir el acuerdo tripartito firmado el pasado mes de junio en la Cumbre de Madrid. En dicho texto, Helsinki y Estocolmo se comprometían con Ankara a extraditar a 73 supuestos terroristas, distanciarse de las milicias turcas y levantar el embargo de armas a Turquía.

Hasta ahora, Turquía no evitó criticar abiertamente a Suecia, a la que calificó como un “albergue para organizaciones terroristas” o como durante la cumbre exterior de la OTAN en Berlín. unos días después, cuando el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, criticó a la entonces ministra de Exteriores, Ann Linde, la política exterior feminista de Suecia,