Rusia

“Putin morirá en 2023 porque ningún medicamento contra el cáncer puede funcionar eternamente”

Un historiador ruso afirma que sobrevive gracias a un tratamiento proporcionado por occidentales y que antes de primavera debería entregar el poder para evitar que las élites rusas den un paso al frente

Vladimir Putin sorprendió a todos el día de Navidad anunciando que Rusia quiere negociar con Ucrania para poner fin a la guerra iniciada el pasado mes de febrero con la invasión de las tropas rusas del país presidido por Volodomir Zelenski. Las palabras de Putin, mostraban por segunda vez en una semana, la disposición a negociar. “Todos los conflictos armados terminan de una forma u otra en negociaciones”. “Nuestro objetivo no es hacer girar más la rueda del conflicto militar, sino por el contrario acabar esta guerra. Es a lo que aspiramos y aspiraremos”, dijo el responsable del Kremlin en una comparecencia ante los medios de comunicación. Precisamente estas palabras se producían cuando las tropas rusas lanzaban un nuevo ataque devastador contra Jersón. Putin no da tregua a Ucrania ni siquiera en Navidad.

Ucrania descartó la tregua hasta que Rusia no retire las tropas de su territorio. “Un completo alto el fuego por nuestra parte lo habrá sólo cuando ni un solo ocupante permanezca en nuestro territorio”, dijo Alexéi Grómov, subjefe del principal mando operativo del Estado Mayor del Ejército ucraniano.

Que el presidente ruso haya hablado de la posibilidad de sentarse a negociar la paz ha sido visto por algunos analistas como un punto de debilidad de Vladimir Putin, de 70 años, que achacan a las derrotas en el campo de batalla pero también a su delicado estado de salud.

De hecho, el historiador y analista político ruso Valery Solovey, ha ido un poco más allá y ha sentenciado que Putin se mantiene con vida exclusivamente para mantener viva la guerra con Ucrania, gracias a los cuidados y tratamientos que le proporciona un equipo de médicos extranjeros, a pesar de las sanciones occidentales impuestas contra él y contra su régimen.

Solovey trabajó como profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO), una escuela de formación para espías y diplomáticos y que sostiene que tenía contactos en el círculo más cercano al presidente que le informaban sobre el estado de salud de Putin.

El historiador insiste en que el inquilino del Kremlin vive gracias a los tratamientos de occidente, esa parte del mundo que tanto ha criticado y de la que trata de mantenerse alejado tanto él como sus ciudadanos. Estos tratamientos habrían sido especialmente efectivos con el líder ruso, que han permitido atacar el cáncer que sufre y frenar su propagación, aunque, según dijo Solovey es probable que 2023 sea el último año de Putin en el poder.

“Puedo decir que sin este trato -proporcionado por médicos extranjeros- definitivamente no habría estado en la vida pública de la Federación Rusa”, dijo el historiador al canal ucraniano YouTube Odesa Film Studio. “Utiliza los tratamientos más avanzados y la terapia dirigida que Rusia no puede proporcionarle….Yo diría que el tratamiento ha sido demasiado exitoso. Lo han estado tratando demasiado bien”, insistió.

El presidente ruso Vladimir Putin, acompañado por el gobernador de Tula, Alexei Dyumin, (izquierda)
El presidente ruso Vladimir Putin, acompañado por el gobernador de Tula, Alexei Dyumin, (izquierda)SPUTNIK/KREMLIN POOL / POOLAgencia EFE

A pesar de esto, “el final ya está a la vista, incluso según los médicos que supervisan el tratamiento, porque ningún medicamento puede tener un éxito infinito”, sentenció.

A pesar de sus afirmaciones no indicó la procedencia de los médicos extranjeros que supuestamente mantienen a Putin con vida, pero sí dijo que el presidente confía en ellos y en su tratamiento, que es supervisado por una élite de médicos expresamente seleccionados por el líder ruso.

Solovey hizo referencia a los problemas de movilidad que supuestamente se han evidenciado en sus comparecencias públicas: “Es obvio que tiene problemas con el movimiento, con las piernas, y muchos espectadores lo han notado”.

Según la información que maneja este historiador, Putin padece un cáncer de colon que se ha extendido “y ahora es más peligroso”. La fuerte medicación que toma para controlarlo tiene efectos secundarios importantes, como los síntomas tempranos de Parkinson, afirmó. “La estrategia y las tácticas del tratamiento fueron definidas por médicos que están fuera de Rusia. “Son los médicos que lo operaron en febrero de 2020, poco después de que le diagnosticaran un cáncer”.

Nikolai Patrushev, en una imagen de archivo
Nikolai Patrushev, en una imagen de archivoSergey FadeichevAgencia AP

Hace unos meses, hubo intensos rumores que indicaban que los medicamentos que tomaba el inquilino del Kremlin eran israelíes y que habían sido recetados y comprados en ese país.

Debido al empeoramiento de su estado, Solovey tiene claro que Putin ya tienen decidido qué hacer cuando la enfermedad le impida continuar con sus tareas diarias como mandatario. El presidente ruso se apoyaría en dos de sus colaboradores más cercanos, como son el ministro de agricultura ruso, Dmitry Patrushev, de 45 años, una persona poco conocida por los rusos pero que goza de su total confianza. El otro elegido sería Nikolai Patrushev, de 71 años, un colaborador con mano de hierro, un antioccidental encargado de la seguridad del país, y uno de los arquitectos clave en el inicio y desarrollo de la guerra en Ucrania.

Un tercer candidato a la sucesión sería Alexei Dyumin, de 50 años, exguardaespaldas de Putin y exviceministro de Defensa, y actual gobernador de la región de Tula.

Las élites rusas confían en que elegido sea Patrushev, por lo que de momento han decidido no mover ficha: “Esperan que el poder llegue a sus manos, de una manera u otra, pero como resultado de un proceso de transición legal”. “Llegará al clan Patrushev, Dmitry Patrushev, pero en teoría existe la posibilidad de que puedan ‘estimular’ este proceso”.

Solovey tiene claro que el proceso se ha acelerado y que la sucesión podría producirse en la primavera. “Si no se va de forma voluntaria, otras personas actuarán. Putin está ante su última oportunidad. Si no hace ningún movimiento, las élites se alejarán de él para siempre... y pasarán a la acción”, dijo.

Sobre la cancelación del viaje a Nizhny Tagil la semana pasada, para visitar una planta de fabricación tanques, “podría haber estado relacionada con problemas de salud. “Por lo general, cuando [los viajes] se cancelan, hay dos factores en juego: cuestiones de salud y seguridad. No sé cuál prevaleció en este caso”, concluyó.

La salud de Putin, en entredicho en los últimos meses

En los últimos meses, Putin ha sido fotografiado con marcas sospechosas de un tratamiento intravenoso en el dorso de la mano, en medio de rumores de que también podría haber padecido otras formas de cáncer.

En septiembre, Putin fue visto agarrando una silla mientras sus pies temblaban durante un acto público. Una imagen que se repitió días después, durante una reunión con el presidente de Kazajstán, Kassym-Jomart Tokayev. También se le han visto marcas moradas en las manos, similares a las que quedan después de haber estado llevando una vía intravenosa para suministrarle un tratamiento.