118º Congreso

Bloqueo histórico en la Cámara de Representantes de Estados Unidos

El republicano McCarthy, boicoteado por sus propias filas, pierde las tres primeras votaciones para suceder a la demócrata Nancy Pelosi en la presidencia de la Cámara Baja

El Congreso de Estados Unidosabrió este martes una nueva etapa en la que los republicanos se presentan con una posición precaria pese a haber ganado la mayoría en la Cámara de Representantes en las elecciones de noviembre. El partido de Donald Trump venció con un margen escaso y llega al Capitolio, además, con serias divisiones en su interior, lo que le convierte en una fuerza frágil ante el nuevo ciclo legislativo de Estados Unidos.

Así se pudo constatar en la primera prueba de fuego que ha enfrenado el partido conservador durante la elección del “speaker” o presidente de la Cámara de Representantes, un cargo que hasta ahora ha ocupado la demócrata Nancy Pelosi. Tras una intensa pugna dentro del partido republicano, el candidato propuesto por los republicanos, Kevin McCarthy, no obtuvo los votos necesarios para conseguir este puesto, que lo convertiría en segundo en la línea de sucesión presidencial en EE UU.

McCarthy, hasta ahora líder de la oposición republicana en la Cámara Baja, ha criticado tras una larga reunión a puerta cerrada que haya miembros de su partido que se oponen a su nombramiento porque piensan más “en sus cargos que en el país”. En el bando republicano existe una nueva generación de nombres alineados con Trump que se han enfrentado a McCarthy porque consideran que no es suficientemente conservador para frenar con autoridad a los demócratas.

Finalmente, solo consiguió 203 votos en la primera y segunda votación. En la tercera le fue aún peor ya que sumó 202. Tendrán que celebrarse este miércoles sucesivas votaciones hasta que algún candidato alcance la mayoría, una situación que no se producía desde hace un siglo (en 1923). Aquel año se necesitaron nueve votaciones –y varios días– para elegir a un presidente. En 1869 se logró tras 60 votaciones, un proceso que se alargó durante dos meses.

En el caso de que ahora no lograrse el número de votos suficientes, los republicanos -que controlan la mayoría de la Cámara de Representantes con 222 de los 435 escaños totales- se verían abocados a presentar un nuevo candidato.

La toma de juramento de los miembros de la Cámara, el nombramiento de los presidentes de los comités, la participación en los procedimientos de la sala y el inicio de las investigaciones de supervisión se retrasarán hasta que se elija y preste juramento el “speaker” o portavoz de la Cámara.

«Freedom Caucus»

La revuelta contra McCarthy ha sido liderada por un pequeño grupo de legisladores ultraconservadores agrupados en el llamado «Freedom Caucus». El candidato demócrata, Hakeem Jeffries, de Nueva York, obtuvo 212 votos mientras que los republicanos que se rebelaron contra McCarthy propusieron a otro candidato, al congresista ultraderechista de Arizona Andy Biggs, que obtuvo 10 votos. Un total de nueve congresistas no votaron por ninguno de ellos y faltó el voto del legislador demócrata Donald McEachin, fallecido en noviembre.

Los republicanos, que no lograron vencer en el Senado en las elecciones de medio mandato de noviembre, tomarán el control en la Cámara de Representantes con el objetivo de torpedear tanto como puedan la acción de gobierno de Joe Biden tras dos años en los que el poder de los demócratas fue muy superior. Uno de los primeros obstáculos que el presidente se encontrará es la aprobación del presupuesto federal. Sus oponentes no se lo pondrán nada fácil.

Investigar a Hunter Biden

Pero hay más. Los republicanos han avisado de que quieren iniciar una serie de investigaciones sobre cuestiones tan variopintas como la caótica retirada de Afganistán, la política migratoria del Gobierno, los problemas fronterizos con México, el origen de la pandemia y, especialmente, las supuestas conexiones de Hunter Biden, hijo del presidente, con oligarcas ucranianos. A Hunter se le ha relacionado con presuntas operaciones de lavado de dinero y varios negocios turbios en ese país.

Este martes, el nuevo Congreso de EE UU (que terminará su labor en enero de 2025) tenía que haber sido una fiesta ya que decenas de senadores y representantes de la Cámara acudieron a tomar posesión de sus cargos acompañados de familiares y amigos para dar inicio a la sesión legislativa de los próximos dos años. Pero la falta de apoyos a McCarthy estropeó la jornada.

Aunque Trump no logró proyectar con éxito a la mayoría de sus candidatos en las elecciones estatales, el magnate mantiene un ejército de seguidores en el nuevo Congreso de Estados Unidos formado por casi 150 senadores y representantes que se niegan a aceptar la victoria de Biden de 2020.

Mientras en el Congreso todo eran nervios, en el Senado, el republicano Mitch McConnell se convirtió oficialmente en el líder del partido con más años de servicio. En el Senado los demócratas tienen una pequeña mayoría de 51 a 49, y McConnell es una pieza capital para Biden y su política de buscar acuerdos entre los dos partidos para sacar adelante su agenda legislativa.

Senado de EEUU
Senado de EEUUMiguel Roselló

El entorno de Biden ha sugerido que el presidente anunciará próximamente la intención de concurrir como candidato demócrata a las elecciones de 2024. Con 80 años, el mandatario estadounidense tendría que enfrentarse a alguna de las principales opciones republicanas para las presidenciales. Las dos que más han sonado han sido la de Ron DeSantis, gobernador de Florida, y la del propio Donald Trump.

De momento, la Casa Blanca centrará sus esfuerzos en un programa que incluye la ampliación de los seguros médicos y su abaratamiento, un mayor acceso a la vivienda, la prohibición de las armas de asalto y la batalla por asegurar los derechos reproductivos. “El objetivo del presidente será reconstruir la economía desde abajo hacia arriba”, dijo recientemente Karine Jean-Pierre, secretaria de prensa de la Casa Blanca, quien añadió que Biden buscará proporcionar espacios para una agenda bipartidista.

Otra de las prioridades de los demócratas en esta nueva etapa será el nombramiento de jueces federales a medida que se jubilen los jueces designados por el presidente George Bush, designaciones que serán más fáciles para los demócratas gracias a su mayoría en el Senado.