Cambio

Trump recupera el reinado de sus redes sociales

Facebook e Instagram se unen a la reciente decisión de Twitter y restituyen las cuentas del expresidente republicano

El expresidente Donald Trump aún defiende que hubro fraude electoral en 2020
El expresidente Donald Trump aún defiende que hubro fraude electoral en 2020Alex BrandonAgencia AP

Si algo caracterizó la presidencia de Donald Trump fue su uso indiscriminado de las redes sociales, tuiteando sin descanso de sol a sol cada uno de sus pasos, pensamientos y acciones. Una gran parte de su equipo fue despedido por Twitter, red social que también se convirtió durante los cuatro años de mandado del republicano en la principal fuente de información para los medios de comunicación, al prescindir de las conferencias y comunicados de prensa durante la mayor del tiempo que residió en la Casa Blanca.

Trump cambió para siempre el uso que un alto cargo público, en este caso el presidente de Estados Unidos, le había dado hasta entonces a las redes sociales. Y lo hizo incluso antes de optar al cargo, promocionando potentes campañas en Facebook que le ayudaron a posicionarse con las prioridades de su agenda política, a menudo no exentas de polémica, y a impulsar consecuentemente su victoria en las elecciones de presidenciales de 2016.

Numerosos estudios demuestran que uno de los factores decisivos para la victoria de Trump fue su influencia en redes sociales, donde recaudó millones de dólares para llegar a la Casa Blanca. El valor de Facebook entonces permitía llegar a tres de cada cuatro estadounidenses de manera muy efectiva y en una única plataforma.

Solo de las pequeñas donaciones, la campaña de Trump recaudó más de 250 millones de dólares. Aunque, sin duda, uno de los elementos más relevantes a su favor fue la difusión de noticias falsas, asunto que llevó a una compleja investigación de años. Y es que, durante la campaña, se crearon cientos de páginas web desde las que se lanzaron miles de mensajes a favor del candidato republicano y contra su rival demócrata.

Meta suspendió las cuentas de Trump en Facebook e Instagram el 7 de enero de 2021, pocas horas después del histórico asalto al Capitolio, alegando que las publicaciones del todavía presidente de Estados Unidos corrían el riesgo de seguir incitando a la violencia. Esa misma semana, otros servicios como Twitter y YouTube también le fueron cancelados. Lo que pareció ser una medida temporal, acabó convirtiéndose en algo “indefinido”.

Hasta ese momento, las redes sociales habían sido para Trump la vía principal de comunicación con el público en general pero, muy especialmente, con su base electoral. Fieles seguidores trumpistas que se movilizaron desde todos los estados del país para asistir a la convocatoria de la marcha “Frenen el robo” (Stop the steal), que culminó en el violento allanamiento al Congreso para detener la tradicional certificación de votos que daba por ganador al demócrata Joe Biden como presidente de Estados Unidos.

Dos años han pasado de ese acontecimiento, que se recuerda como el mayor ataque contra la democracia en la historia reciente del país. El mismo tiempo, 48 meses, que las cuentas de Trump en Facebook e Instagram le fueran suspendidas. Este miércoles, el propietario de Meta anunció que “en las próximas semanas” dichas cuentas le serían restituidas, permitiendo de nuevo el acceso del expresidente republicano a los servicios ofrecidos por las redes sociales.

“Creemos que es necesario y posible trazar una línea entre el contenido que es dañino y debe eliminarse, y el contenido que por desagradable o inexacto que sea es parte de la vida áspera y agitada de una sociedad libre”, justificó el presidente de asuntos globales de Meta desde febrero de 2022, Nick Clegg, exviceprimer ministro británico.

En los últimos años, Zuckerberg ha delegado el control de las decisiones más políticas de Meta en Clegg, que a su vez ha puesto en marcha procedimientos y equipo para gestionar este tipo de asuntos. Aun así, la supervisión y la aprobación final de las decisiones más importantes de la empresa sigue dependiendo de su fundador.

“El público deberá poder escuchar lo que dicen sus políticos: lo bueno, lo malo y lo feo, para que pueda tomar decisiones informadas en las urnas”, explicó Nick Clegg. “Pero eso no significa que no haya límites para lo que la gente pueda decir en nuestra plataforma”, recalcó.

Considerando que el riesgo para la seguridad pública tras ese tiempo se ha “reducido lo suficiente”, Meta anuncia ahora que revierte las prohibiciones contra las cuentas del magnate afincado en Florida, cuando muchos dan por iniciada la campaña electoral hacia las presidenciales de 2024. Donald Trump es, por ahora, el único que ha presentado su candidatura oficial por el Partido Republicano.

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Solo en Twitter, sin haber vuelto a publicar contenido desde que le cancelaron la cuenta hace exactamente dos años, y habiendo sido restablecida en noviembre del año pasado, Trump cuenta con cerca de 90 millones de seguidores. Y en Facebook nadie ha superado los cientos de miles que llegó a alcanzar.

Desde entonces, Donald Trump ha utilizado una plataforma de su propia creación: Truth Social, que le ha servido de altavoz durante este tiempo y que sigue utilizando con frecuencia. El magnate denuncia que nada parecido a la polémica suspensión de sus cuentas “nunca más debería sucederle a un presidente en ejercicio, ¡o a cualquier otra persona que no merezca retribución!”.

El debate en torno a la drástica decisión sin precedentes de Meta y el resto de las plataformas ha puesto el foco, durante meses, en la libertad de expresión y en quién debería tener la autoridad de decidir qué se puede publicar y qué se debe eliminar.