El registrador nacional de Colombia prometió un recuento rápido de los votos en la segunda vuelta de las presidenciales. «Antes de las ocho de la noche habrá nuevo presidente», dijo Alexander Vega. El pronóstico se cumplió: a las cuatro, las mesas cerraron y comenzó el escrutinio rápido de los sufragios de la que se esperaba una reñida segunda vuelta.

A lo largo del recuento, la diferencia entre ambos candidatos se mantuvo por debajo de cuatro puntos. Analistas mencionaron mientras la Registraduría emitía los boletines que si la primera vuelta fue una medición del «antiuribismo», la segunda terminó mostrando el impacto del «antipetrismo», que no fue suficiente para derrotarlo. En cualquier caso, ambos competidores representaron opciones antisistema y alejadas de la clase política y los partidos tradicionales del país andino.

Finalmente, el izquierdista Gustavo Petro consiguió la primera magistratura de Colombia, en su tercer intento electoral. Con el 50,51% de los votos, con el 98% de las mesas escrutadas, se impuso al 47,22% de su rival, el millonario populista Rodolfo Hernández. Petro tenía el reto de superar su techo electoral, que en la primera vuelta sumó 500.000 votos a los 8 millones de 2018. En esta segunda vuelta superó los once millones.

«Hoy es día de fiesta para el pueblo. Que festeje la primera victoria popular. Que tantos sufrimientos se amortigüen en la alegría que hoy inunda el corazón de la Patria», escribió el presidente electo en Twitter. «Esta victoria es para Dios, el Pueblo y su historia. Hoy es el día de las calles y las plazas», añadió Petro.

El resultado final de Hernández fue de 10,3 millones de sufragios. En total, una participación históricamente alta que superó el 50% y por primera vez tuvo a ambos aspirantes obteniendo resultados con ocho dígitos en votos.

La asistencia de electores fue masiva, con centros electorales mostrando largas filas. Más de 39 millones de colombianos estaban convocados a las 102.000 mesas repartidas en todo el país. Ya desde temprano, las autoridades esperaban que la abstención fuese significativamente menor con respecto a los últimos años.

La actividad electoral en las calles se combinó con la comercial, pues durante el fin de semana el Gobierno nacional suspendió la aplicación del IVA como un esfuerzo para reactivar la economía. La medida hizo caer el uso de servicios bancarios digitales, y distrajo a algunos ciudadanos que decidieron pasar de acudir a los centros de votación.

Estas elecciones colombianas han sido de las más vigiladas. En el país se han desplegado ocho misiones electorales, 410 observadores internacionales y 33 ONG acreditadas. En las redes sociales empezaron a circular denuncias sobre algunos tarjetones con enmiendas o rayones en la casilla del voto en blanco. Incluso Petro publicó un mensaje en el que afirmó que «tarjetones llegaron marcados con el voto en blanco». Dijo que era un fraude y pidió revisar las papeletas al recibirlas.

El registrador nacional calificó las denuncias como «noticia falsa». Detalló que «puede que aparezca alguna tarjeta electoral con alguna inconsistencia, pero se puede pedir el cambio. Hemos verificado todas las tarjetas y no tienen ningún inconveniente». La Misión de Observación Electoral (MOE) entregó al mediodía su primer informe con lo reportado por 2.381 observadores electorales entre las 7:00 y las 11:00. Consignaron 104 posibles irregularidades y delitos electorales en 22 departamentos y en Bogotá, entre los que se destacan problemas con el material electoral, anomalías en el voto libre y publicidad en medios, entre otros.

Durante la jornada, y para responder a las denuncias y dudas de que el «software» automatizado de escrutinio de la empresa española Indra no había tenido una auditoría internacional independiente, las autoridades divulgaron un análisis técnico de la firma JAHV McGregor que determinó que el Sistema del Escrutinio Nacional «cumple con las especificaciones técnicas solicitadas por la Registraduría Nacional del Estado Civil, pactadas en el contrato 105 RNEC–INDRA 2021, acordes con las funciones y el propósito para el cual fue desarrollado, en virtud del principio de transparencia».

En materia de seguridad, se registraron dos asesinatos en el departamento del Cauca de dos integrantes del Pacto Histórico –la plataforma de Petro–, incluyendo un testigo electoral. Los ataques fueron con armas de fuego. El grupo exigió a las autoridades adelantar inmediatamente las acciones legales para juzgar a los responsables de estos homicidios.

El Ministerio de la Defensa reportó «normalidad» durante los comicios. Su titular, Diego Molano, fijo en Bogotá que no hubo mayores afectaciones a los puestos de votación, salvo que seis tuvieron que ser reubicados.

Por otra parte, el funcionario también informó de capturas en varios puntos contra supuestos disidentes de las FARC y un ideólogo del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que estarían presionando a votantes. Por otra parte, informó que en el departamento de Caquetá un soldado murió. Las tropas «fueron atacadas mediante acción de sicariato, donde resulta asesinado el soldado Eric Enrique Estrada López», reportó la institución militar. En el instante fueron capturados los dos presuntos responsables, que pertenecen a uno de los grupos disidentes de las FARC.