Tras la renuncia de Pence
Se estrecha el círculo entre los candidatos republicanos con Trump a la cabeza de todas las encuestas
Las bases republicanas no han perdonado al ex vicepresidente estadounidense que se apartase del magnate durante el asalto al Capitolio del 6 de enero
En un inesperado mensaje desde Las Vegas (Nevada), el vicepresidente Mike Pence anunció este fin de semana que se retira de la carrera presidencial quedando solo en pie 9 candidatos republicanos de cara a las primarias del partido. ¨La Biblia nos dice que hay un momento para cada propósito bajo el cielo¨, dijo el retirado aspirante antes de suspender su campaña en el hotel donde se grabó la famosa película de Ocean´s Eleven. Los votantes conservadores nunca le han perdonado al que fue el segundo de Donald Trump que abandonara a su jefe en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. En aquel momento lo tacharon de traidor y esa mancha le ha acompañado hasta el día de hoy.
De nada ha servido el encomiable currículo que el exaspirante a la Casa Blanca tiene a sus espaldas. Congresista, antiguo gobernador del estado de Indiana en 2012 y exvicepresidente de EE UU. Sobre el papel tenía todas las aptitudes necesarias para una gran victoria, pero corren tiempos difíciles para la política estadounidense. Pence hace tiempo que perdió la carrera para llegar a la Casa Blanca. Durante su andadura por el país promocionando su candidatura, muchos votantes de ambos partidos se acercaron a él para darle las gracias por mantenerse firme, a pesar de la presión de su entonces jefe, durante el asalto al Capitolio. A pesar de ese apoyo, la realidad es que pocos sobreviven al escrutinio social tras enfrentarse a Donald Trump. Además, los fondos de campaña del exvicepresidente empezaban a flojear. Según uno de los últimos informes, el excandidato había acumulado una deuda de $600.000 dólares hasta el pasado septiembre, de nada sirvió el agresivo programa de recaudación de fondos que su equipo llevó a cabo.
Como fiel y devoto cristiano, su estrategia de atraer a los votantes evangélicos que en 2016 contribuyeron al triunfo de Trump y que conforman una extensa comunidad en Iowa (uno de los estados clave para las elecciones presidenciales) tampoco parece haber funcionado esperaban. Sus constantes llamadas al Partido Republicano para seguir manteniendo el apoyo a sus socios internacionales en medio de las guerras de Ucrania e Israel también fracasaron. Ni siquiera su propio hermano, el representante Greg Pence, estaría dispuesto a apoyar un nuevo paquete de ayudas para apoyar a la nación europea.
Por si fuera poco, Pence no ha conseguido remontar su escaso apoyo en las encuestas, de poco más de un 3%. Con esa cifra de solo un dígito, es poco probable que su marcha suponga un impulso significativo para ninguno de sus rivales. El exgobernador de New Jersey, Chris Christie, que ha sido el mayor crítico de Trump hasta ahora, celebró que el número de candidatos se vaya reduciendo para que por fin se defina claramente quien será el candidato que tome fuerza y se enfrente al favorito en las encuestas, Donald Trump.
¿A quién dará su apoyo ahora Mike Pence? Todavía no está claro. En sus discursos ha dejado claro que no comparte la manera de hacer política del gobernador de Florida Ron DeSantis, que es el segundo favorito en las encuestas después de Trump. Diferente es su relación con la exembajadora ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, que dijo de él que era ¨un buen hombre de fe. Ha luchado por EE UU y ha luchado por Israel, todos tenemos una deuda de gratitud con él¨. Palabras de camarería también por parte de Chris Christie, ¨merece nuestro agradecimiento como estadounidense por anteponer su juramento al cargo y la Constitución de EE UU a la presión personal y política¨. Misma línea ha seguido el senador Tim Scott, asegurando que ¨el Partido Republicano es hoy más fuerte gracias al liderazgo de Mike¨. No pasará mucho hasta que Pence vuelva a estar en los medios de comunicación. El exvicepresidente planea publicar un segundo libro con su hija Charlotte Pence el 14 de noviembre llamado ¨Go Home for Dinner¨ (A Casa para Cenar).
Lo que sí ha vuelto a quedar muy claro esta vez es el poder y la gran influencia de Donald Trump en su partido, a pesar de que el exlíder estadounidense enfrenta 91 cargos criminales en 4 causas penales separadas, en 4 estados distintos del país. En el campo legal a Trump no se le está dando tan bien, muchos de los sus antiguos aliados le están empezando a dar la espalda, como la exabogada del exmandatario, Sidney Powell, que se ha declarado culpable en la causa, o el también letrado Kenneth Chesebro, que la semana pasada reconoció el delito del que se le acusaba de conspiración para cometer la presentación de documentos falsos. Sin embargo, en lo que a la esfera política se refiere, Trump continúa siendo el gran líder. Y eso que de momento no se ha presentado a ninguno de los dos últimos debates republicanos.
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