EE UU

El Pentágono abre una investigación por el vídeo de seis legisladores demócratas que instaron a militares estadounidenses a rechazar órdenes ilegales

EL presidente de EE UU criticó el vídeo, acusando a los protagonistas del mismo de “comportamiento sedicioso” y “traidores”

FILE - The seal of the Federal Bureau of Investigation is displayed at its headquarters in Washington, Nov. 18, 2024. (AP Photo/Jose Luis Magana, File)
FBI Agent Pride FlagASSOCIATED PRESSAgencia AP

La política estadounidense abrió esta semana un nuevo frente de confrontación entre el presidente Donald Trump y miembros del Congreso, tras la decisión del Departamento de Defensa de investigar al senador demócrata Mark Kelly por un vídeo en el que él y otros legisladores instan a soldados y agentes de inteligencia a no obedecer órdenes “ilegales”. El caso ha provocado una tensión inusual: el Pentágono evalúa una eventual corte marcial contra un senador en ejercicio y exoficial de alto rango, mientras el mandatario acusa a los legisladores de “sedición” y sus detractores denuncian una maniobra para intimidar a la oposición.

La polémica comenzó la semana pasada, cuando se difundió un vídeo en el que Kelly —capitán retirado de la Marina de los EE UU , veterano de la guerra del Golfo y exastronauta— aparece junto a otros cinco legisladores demócratas que también sirvieron en las Fuerzas Armadas o en agencias de seguridad. En la grabación, los parlamentarios recuerdan al personal militar su juramento a la Constitución y afirman que las leyes permiten rechazar órdenes claramente ilegales. “Nuestros marcos legales son claros: ustedes pueden rehusarse a cumplir órdenes ilegales”, dice Kelly, mirando a cámara.

Los legisladores no mencionan órdenes específicas, pero varios demócratas han cuestionado en los últimos meses las operaciones militares autorizadas por Trump para atacar embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Pacífico y el Caribe, operaciones que han dejado al menos 83 muertos. También han criticado el despliegue de la Guardia Nacional en distintas ciudades del país en situaciones de orden público. La oposición considera que ambas acciones ponen a los militares en una “zona gris legal”.

Para la administración Trump, en cambio, el vídeo constituye un acto potencialmente criminal. La declaración oficial del Pentágono, publicada en X, señala que ha iniciado una “revisión exhaustiva” por “serias acusaciones de mala conducta” contra Kelly, lo que podría derivar en su reincorporación al servicio activo para enfrentar un tribunal militar, una potestad reservada para quienes se han retirado formalmente de las Fuerzas Armadas, como es su caso. Citando el Código Uniforme de Justicia Militar (UCMJ), el Departamento de Defensa recordó que es delito “provocar insubordinación, deslealtad o negativa al deber”.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, reforzó la postura del Pentágono. En un mensaje calificó a los seis legisladores como “los seis sediciosos” y tildó sus declaraciones de “despreciables, temerarias y falsas”. Según Hegseth, la alusión a órdenes ilegales “socava el orden y la disciplina” de las FuerzasAarmadas y “pone en riesgo” a las tropas. Aun así, aclaró que Kelly es el único bajo jurisdicción del Departamento de Defensa.

Las reacciones del presidente Trump fueron más contundentes. En su plataforma Truth Social acusó a los congresistas de “CONDUCTA SEDICIOSA PUNIBLE CON LA MUERTE” y compartió una publicación que pedía colgar a “traidores”. Días después matizó —“no estoy amenazando con la muerte, pero están en serios problemas”— sin retractarse del calificativo de “sediciosos”.

Kelly respondió a la investigación diciendo que no se dejará intimidar: “Si esto busca asustarme a mí y a otros miembros del Congreso para que no hagamos nuestro trabajo, no funcionará". El senador recordó que juró defender la Constitución en 1986 y que lo ha cumplido durante 25 años de servicio. “He dado demasiado a este país para ser silenciado por matones que se preocupan más por su propio poder que por proteger la Constitución”, dijo. Días antes había declarado públicamente que nunca imaginó que un presidente de Estados Unidos “pediría su ejecución”.

A pesar de que algunos analistas califican las palabras dichas en el vídeo como legales, el Pentágono sostiene que el problema no radica en el contenido legal, sino en el contexto político. En su comunicado, la institución aseguró que el mensaje podría interferir en la “lealtad, moral y disciplina” de las fuerzas armadas en un momento especialmente sensible. Desde octubre, demócratas del Comité Judicial del Senado han exigido al Departamento de Justicia que revele sus análisis legales sobre la letalidad de los ataques en el mar. Trump, por su parte, insiste en que los operativos son “órdenes legales” bajo las leyes de conflicto armado.