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Ankara destapa un operativo para liquidar a Khashoggi

Un comando de 15 efectivos del aparato de seguridad saudí, entre ellos un médico forense, viajó a Turquía el día de la desaparición del periodista crítico con el príncipe heredero Bin Salman.

Miembros de PEN America, una asociación en defensa de la libertad de expresión, protestan por la desaparición de Khashoggi en Washington
Miembros de PEN America, una asociación en defensa de la libertad de expresión, protestan por la desaparición de Khashoggi en Washingtonlarazon

Un comando de 15 efectivos del aparato de seguridad saudí, entre ellos un médico forense, viajó a Turquía el día de la desaparición del periodista crítico con el príncipe heredero Bin Salman.

El caso de la desaparición del periodista saudí Jamal Khashoggi se acerca cada día más al guión de una película de cine negro, al estilo del «Asesinato en el Orient Express». Todos los rumores e indicios policiales conducen a Arabia Saudí. Entre ellos cobra especial importancia el dispositivo utilizado para trasladar a la capital turca a los 15 efectivos de la inteligencia militar saudí, miembros de las fuerzas especiales y la guardia nacional, y a un médico forense que participaron supestamente en la operación. Dos jets privados se encargaron de trasladar a los presuntos responsables de la operación desde Riad. Los trayectos de vuelta se produjeron vía El Cairo y Dubai. Además, una televisión turca mostró ayer imágenes, cedidas por la Policía de las cámaras de seguridad del consulado saudí en Estambul, en las que se veía a Khashoggi ingresar en el edificio diplomático sobre las 13:30. Asimismo, las cámaras grabaron una camioneta negra que se detuvo frente al consulado. El vehículo sospechoso entró poco después al recinto diplomático y, pasadas las 15:00, salió de allí y se dirigió a la residencia del cónsul saudí, según el canal turco 24TV. Desde la semana pasada, la investigación turca apunta a un complot de asesinato orquestado por el Gobierno saudí.

Sin embargo, «The Washington Post» publicó ayer que los servicios de inteligencia estadounidenses habían interceptado comunicaciones entre responsables saudíes que mencionaban su secuestro antes de la desaparición de Khashoggi.

Por su parte, «The New York Time» va más allá y afirma que altos cargos del aparato de seguridad de Turquía acusan ya abiertamente a las autoridades saudíes de haber ordenado el crimen. Fuentes turcas, consultadas por «NYT» describieron el asesinato como una operación «rápida y compleja» en la que mataron al periodista en menos de dos horas desde su llegada al consulado. Según la versión del rotativo neoyorquino, un equipo de agentes saudíes habría descuartizado el cuerpo de Khashoggi en el mismo consulado.

En las últimas filtraciones a la prensa local, se revelaron varios de los nombres del presunto equipo de 15 saudíes que llegaron y se marcharon de Estambul el 2 de octubre, fecha que coincide con la desaparición de Khashoggi. Entre ellos había un médico forense vinculado al aparato de seguridad de la monarquía saudí. La prensa turca ha bautizado a este misterioso grupo como el «comando de asesinato» o «de secuestro», abriendo las dos posibilidades de los hechos. Otra posible fuente de indicios en los que se centran las pesquisas turcas es un Apple Watch conectado al movil de Khashoggi y que podría aportar información clave para aclarar lo sucedido.

La investigación de la Policía turca identifica a un médico forense y oficial del Ejército saudí como Salah Mohamed Tugaiby, según publicó ayer el diario «Hürriyet». Por su parte, el periódico progubernamental «Sabah» dio más detalles con no solo los nombres y las edades de todos los integrantes del equipo, sino también con sus fotografías, tomadas por las cámaras de seguridad de los dos hoteles de Estambul en los que se alojaron, y las horas de entrada y salida.

Otra cadena turca reveló que aquel 2 de octubre los representantes diplomáticos dieron la tarde libre a los empleados turcos del consulado con el pretexto de que iba a haber una reunión. Según el canal de televisión NTV, los trabajadores locales abandonaron el recinto consular a la hora del almuerzo, antes de que llegara el periodista saudí. A pesar de los indicios de la investigación policial, el Gobierno turco ha preferido mantenerse al margen y no pronunciarse hasta que haya evidencias del asesinato o secuestro del periodista. Las autoridades se limitan a decir que todo lo que se sabe de Khashoggi es que entró en el consulado en Estambul para un trámite burocrático, en concreto preparar los papeles para poder casarse con su prometida, y no volvió a salir del recinto.

Según «The Washington Post», la prometida de Khashoggi, Hatice Cengiz, ha pedido al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ayuda en la investigación. «A esta alturas, le imploro al presidente Trump y a la primera dama, Melania Trump, que ayuden a sacar a relucir la verdad sobre la desaparición de Jamal», suplicó.

El propio presidente americano se ha mostrado «preocupado» por la suerte del periodista a raíz de las «malas historias que circulan» sobre su desaparición. El magnate dijo haber hablado «a los más altos niveles» con Riad sobre el caso y aseguró que planea invitar a la prometida del periodista a la Casa Blanca.

Por su parte, Reino Unido pidió ayer al Gobierno saudí que explicara lo que había ocurrido. «Acabo de reunirme con el embajador de Arabia Saudí pidiendo respuestas urgentes sobre la desaparición de Jamal Khashoggi», publicó en Twitter el ministro de Asuntos Exteriores británico.

La aparente inacción de Estados Unidos a la hora de presionar a su aliado saudí, el príncipe heredero, Mohamed Bin Salman, ha levantado las críticas de las organizaciones de derechos humanos. También la ONU pidió ayer a Ankara y a Riad que investiguen el caso. «Hacemos un llamado a la cooperación entre Turquía y Arabia Saudita para conducir una investigación pronta, imparcial e independiente sobre las circunstancias de la desaparición del señor Khashoggi y hacer públicos los hallazgos», instó el Alto Comisionado para los Derechos Humanos.