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Así han rescatado a un espeleólogo estadounidense que quedó atrapado a 1.200 metros en una cueva en Turquía

Un total de 196 especialistas de ocho países, incluido Turquía, participaron en las tareas de salvamento

Un equipo internacional de salvamento ha logrado rescatar a Mark Dickey, un espeleólogo y científico estadounidense que enfermó de una hemorragia estomacal cuando se encontraba a 1.200 metros de profundidad en unas de las cuevas más profundas de Turquía, donde permaneció atrapado los últimos nueve días.

"Estuve bajo tierra mucho más tiempo de lo esperado con un problema médico repentino", dijo Dickey tras dar las gracias a sus salvadores.

El explorador rescatado, de 40 años, se encuentra en "buen estado" de salud, según afirmó este martes Recep Salci, de la Autoridad Turca de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), tras dar por finalizada la exitosa operación en la cueva Morca, en la provincia meridional turca de Mersin, poco después de la pasada medianoche.

Tras los controles y tratamientos médicos necesarios en dos puestos establecidos en el interior de la cueva, la tercera más profunda de Turquía, el espeleólogo fue sacado en camilla de la cueva atravesando estrechos pasadizos, algunos de los cuales tuvieron que ser ensanchados.

Un total de 196 especialistas de ocho países, incluido Turquía, participaron en las tareas de salvamento, que Salci calificó como la operación de rescate en cuevas más completa del mundo hasta la fecha, seguida de cerca por los medios de comunicación.

"Ha sido una aventura de locos, pero estoy en la superficie, sigo vivo. La Asociación Europea de Rescate en Cuevas y muchas organizaciones marcaron la diferencia. Es muy difícil, es la primera vez (que se hace)", reconoció también Dickey.

Los expertos tuvieron que hacerle transfusiones de sangre a 1.400 metros de profundidad y esperar a que respondiera positivamente a ese tratamiento y se pusiera en pie, antes de iniciar la ardua operación para subirle a la superficie.

La cueva Morca, la tercera más profunda y la sexta más larga de Turquía, atrae la atención de numerosos científicos por su especial estructura. Las temperaturas en su interior pueden bajar hasta 4 grados centígrados y en exploraciones anteriores se encontraron lagos a 1.274 metros de profundidad.

Dickey y su equipo, que incluía a su prometida, una exploradora profesional de cuevas, pretendían hacer un descubrimiento científico en Morca, encontrar y cartografiar un nuevo pasadizo profundo y registrar nuevas especies endémicas.