Crisis

China presume de crecimiento pero retrasa los datos del PIB sin dar explicaciones

La decisión dispara la incertidumbre entre los inversores en medio del Congreso del Partido Comunista ante la falta de indicadores oficiales sobre la profundidad de la crisis china

-FOTODELDÍA- PEKÍN (CHINA), 16/10/2022.- del Partido Comunista de China en el Gran Salón del Pueblo en Pekín, China, este domingo
-FOTODELDÍA- PEKÍN (CHINA), 16/10/2022.- del Partido Comunista de China en el Gran Salón del Pueblo en Pekín, China, este domingoMARK R. CRISTINOAgencia EFE

Mientras un millón de personas han sido confinadas en el centro manufacturero de Zhengzhou a raíz de la política de «covid cero», China elevó su retórica positiva sobre la economía, reafirmando su compromiso de aferrarse al multilateralismo e impulsar la globalización económica, a pesar del hostil entorno internacional. Asimismo, destacó que su crecimiento «repuntó significativamente» en el tercer trimestre y siguió siendo «sobresaliente» en comparación con el resto del mundo.

Sin embargo, poco después de estas declaraciones Pekín anunció que retrasaría la publicación de las cifras del PIB correspondientes al periodo julio-septiembre, que iban a proporcionar una panorámica de la salud de la economía después de que los bloqueos por su férrea política covid hicieran que el crecimiento se desplomara hasta un 0,4% en el segundo trimestre. El giro de guion disparó ayer la incertidumbre y las dudas sobre China.

Al margen del 20º congreso del partido, Zhao Chenxin, director adjunto de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, aseguró que, si bien han surgido desafíos debido al volátil entorno internacional, la pandemia y una climatología extrema, la economía china en general está recuperándose. «China ampliará sin descanso la apertura total e impulsará la globalización económica para que sea más abierta, inclusiva, equilibrada y beneficiosa para todos. Se ha malinterpretado el nuevo modelo de desarrollo centrado en la economía nacional y que se caracteriza por la interacción positiva entre los flujos económicos nacionales e internacionales», explicó.

La realidad económica china contrasta con la de gran parte del mundo, «con una inflación al consumo sólo marginal, un mercado de trabajo y unos pagos internacionales estables» y ha mostrado «una fuerte resistencia y un enorme potencial», con más oportunidades que retos, defendió Zhao, citando los 1.400 millones de consumidores del país, el mayor grupo de renta media del mundo, una cadena industrial completa y el apoyo político a infraestructuras clave. Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial recortaron recientemente sus perspectivas de crecimiento para el país en 2022, hasta el 3,2% y el 2,8% respectivamente, lo que podría convertirse en las tasas de crecimiento más bajas en cuatro décadas, excluyendo la crisis inicial provocada por el coronavirus en 2020. Analistas internacionales apuntan a que la economía china se tambalea por la falta de financiación y el aumento de la deuda, una brusca respuesta a la covid-19 y un sector inmobiliario residencial que amenaza con implosionar. A corto plazo, la insistencia de Xi en eliminar el coronavirus ha sido un drama. Se han cerrado durante largos periodos de tiempo amplias áreas de la base manufacturera del país y sus redes de distribución, con un enorme coste.

Discurso oficial de Xi

Aun así, Xi declaró el domingo que «China se opone al proteccionismo, al cierre del mercado, a la disociación, a la interrupción de las cadenas industriales y de suministro, a las sanciones unilaterales y a las tácticas de control», en una aparente crítica velada a Estados Unidos, y afirmó que Pekín se adhiere al curso correcto de la globalización económica.

«Nos esforzamos en promover la liberalización y la facilitación del comercio y la inversión, avanzar en la cooperación bilateral, regional y multilateral, e impulsar la coordinación de la política macroeconómica internacional», dijo. Afirmó estar comprometido en trabajar con otros países para fomentar un entorno internacional propicio para el desarrollo y crear nuevos motores para el crecimiento mundial. En un esfuerzo por construir una economía de mercado socialista de alto nivel, «China aumentará la productividad, hará que las cadenas industriales y de suministro sean más seguras, y promoverá el desarrollo urbano-rural integrado y el desarrollo regional coordinado, con el fin de actualizar y ampliar la producción económica», dijo Xi.

Según la organización financiera World Bank, el elevado crecimiento de China, basado en la inversión, las manufacturas de bajo coste y las exportaciones, ha alcanzado ampliamente sus límites y ha provocado desequilibrios económicos, sociales y medioambientales. Los brotes generalizados de ómicron y las condiciones meteorológicas extremas han debilitado el crecimiento. Además, la coyuntura internacional ha empeorado significativamente tras la invasión rusa de Ucrania, con una ralentización del crecimiento mundial, un aumento de la inflación y un endurecimiento de las condiciones financieras. En respuesta a la crisis inmobiliaria, Pekín ha intensificado la flexibilización de la política macroeconómica con un mayor gasto público en infraestructuras, rebajas fiscales, recortes de los tipos de interés y una relajación de las restricciones de compra locales en este sector.

A largo plazo, sin embargo, el principal viento en contra de la economía china reside en los patrones demográficos. La tasa de natalidad es baja, mientras que la gente vive más tiempo. Según la base de datos internacional de la Oficina del Censo de EE UU, la tasa de crecimiento de la población china puede volverse negativa a finales de esta década. En 2030, se espera que el 18% de la población tenga más de 65 años, y sólo el 15% puede tener menos de 15 años. Los habitantes en edad de trabajar se están reduciendo claramente.

Por otro lado, el Banco Popular de China ha recortado los tipos de interés en un intento de estimular el crecimiento. En agosto bajó los tipos en dos ocasiones y se habla de más recortes. Esto ha hecho que la moneda, el yuan, caiga en picado en los últimos meses, lo que ha provocado que el Banco Popular de China se esfuerce en apoyarla.