Polémica
Adiós al ajedrez: qué hay detrás de la extraña prohibición del gobierno talibán sobre jugar a este deporte en Afganistán
Desde la toma de poder de los radicales islamistas hace casi cuatro años, las conductas y estilo de vida ha dado un giro explosivo en el país asiático
El pasado domingo, el gobierno talibán de Afganistán volvió a estar en el foco de la polémica por una de sus últimos vetos, que más allá de las continuas restricciones a mujeres o niños, y en general, del día a día, también repercutía al deporte y los juegos y pasatiempos: el ajedrez era prohibido oficialmente en el país asiático, lo que suponía la eliminación de otra actividad de la vida de los afganos bajo el régimen musulmán.
La decisión fue tomada por el actual gobierno y confirmada por Atal Mashwani, funcionario del Comité Olímpico Nacional de Afganistán y portavoz del organismo. Una suspensión que "debido a preocupaciones religiosas con respecto al juego, será válida por un periodo indefinido", aseguraba Mashwani, en medio de un mayor escrutinio de diversas actividades por parte de las autoridades talibanas.
El plazo para la vuelta del ajedrez al país asiático no está establecido, algo que refleja la creciente influencia de las interpretaciones conservadores de la la sharía, la ley islámica que el gobierno talibán impone de manera radical, y que las actividades deportivas en territorio afgano tampoco han podido eludir.
Por qué Afganistán ha prohibido jugar al ajedrez: la sharía, detrás de una nueva polémica del gobierno talibán
De este modo, la suspensión indefinida del ajedrez en Afganistán pone de manifiesto la tensión continua entre las actividades culturales tradicionales y las estrictas directrices religiosas impuestas por el gobierno talibán. "También está prohibido por la Ley del Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio. Por lo tanto, hasta que se aborden estas preocupaciones, el deporte del ajedrez está suspendido en Afganistán", añadió.
Esta prohibición se une a una larga lista de prohibiciones desde que los talibanes volvieron al poder en 2021 y que se rigen por el sistema legal islámico de la sharía, que en árabe significa, literalmente, el "camino claro hacia el agua". En sí, un código de conducto que determina todos los aspectos de la vida de los musulmanes.
La sharía es una combinación de fuentes de enseñanzas y conductas del profeta de los musulmanes Mahoma, con el Corán (libro sagrado del islam) y las fatuas (pronunciamientos legales de los académicos islámicos).
Y por muy rocambolescas o carentes de sentido que puedan parecer, lo cierto es que son medidas que, desde su regreso, condicionan el estilo de vida y conductas de los ciudadanos afganos. Por ejemplo, el gobierno talibán también condena el sonido en público de la voz femenina, así como que los conductores puedan transportar mujeres adultas en sus vehículos sin un tutor masculino legal o que los hombres usen corbata, se afeiten o se peinen, entre muchas legislaciones adoptadas.