China

Xi Jinping se reúne con Lula en un llamamiento a sacudir el orden occidental

Los dos presidentes coinciden en la necesidad de una solución negociada para la guerra de Ucrania aunque eluden una condena a Rusia

Chinese President Xi Jinping (L) and Brazil's President Luiz Inacio Lula da Silva review a guard of honor during a welcome ceremony at the Great Hall of the People in Beijing, China, 14 April 2023
El presidente chino Xi Jinping (izquierda) y el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva este viernes en PekínKEN ISHII / POOLAgencia EFE

El presidente chino, Xi Jinping, recibió este viernes a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la plaza de Tiananmen con todos los honores militares, incluida una salva de 21 cañonazos. Tras los respectivos himnos nacionales interpretados por la banda militar, los dos mandatarios entraron en el Gran Salón del Pueblo para su encuentro bilateral. Mientras se firmaban acuerdos entre ambos gobiernos, los negociadores de Brasilia y Pekín se esforzaban por llegar a un entendimiento sobre una declaración conjunta relativa ala guerra en Ucrania.

La reunión se produjo en el segundo día de la visita de Lula a China, el socio comercial más importante de su país y aliado clave en su intento de desafiar a las instituciones económicas dominadas por Occidente. Sus conversaciones se centraron principalmente en los lazos comerciales y otras formas de cooperación, pero también abordaron el conflicto en Ucrania, y los líderes coincidieron en la necesidad de una solución negociada

Una pieza clave de la proyección exterior de Lula es su propuesta de que Brasil y otros países en desarrollo, incluida China, medien por la paz en Ucrania. Sin embargo, su sugerencia de que Ucrania ceda Crimea como medio para forjar la paz ha enfurecido a Kyiv y a sus partidarios más cercanos. China también ha intentado desempeñar un papel en la resolución del conflicto, aunque de un modo muy favorable a Moscú. Se ha negado a condenar la invasión, ha criticado las sanciones económicas a Rusia y ha acusado a Estados Unidos y a la OTAN de provocar el conflicto.

El periplo chino de Lula se produce la misma semana en que cumple sus primeros 100 días de su tercer mandato, y sólo dos meses después de su visita de Estado a Estados Unidos y su reunión con el presidente Joe Biden. Junto a él viaja una impresionante delegación de siete ministros y cinco gobernadores, así como el poderoso presidente del Senado y más de 200 empresarios y directivos, principalmente del sector agrícola.

El veterano izquierdista, cuyo gobierno anunció recientemente un acuerdo con Pekín para comerciar en sus propias divisas -deshaciéndose del dólar como intermediario-, se encuentra en China para impulsar los lazos comerciales y difundir su mensaje de que "Brasil ha vuelto" como actor clave en la escena mundial.

El mandatario, de 77 años, inició su visita en Shanghái, donde por la mañana asistió a la toma de posesión de la expresidenta brasileña de izquierdas Dilma Rousseff (2011-2016) al frente del banco BRICS, un grupo de países emergentes que incluye a Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica. "Se acabaron los días en que Brasil estaba ausente de las grandes decisiones mundiales. Estamos de vuelta en la escena internacional después de una ausencia inexplicable", dijo. Lula, icono de la izquierda brasileña, prometió poner a su país "en el corazón de la nueva geopolítica mundial", tras el aislamiento bajo su predecesor ultraderechista Jair Bolsonaro.

Su prioridad ha sido cambiar su política exterior hacia una postura más multilateralista, y ha tratado de mantener buenas relaciones con Estados Unidos, China y el Sur Global. Pero la tarea que tiene ante sí es de enormes proporciones. Debe sortear una rivalidad cada vez mayor entre Washington y Pekín, que se ha visto exacerbada por las disputas sobre Taiwán y el apoyo de Pekín a Rusia en la guerra de Ucrania.

La reunión con Xi se produjo un día después de que hiciera un llamamiento para que China, Brasil y otros miembros del grupo de naciones BRICS dejen de depender del dólar estadounidense para comerciar.

"¿Quién fue el que decidió que el dólar era la moneda tras la desaparición del patrón oro?". dijo Lula en Shanghái. “Por qué un banco como el de los BRICS no puede tener una moneda para financiar el comercio entre Brasil y otros países? Hoy, las naciones tienen que perseguir dólares para exportar, cuando podrían estar exportando en sus propias monedas", dijo entre los aplausos de los dignatarios brasileños y chinos.

El mandatario también tuvo palabras duras para el Fondo Monetario Internacional, aludiendo a las acusaciones de que el organismo impone recortes de gastos excesivamente duros a países con problemas de liquidez como Argentina, vecina de Brasil, a cambio de préstamos de rescate.