Casa Blanca

Biden y Lula estrechan las relaciones entre los dos gigantes de América

EE UU muestra su apoyo a la democracia brasileña tras la asonada y promete ayuda contra la deforestación del Amazonas

Washington (United States), 10/02/2023.- US President Joe Biden (R) and Brazil's president Luiz Inacio Lula da Silva walk through the Colonnade of the White House in Washington, DC, USA, 10 February 2023. Biden is hosting Lula in a show of support for Brazilian democracy, shaken last month by a right-wing insurrection akin to the invasion of the US Capitol in 2021. (Brasil, Estados Unidos) EFE/EPA/ANDREW HARRER / POOL
El presidente de EE UU, Joe Biden, recibe en la Casa Blanca a su homólogo brasileño, Lula da SilvaANDREW HARRER / POOLAgencia EFE

Joe Biden y Luiz Inácio Lula de Silva tienen tantas cosas en común como el interés mutuo de alcanzar acuerdos de larga duración. Casi la misma edad –80 años el presidente estadounidense y 77 su homólogo brasileño–, ideología política parecida, una visión del mundo compartida y, a diferencia de otros líderes mundiales, un histórico acontecimiento tan traumático para ambas democracias como los recientes asaltos al Capitolio de sus respectivos países.

Tras los cuatro años de Donald Trump (2017-2021) en la Casa Blanca y de Jair Bolsonaro (2019-2022) en el Palacio de la Alvorada, que los dos mandatarios aprovecharon para potenciar con fidelidad los vínculos entre ambos países, EE UU y Brasil han atravesado durante meses una fase de transición política alimentada por las tensiones y los desencuentros en prácticamente todos los ámbitos.

Pero el regreso al poder de Silva vuelve a poner en el centro del escenario político de América el foco en temas de interés compartido como el cambio climático, la defensa de la democracia, la economía, asuntos globales como la guerra de Ucrania y asuntos regionales como las relaciones con Suramerica y el Mercosur. Y, con ello, EE UU y Brasil vuelven a estrechar sus lazos de amistad, consolidando una relación bilateral que apunta a ser de las más cercanas de la actual Administración Biden. El presidente demócrata, que trasladó la invitación al nuevo presidente brasileño tan pronto como fue elegido a finales del año pasado, recibía ayer a Lula en la Casa Blanca como invitado de honor.

La reunión bilateral, cargada de simbolismo al iniciar una nueva etapa en las relaciones bilaterales, centró su agenda en recalcar el apoyo a la democracia brasileña tras el asalto a los tres poderes políticos el 8 de enero y los compromisos ambientales compartidos por ambas naciones.

Entre los acuerdos alcanzados, se adelantó como un secreto a voces la participación conjunta en un fondo multilateral para combatir la deforestación del Amazonas brasileño, cuyas dramáticas cifras han alcanzado récords históricos con Bolsonaro, que relajó las protecciones ambientales, alentó la minería y la deforestación del Amazonas. Brasil se compromete a reforzar su compromiso para proteger la selva amazónica, al lanzar esta misma semana una operación de control contra los mineros de oro ilegales que han devastado reservas indígenas en el norte del país.

El presidente brasileño también incluyó en su visita a Washington estratégicas visitas al Congreso, entre las que destacó la reunión con el senador demócrata Bernie Sanders. Lula aterrizó en Washington el jueves junto a la primera dama, Janja da Silva, y acompañado también por una nutrida delegación del Gobierno.

Pocas horas antes de su llegada a Washington, la bandera de Brasil lucía en la entrada de la tradicional Blair House, situada a escasos metros de distancia de la Casa Blanca. Desde que fue construida en 1824, a la emblemática «casa de huéspedes del presidente» también se la considera «el hotel más exclusivo del mundo» y se utiliza en contadas ocasiones para recibir a dignatarios y otros invitados del presidente de Estados Unidos.

Entre las preguntas más repetidas por los periodistas que cubrían la visita oficial fue la incertidumbre en torno al futuro que le espera a Bolsonaro tras abandonar sus obligaciones de traspasar el poder al ganador de las presidenciales y volar rumbo a Florida 48 horas antes de la toma de posesión de Lula. Las autoridades estadounidenses no han ofrecido ningún tipo de información respecto al visado con el que Bolsonaro permanece en el país desde el 30 de diciembre, pero ha trascendido que tendría autorizada su estancia con la intención de prolongarla al menos hasta el 22 de febrero.

Aunque es el primer viaje oficial de Lula a EE UU, se trata de su séptima visita a la Casa Blanca y el tercer presidente: George W. Bush cuatro veces (2002, 2003, 2007 y 2008), dos Barack Obama (2009 y 2010) y este último encuentro con Joe Biden (2023).