Invasión de Ucrania

Bilohorivka: el pueblo ucraniano que cambió cuatro veces de manos vuelve a caer del lado ruso

La localidad fue una de las protagonistas de la batalla por el río Donets en los primeros meses de la guerra

Bombardeo a la escuela de Bilohorivka
Bombardeo a la escuela de BilohorivkaWikipedia

En la tercera primavera de la invasión rusa de Ucrania las conquistas se cuentan pueblo a pueblo. Y cada pequeña localidad ganada al enemigo es una victoria que se vende como tal. El último ejemplo es una localidad ucraniana de apenas 1.000 habitantes antes de la guerra -ahora muchos menos- que ha vuelto a ser conquistada por las tropas rusas después de cuatro intentos.

Se trata, según el comunicado por el Ministerio de Defensa ruso, de Bilohorivka, una localidad de la región ucraniana de Lugansk que Moscú reclama como suya y que, según Rusia, ha sido "liberada por completo".

La localidad fue una de las primeras en ser asediada por las tropas de Vladimir Putin en su fugaz internada en Ucrania tras decretar la invasión, en febrero de 2022. Ante el estupor de sus habitantes, el 7 de mayo fue bombardeada la escuela de la localidad, en una acción en la que según fuentes ucranianas murieron al menos dos niños. La incursión no dio resultado.

Cinco días después el ejército invasor hizo un segundo intento para tomar la localidad y establecer una cabeza de puente para, mediante la instalación de un improvisado paso, cruzar el río Donets. La instalación fue destruida por las fuerzas defensoras como parte de la conocida como Batalla de los cruces del Donets.

El tercer intento de Moscú se produjo en el mes de julio, cuando los soldados ruso entraron de nuevo en la localidad y llegaron incluso a publicar un video del personal ruso del "Grupo O" Spetsnaz izando la bandera rusa y el estandarte de la victoria soviética en el edificio de la administración de Bilohórivka. Dos meses después fueron expulsados del lugar en un contraataque ucraniano que había mantenido la localidad bajo su control hasta ahora.

La batalla en la región es estos días más cruenta que nunca, con disparidad de cifras de bajas entre uno y otro bando.