Guerra en Ucrania

A la cárcel un condecorado coronel ruso por vender radares inservibles

Los aparatos no eran capaces de frenar los ataques con drones en el frente de Crimea

Vladimir Putin
Vladimir PutinAgencia EFE

En la guerra, la función principal de un radar es detectar un ataque e impedirlo. Si no logra ninguna de las dos cosas, el gasto habrá sido inútil. Y eso ha sido precisamente lo que ha descubierto Rusia en uno de sus frentes de la guerra de Ucrania, el de Crimea.

Alarmadas por los continuos ataques con drones del ejército ucraniano, investigaron por qué su sistema defensivo no estaba funcionando, y descubrieron que el culpable estaba en sus propias filas.

La consecuencia ha sido que un tribunal militar de Rusia ha condenado a seis años de prisión al exjefe del departamento marítimo de la Guardia Rusa, el coronel Sergei Volkov, al considerarlo culpable de haber suministrado sistemas de radares de baja calidad que no lograron evitar ataques con drones sobre el puente de Crimea. 

De acuerdo con el veredicto del tribunal, recogido por la agencia Efe a partir de lo publicado por la agencia de noticias TASS, Volkov ha sido declarado culpable de violar el artículo del Código Penal relativo a "exceder la autoridad oficial con graves consecuencias", y deberá ingresar "en una colonia de régimen general".

El Tribunal Militar considera que Volkov adquirió sistemas de radares con fines defensivos para el puente de Crimea pero que finalmente no fueron efectivos a la hora de repeler ataques con vehículos aéreos no tripulados. El coronel se ha declarado inocente de los cargos que se le imputaban. La Fiscalía pedía una pena de hasta siete años de prisión así como la retirada de sus títulos militares y condecoraciones.

Finalmente la sentencia permite a Volkov conservar sus distinciones y además le resta de su condena el periodo previo que ha pasado bajo arresto domiciliario. La defensa de Volkov ha recordado que el coronel ha participado en conflictos armados, cuenta con hasta 14 condecoraciones militares y durante su desempeño como militar sufrió una conmoción cerebral grave que dejó secuelas, recoge la prensa local rusa.