Asia

China lanza un misterioso misil balístico intercontinental en el Pacífico vinculado a su programa nuclear

El proyectil iba equipado con una ojiva ficticia en un ejercicio inusual que apunta a una modernización de su programa nuclear

China desarrolla un nuevo radar de intercepción que puede rastrear 10 misiles hipersónicos a Mach 20.
China desarrolla un nuevo radar de intercepción que puede rastrear 10 misiles hipersónicos a Mach 20.Lockheed Martin/USAF.

China realizó el miércoles su primera prueba pública de un misil balístico intercontinental (ICBM por sus siglas en ingles) en el océano Pacífico en más de cuatro décadas, un movimiento que podría agravar las tensiones en el ámbito geopolítico de la región Asia-Pacífico. El lanzamiento, ejecutado por la Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación (PLARF) a las 8:44 hora de Pekín, fue anunciado por el Ministerio de Defensa. Según las autoridades, el misil alcanzó con precisión la zona marítima designada, en lo que se calificó como parte de un "entrenamiento rutinario" dentro de su plan anual.

Este inesperado desarrollo se produce en un contexto de creciente inquietud internacional por las capacidades militares de China y su estrategia de expansión en la región de Asia Pacifico, lo que podría repercutir en la estabilidad y en las relaciones con otras potencias.

El gigante asiático llevó a cabo su primera prueba reconocida de ICBM en mayo de 1980, cuando un DF-5 realizó un vuelo de más de 9.000 kilómetros. Desde entonces, la mayoría de las pruebas nucleares del país se han llevado a cabo bajo tierra.

El Ministerio de Defensa chino aseguró que este lanzamiento no tenía como objetivo a ningún país en particular y que se había notificado con antelación a las naciones afectadas. Sin embargo, Pekín no proporcionó detalles sobre la trayectoria del proyectil ni el punto exacto en el océano Pacífico donde cayó. Aunque los militares chinos tampoco describieron qué arma fue disparada, su última conocida de este tipo es el Dongfeng-41 o DF-41 que fue exhibido en 2019 durante las celebraciones para conmemorar los 70 años de la República Popular China.

Un mapa divulgado por medios estatales mostró la zona de impacto como un círculo en el centro de un anillo que incluía a las Islas Salomón, Nauru, Gilbert, Tuvalu, Samoa Occidental, Fiyi y las Nuevas Hébridas.

Ankit Panda, investigador principal del Carnegie Endowment for International Peace, indicó que estas pruebas de ICBM en el océano Pacífico no son la norma para el ejército chino en la actualidad. "La mayoría se llevan a cabo sobre territorio de la República Popular China", señaló en la plataforma X, agregando que esta es " la primera vez que esto ocurre en mucho tiempo".

Según estimaciones del Pentágono, China cuenta actualmente con más de 500 cabezas nucleares operativas, de las cuales alrededor de 350 son misiles balísticos intercontinentales . Se proyecta que para 2030, este número podría superar las 1.000 ojivas, lo que marcaría un significativo aumento en su capacidad nuclear. En contraste, Estados Unidos y Rusia mantienen arsenales nucleares más extensos, con 1.770 y 1.710 ojivas operativas, respectivamente.

Este crecimiento del arsenal nuclear chino no solo plantea interrogantes sobre el equilibrio estratégico en la región, sino que también intensifica las preocupaciones sobre la seguridad global en un contexto de creciente rivalidad entre grandes potencias. De hecho, Japón, Taiwán y Filipinas han expresado su preocupación por las crecientes disputas territoriales en el océano Pacífico y el mar de China Meridional, lo que añade una capa adicional de tensión.

En este contexto de creciente incertidumbre, las tensiones se intensificaron cuando China declaró además el mismo miércoles, que el futuro de Taiwán debe estar enmarcado en su reunificación con el continente. Según las autoridades chinas, esta decisión debe ser consensuada por más de 1.400 millones de ciudadanos, incluidos los 23 millones de taiwaneses. Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado, arremetió contra el líder regional Lai Ching-te y el Partido Progresista Democrático (DPP) por su impulso hacia la "independencia de la isla", apoyada por potencias extranjeras. Zhu advirtió que estas acciones podrían desencadenar un conflicto inminente y representan una desviación significativa de la tendencia histórica hacia la reunificación, condenándolas al fracaso. El portavoz subrayó que la resolución de la cuestión taiwanesa es una aspiración común entre todos los ciudadanos chinos y un paso esencial para el rejuvenecimiento nacional.

Expertos como Xin Qiang, director del Centro de Estudios de Taiwán en la Universidad de Fudan, señalaron que al controvertido líder taiwanés está intentando consolidar el apoyo interno para sus iniciativas secesionistas mientras busca aumentar la ayuda militar estadounidense. Sin embargo, ciertos analistas chinos advierten que Washington considera a la isla democrática como un instrumento en su estrategia de contención frente a China.

De acuerdo con el rotativo estatal "Global Times", un informe reciente del Inspector General del Departamento de Defensa estadounidense reveló que el equipo militar proporcionado a Taipéi incluía material en condiciones deficientes, lo que pone de manifiesto que la Casa Blanca prioriza sus propios intereses sobre la seguridad de la isla. Pekín criticó a las autoridades del DPP por aceptar este tipo de equipamiento y por poner en riesgo la seguridad de los taiwanese en su afán por lograr la independencia. Las provocaciones recientes de Lai han suscitado críticas en la isla, donde al parecer y según Pekín, algunos políticos advierten sobre las posibles repercusiones de estas acciones en las tensiones en el estrecho de Taiwán.