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La Comisión de Exteriores del Parlamento turco respalda la adhesión de Turquía a la OTAN

Tras un año y medio de bloqueo, Erdogan condiciona el visto bueno a Estocolmo al envío de F-16 por EE UU

Vilnius (Lithuania), 10/07/2023.- Turkish President Recep Tayyip Erdogan (L) shakes hands with Swedish Prime Minister Ulf Kristersson (R) as the Secretary General of NATO Jens Stoltenberg (L) looks on during their meeting ahead of the NATO ?summit in Vilnius, Lithuania, 10 July 2023. The NATO Summit will take place in Vilnius on 11 and 12 July 2023 with the alliance's leaders expected to adopt new defense plans. (Lituania, Suecia, Turquía) EFE/EPA/FILIP SINGER / POOL
Recep Tayyip Erdogan y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, se estrechan la mano en la Cumbre de Vilnius de la OTANFILIP SINGER / POOLAgencia EFE

El Comité de Asuntos Exteriores de Turquía anunció esta tarde su respaldo a la candidatura de Suecia a la OTAN. Ahora falta que el Parlamento apruebe también la candidatura del país nórdico, pero no está claro cuánto se demorará el proceso.

Cuando los 26 miembros (27 incluido Erdogan) se reunieron este martes, se debían discutir diez puntos, el último de la lista era el relativo a Suecia. Poco antes de las cinco de la tarde se anunció que la solicitud había sido aceptada y el asunto se remitió a la Asamblea Nacional para que tomara una decisión final.

En julio, Erdogan levantó sus objeciones a la adhesión de Suecia a la OTAN después de que Estocolmo tomara medidas enérgicas contra los grupos kurdos que Ankara llama terroristas y prometiera impulsar las congeladas negociaciones de adhesión turcas a la UE. Durante año y medio Turquía vetó a Suecia aduciendo que el país nórdico era un «santuario de terrorista» y permitía la quemas del Corán en sus calles.

«Vemos que hay un cambio de política en Suecia. Vemos algunas decisiones tomadas en los tribunales, aunque pocas», reconoce Fuat Oktay, diputado del partido oficialista AKP y jefe del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento en una entrevista de televisión el lunes. «Recibimos algunas solicitudes para que se tomaran medidas adicionales», añadió.

Desde Estocolmo, el jefe de la diplomacia sueca, Tobias Billström, mostraba en las redes sociales una cauta satisfacción: «Celebramos que la comisión de Asuntos Exteriores de Turquía haya aprobado la solicitud de Suecia para la OTAN. El siguiente paso es que el Parlamento vote sobre el tema. Esperamos convertirnos en miembro de la OTAN»

Sin embargo, el calendario aún no está claro. Si el caso recibe el estatus de prioridad, se podría tomar una decisión antes de que acabe este año o a principios del siguiente. Por ahora, las autoridades suecas prefieren ser cautas tras un año y medio de retrasos y presiones turcas que amenazaban constantemente con hacer descarrilar el proceso.

Si el Parlamento se retrasa, la Asamblea Nacional tendrá la oportunidad de esperar el visto bueno de EE UU para la venta del avión de combate F-16 a Turquía.

Erdogan sugirió este mes que el Parlamento sólo actuaría sobre Suecia si el Congreso de Estados Unidos aprueba la compra solicitada por Turquía de docenas de aviones de combate F-16 y repuestos, y si otros aliados de la OTAN, incluido Canadá, levantan los embargos de armas impuestos a Ankara. «Los acontecimientos positivos de EE UU con respecto a la cuestión del F-16 y el cumplimiento de sus promesas por parte de Canadá acelerarán la visión positiva de nuestro Parlamento [sobre la candidatura de Suecia a ser miembro]», dijo Erdogan. «Todo esto está relacionado», añadió el presidente turco.

«La adhesión de Suecia a la OTAN y las ventas de F-16 a Turquía se gestionarán en cierta medida de forma coordinada... porque, desgraciadamente, ningún país confía en el otro», explica a France Presse Ozgur Unluhisarcikli, director de la oficina en Ankara del «think tank» German Marshall Fund.

La envejecida fuerza aérea de Turquía ha sufrido la expulsión de Ankara del programa de combate conjunto F-35 liderado por Estados Unidos en 2019. Fue en represalia por la decisión de Erdogan de adquirir un avanzado sistema ruso de defensa antimisiles que la OTAN considera una amenaza operativa a la seguridad.

La Administración de Joe Biden ha prometido repetidamente seguir adelante con la venta del F-16 por valor de 20.000 millones de dólares, pero los congresistas la han bloqueado por preocupaciones sobre las violaciones de los derechos humanos por parte de Turquía y sus tensiones pasadas con Grecia. «No hay un consenso fuerte en el Parlamento sobre la membresía de Suecia en la OTAN, ni en el Congreso de EE UU sobre la venta de F-16 a Turquía», resume Unluhisarcikli.

Además, la retórica antiisraelí de Erdogan tras el inicio de su guerra contra Hamás tras los ataques del 7 de octubre había generado preocupación en Washington. «Aunque las cuestiones no están relacionadas, las declaraciones de Turquía apoyando a Hamás complicaron aún más el proceso del F-16», explica Unluhisarcikli, añadiendo que el asesinato de soldados turcos a manos de militantes kurdos el fin de semana pasado también podría influir en la membresía de Suecia en la OTAN.

«Pero si Biden y Erdogan muestran la voluntad necesaria, podemos esperar que el proceso concluya pronto», añade el experto.