Tráfico de reclutas
Cuba denuncia una red para captar cubanos como mercenarios al servicio de Rusia en Ucrania
En un movimiento inusual, el régimen se desmarca de Moscú y recuerda que no toma parte en la guerra
El régimen cubano denunció el lunes la existencia de una red de “tráfico de personas que opera desde Rusia” para enrolar ciudadanos cubanos como mercenarios al servicio de Rusia en la guerra de Ucrania.
La denuncia la hizo la Cancillería a través de un comunicado en el que informó de que el Ministerio del Interior había detectado la existencia de la red, que opera desde Rusia para captar a cubanos residentes allí y también "a algunos procedentes de la propia Cuba”.
La Habana se desmarca con claridad de la guerra de Vladimir Putin en Ucrania y recuerda en el comunicado que “Cuba no forma parte del conflicto bélico en Ucrania”. También condena el uso de mercenarios en el campo de batalla y recuerda que Cuba ha mantenido “una firme y clara posición histórica” contra esta práctica.
El Gobierno cubano advirtió de que “está actuando y actuará de manera enérgica” contra todo aquel que intente que ciudadanos cubanos tomen las armas contra cualquier país. El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, recalcó en la red social X, que “se actúa con la fuerza de la ley” contra estas pretensiones.
Al cierre de esta edición, el Kremlin no había hecho comentarios sobre la denuncia cubana.
Ya en mayo, informaciones publicadas en la prensa rusa revelaron que ciudadanos cubanos se habían enrolado como mercenarios para combatir en Ucrania a cambio de contraprestaciones económicas y la promesa de obtener la nacionalidad rusa.
Fiel a la opacidad informativa que lo caracteriza, el régimen cubano no dio más detalles sobre quiénes integran la supuesta red ni cómo opera, pero la poco frecuente denuncia del comunicado y su tono de firmeza reflejan un desmarque poco habitual respecto a la posición de Rusia, potencia que durante decenios ha sido uno de los principales valedores del régimen cubano en la escena internacional.
Aunque La Habana ha optado por la abstención en las votaciones sobre el conflicto ucraniano en Naciones Unidas, su amistad con Moscú es de larga data y el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha culpado a Estados Unidos y la OTAN de provocarlo. También ha proclamado el “apoyo incondicional de Cuba” a la lucha de Putin contra Occidente.
La noticia de estos intentos por engrosar las fuerzas rusas en Ucrania llegan en un momento delicado para el esfuerzo bélico de Putin en Ucrania. Esta semana, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que el Pentágono detecta que la contraofensiva lanzada por Kyiv a comienzos del verano empieza a hacer “notables progresos” y crecen las dudas sobre el efecto que puede tener la sospechosa muerte el pasado 23 de agosto de Yevgueni Prigozhin, líder del grupo paramilitar Wagner, que hasta ahora ha jugado un papel protagonista en despliegue ruso en Ucrania.
Putin ha intentado diferentes vías para nutrir sus huestes en el frente ucraniano. Primero, decretó el reclutamiento forzoso de jóvenes rusos, más tarde recurrió a Prigozhin, que engordó su ejército de mercenarios con criminales presos en las cárceles rusas a los que se les concedió la libertad a cambio de unos meses de servicio de armas en Ucrania. Algunos de ellos han sido después acusados de cometer delitos como asesinato o violación a su regreso a Rusia.
La cadena árabe Aljazeera informó de que desde Rusia se había intentado también atraer mercenarios sirios al frente ucraniano. Inmigrantes de repúblicas del Asia Central residentes en Rusia habían recibido también ofertas similares.
Funcionarios de Defensa estadounidenses filtraron esta semana igualmente un supuesto acercamiento de Putin al dictador norcoreano Kim Jong Un para que su país suministre armamento a Rusia. Ambos estarían planeando una cumbre en Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia, para discutir posibles acuerdos de cooperación militar, aunque los analistas señalan que haber sido desvelada con antelación podría dar al traste con la cita. John Everard, exembajador británico en Pyongyang, le dijo a la BBC que Kim Jong Un es “totalmente paranoico sobre su seguridad personal”, por lo que probablemente declinará asistir a un encuentro previamente anunciado.
Moscú se muestra interesada en contrarrestar los progresos en materia de armamento que parece estar haciendo Ucrania. El pasado julio, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, visitó Corea del Norte, en la primera visita de un dignatario extranjero al hermético país, y recorrió una exhibición de armamento en la que pudo contemplar los últimos misiles desarrollados por Pyongyang. Su adquisición podría servir para frenar los ataques con drones que en los últimos meses se han producido en territorio ruso y contrarrestar los efectos de la entrada en acción de los cazas F-16 de fabricación estadounidense entregados a Kyiv por Dinamarca y Países Bajos con permiso de Washington.
Así funciona la red de captación de mercenarios
El diario "The Moscow Times" ha dado más detalles de cómo captaban a cubanos desde Rusia.
Así, en un grupo de Facebook llamado «Cubanos en Moscú», la mayoría de los mensajes en los que se anuncia la oferta del servicio militar en Rusia fueron creados por Elena Shuvalova.
Shuvalova escribe que los ciudadanos cubanos pueden firmar contratos de un año con el Ejército ruso, que ofrecen unos ingresos mensuales de 204.000 rublos (unos 1.900 euros). Un recluta también puede recibir la nacionalidad rusa para él y su familia.
En los mensajes se puede leer que incluso alguien con un pasaporte caducado o perdido puede alistarse –sólo tiene que proporcionar una foto y una carta de inmigración–.
Shuvalova confirmó a «The Moscow Times» que puede ayudar a los extranjeros en Rusia, incluidos los inmigrantes indocumentados, a firmar un contrato con el Ejército y que había facilitado el viaje al frente a cubanos.
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