Estados Unidos

De candidato a presidente: ¿podrá cumplir Trump sus promesas electorales?

La incertidumbre de un programa poco claro se suma a la dificultad que tendrá Trump para aplicar sus propuestas estrella

Una mujer con un cartel de la campaña de Donald Trump en la ciudad de San José, en California
Una mujer con un cartel de la campaña de Donald Trump en la ciudad de San José, en Californialarazon

La incertidumbre de un programa poco claro se suma a la dificultad que tendrá Trump para aplicar sus propuestas estrella

Tras las elecciones del pasado 8 de noviembre, el recién elegido presidente de EE UU, Donald Trump, tiene por delante cumplir las promesas realizadas a lo largo de la campaña. La falta de concreción en asuntos de especial calado para la primera potencia mundial genera mucha incertidumbre sobre los verdaderos planes de la nueva Administración. Por otra parte, veremos si el electo presidente norteamericano cumple las promesas realizadas a lo largo de la larga campaña como candidato, entre las que destacan el famoso muro con México. Por tanto, no será un camino fácil el que tiene por delante Donald Trump.

Política internacional: Aislacionismo y uso de la fuerza

Si nos atenemos a las declaraciones de los últimos meses, Trump ha cuestionado las grandes líneas estratégicas de la política internacional de Barack Obama. En ese sentido, propone una política exterior más tendente al aislacionismo. Una de las medidas que más inquietud han despertado en Europa es su amenaza sobre la presencia de Estados Unidos en la OTAN si sus aliados no aumentan su aportación económica a la Alianza Atlántica, un escenario que sería catastrófico para Europa en su conjunto.

Pese a tener una visión aislacionista del papel que Estados Unidos debe jugar en el mundo, Trump propone el uso de la fuerza en la lucha contra el Daesh y bombardear a sus miembros en Irak y Siria. Otro de los aspectos que marcará no sólo el futuro de la política exterior norteamericana, sino también el legado de Barack Obama, es si Trump cumplirá su promesa de romper el acuerdo nuclear con Irán o de suspender el restablecimiento de las relaciones con Cuba.

Caso aparte merece la relación con Rusia, uno de los asuntos que más titulares han ocupado en los periódicos. ¿Acercarán posiciones Rusia y Estados Unidos con la llegada de Trump a la Casa Blanca? Es la pregunta que muchos analistas se hacen y para la que por ahora no hay respuesta. Ambos se han profesado admiración mutua, algo nunca visto en la relación entre ambas superpotencias. Un acercamiento de Rusia y Estados Unidos cambiaría el orden mundial y podría permitir que Putin continuase con su política expansionista en Ucrania y extender su ámbito de influencia en los países de Europa del Este.

En resumen, las ideas en materia de política exterior de Trump combinan el aislacionismo con el uso de la fuerza. Sin embargo, aún es pronto para prever por dónde irá la relación de Estados Unidos con el exterior y si el Trump presidente mantendrá su visión del mundo con respecto al Trump candidato.

Política migratoria: Una reforma en el horizonte

La inmigración ha sido, sin duda, el tema estrella de la campaña de Donald Trump. Su polémico anuncio de construir un muro entre Estados Unidos y México, con amenaza incluida de que será el Gobierno mexicano quien lo pagará, ha marcado buena parte de la agenda de la campaña electoral y la atención mediática. Por el momento, es pronto para saber si esta medida será llevada a cabo o no, aunque muchos quieren ver la actitud moderada de Trump tras las elecciones como un síntoma de que, una vez instalado en el Despacho Oval de la Casa Blanca, se replantee alguna de sus medidas más polémicas. Lo que sí es muy probable que veamos en los próximos años es que Trump aproveche la mayoría republicana en el Congreso y el Senado para impulsar por fin una reforma migratoria en el siguiente mandato.

La inmigración ha sido, sin duda, el tema estrella de la campaña de Donald Trump. Su polémico anuncio de construir un muro entre Estados Unidos y México, con amenaza incluida de que será el Gobierno mexicano quien lo pagará, ha marcado buena parte de la agenda de la campaña electoral y la atención mediática. Por el momento, es pronto para saber si esta medida será llevada a cabo o no, aunque muchos quieren ver la actitud moderada de Trump tras las elecciones como un síntoma de que, una vez instalado en el Despacho Oval de la Casa Blanca, se replantee alguna de sus medidas más polémicas. Lo que sí es muy probable que veamos en los próximos años es que Trump aproveche la mayoría republicana en el Congreso y el Senado para impulsar por fin una reforma migratoria en el siguiente mandato.

Comercio: contra China y el Partido Republicano

Algunas de las medidas que más controversia han generado tienen que ver con el comercio, ya que pueden alterar el mapa de las actuales relaciones comerciales internacionales. En ese sentido, Trump se ha comprometido a revisar, cuando no anular, tratados como el de Asia Pacífico o el de Libre Comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos, que viene negociándose desde hace más de dos años y que, con la llegada del nuevo inquilino de la casa Blanca, parece herido de muerte.

Pero además, la relación de Estados Unidos con China puede dar un giro de 180 grados, ya que una de las promesas estrella del magnate neoyorquino era imponer severos aranceles a los productos chinos, bajo la excusa de proteger la industria estadounidense. En este sentido, el presidente electo planteaba hace meses imponer aranceles del 45 por ciento a todos los productos que procedan de China. Este proteccionismo podría provocar una severa pérdida de las exportaciones de Estados Unidos, que la agencia de calificación Moody’s cifra en 85.000 millones de dólares hasta el año 2019.

A la luz de estas previsiones, Trump y su equipo económico deberán analizar plos ros y los contras, antes de tomar una decisión al respecto. Por otra parte, cabe tener en cuenta que gran parte de las medidas en materia comercial deberán ser ratificadas por el Congreso, donde, pese a que los republicanos tienen mayoría, Trump ha mantenido una tensa relación durante la campaña. No obstante, parece que ha comenzado una nueva etapa más cordial entre el Partido Republicano y Trump.

Medio Ambiente y Cambio climático: Demolición de la herencia Obama

Éste es uno de los temas que están en la agenda global y una de las principales preocupaciones del presidente Obama, a quien se considera uno de los principales impulsores del acuerdo sobre Cambio Climático aprobado en París en diciembre de 2015. La presidencia de Donald Trump genera también muchas dudas sobre si Estados Unidos seguirá teniendo el mismo nivel de compromiso con el medio ambiente. A través de Twitter, el pasado mes de mayo mostró su intención, en caso de ser elegido, de cancelar el acuerdo y de suspender las aportaciones de Estados Unidos a la lucha contra el cambio climático.

No obstante, en caso de que quiera hacer efectiva su amenaza, Trump deberá esperar tres años para romper la adhesión de su país al acuerdo, según se recoge en el propio tratado. Lo que sí podemos anticipar es que vienen unos años en los que se cuestionarán muchas de las certezas que los defensores del cambio climático han conseguido implantar en la opinión pública mundial.

Defensa Nacional y lucha contra el terrorismo: La seguridad ante todo

Algunos de los compromisos de Donald Trump en materia antiterrorista han generado gran controversia, como la prohibición de la entrada de musulmanes a Estados Unidos o su apoyo a la técnica del «waterboarding» como método de interrogación a terroristas, que fue prohibida expresamente por Obama. No obstante, la experiencia nos enseña que los acontecimientos que se producen a lo largo de un mandato presidencial complican a menudo el cumplimiento de muchas promesas electorales en materia de seguridad. El caso más reciente es el de Obama, quien se comprometió cuando llegó a la Casa Blanca a cerrar Guantánamo, y hoy la prisión aún sigue abierta, convirtiéndose, en una de sus grandes promesas incumplidas. Otro tanto sucede con la presencia en Afganistán. Obama prometió la retirada completa y, ocho años después, las tropas aún permanecen allí. Como vemos, la dura realidad de los conflictos internacionales y la amenaza del terrorismo cuestiona a menudo el cumplimiento de promesas electorales. En resumen, la presidencia de Trump no supondrá el apocalipsis ni el colapso del país ni del mundo. Estados Unidos cuenta con un entramado institucional muy sólido, una fuerte separación de poderes y seguirá siendo el actor más importante a nivel global. Lo que está por ver es si el Trump candidato es sustituido por el Trump presidencial que hemos visto en los primeros días después de las elecciones. Lo mejor para él es que sus expectativas son tan bajas que lo tiene muy fácil para superarlas.

* Presidente de The Hispanic Council