Denuncian el fallecimiento de una joven de 34 años diagnosticada por error de un cáncer

Colleen Howe, una joven madre de 34 años en Reino Unido, perdió la vida en abril de 2022 a causa de un cáncer de mama mal diagnosticado por un médico asociado (PA), cuya función principal no incluye tratar pacientes ni emitir diagnósticos. En agosto de 2021, embarazada de ocho meses de su segundo hijo, Colleen visitó a su médico de cabecera en Suffolk preocupada por un bulto en su seno derecho. El PA que la atendió le aseguró erróneamente que se trataba de un conducto lácteo bloqueado, retrasando así el inicio del tratamiento contra el cáncer que se había extendido a hígado, pelvis y columna.

La tragedia de Colleen destapa las preocupaciones en el sistema sanitario británico respecto a los médicos asociados. Su madre, consternada, expresó que desconocían que la persona que diagnosticó a su hija "no era un médico convencional". El caso ha llevado al NHS a abrir una investigación en julio de 2022. Además, surge inquietud ante los planes gubernamentales de contratar miles de médicos asociados en la próxima década para paliar la escasez de personal en el NHS, lo que, según informes, ha generado preocupación entre 2.800 médicos, quienes argumentan que "esto podría comprometer la seguridad de los pacientes".

El Dr. Matt Kneale, copresidente de la Asociación de Médicos del Reino Unido, expresa que "los médicos de primera línea están genuinamente preocupados por el creciente papel de los médicos asociados en el NHS". Este trágico suceso destaca la importancia de garantizar la formación adecuada y la supervisión en la práctica médica para evitar errores que pongan en peligro la vida de los pacientes.